INICIATIVA
Una solución en vivienda que también se busca que genere trabajo, educación, cultura, energía y sanidad para quienes allí habiten.
La organización no gubernamental Corralas por el Mundo llegó a Uruguay con un proyecto que busca generar mucho más que una solución de vivienda para las familias más necesitadas.
Esta organización nacida en España trabaja, a través de una experiencia innovadora, para dar respuesta a la siguiente pregunta: ¿Qué pasaría si cada persona tuviera cubierta una parte importante de sus necesidades básicas?, es decir, vivienda, alimentación, energía y educación, en un marco en el que se promuevan la sanidad, el transporte sostenible, la cultura y el conocimiento.
César Vea Espinosa, uno de los fundadores de la ONG, explicó a El País que una corrala, por definición arquitectónica, “es un edificio del siglo XVIII, un diseño rectangular con zonas comunes donde la vida vecinal es importante. Pero la filosofía de la corrala va más allá del mero diseño de las viviendas, ya que es un proyecto más amplio, dedicado fundamentalmente a las familias sin recursos”.
Vea Espinosa señaló que trabajan con el foco puesto en cinco pilares que consideran fundamentales para cualquier persona: techo, comida, energía, sanidad y educación. “Por sobre todo la educación, porque nos preocupan muchísimo los niños y niñas, los más jóvenes, que están viviendo en asentamientos y que su futuro inmediato no es nada halagüeño”, sostuvo en diálogo con El País.
El español, que por estos días se encuentra en Montevideo para mantener reuniones tanto con políticos como con empresas privadas, detalló que inicialmente el proyecto se va a construir con viviendas eco sostenibles.
“El primer material que queremos utilizar es el contenedor marítimo”, apuntó. Y añadió: “Nuestros arquitectos ya han diseñado varios proyectos de estas características en España, siendo el primero en Barcelona, el cual ha recibido premios nacionales e internacionales de primer orden. Ellos son especialistas en diseños eco sostenibles, en reutilizar materiales, para evitar el impacto medioambiental”.
Más allá de brindar un techo y una vida digna a las familias, el proyecto tiene varias propuestas paralelas para ayudar en distintos ámbitos. “Las familias que van a participar en esta experiencia piloto también van a colaborar en la construcción de su propia vivienda, por lo tanto, estamos generando una formación”, contó.
Además, las viviendas tendrán energía renovable y un “jardín alimenticio, porque los niños de los asentamientos en Uruguay ni siquiera tienen acceso a una comida digna. Las frutas y los vegetales son casi un alimento de lujo. Por lo tanto, creamos también ese lugar de cultivo y de aprendizaje para que puedan generar sus propios alimentos”, contó.
Otra de las tantas ideas que rodean al proyecto es la de vincularse al mundo universitario: invitar a estudiantes que estén en los últimos años de sus carreras a habitar estas viviendas y que desde allí puedan desarrollarse profesionalmente. Vea Espinosa sostuvo que “por ejemplo, podría ser haciendo un seguimiento psicológico o sociológico de las familias, para que si surge algún problema haya una atención directa e inmediata, o que haya arquitectos, ingenieros, médicos, todas las profesiones que se relacionan a los cinco pilares mencionados”.
Si bien aún están hablando con los diferentes actores públicos y privados que podrían apoyar el proyecto, ya cuentan con un terreno ubicado en el barrio La Tablada, en el que comenzarían a trabajar una vez aprobado.
La ONG planea entregar las viviendas a las familias de manera gratuita, por un período de 20 o 30 años, “para que tengan un techo digno, que también puedan formarse y, en contrapartida, ellos tienen que ayudar a construir las casas en el siguiente asentamiento”. En este sentido, van a tener un sueldo. “La idea a medio plazo es crear una cooperativa”, sostuvo uno de sus fundadores.
El primer paso, una vez que se logre el apoyo suficiente para la idea, es crear un showroom para mostrar cómo serán las viviendas. “Cuando consigamos una primera donación ya sea de un banco, de una empresa, con materiales o con contenedores, construiremos el showroom para desde ahí empezar a caminar”, agregó.
La idea con esta muestra es que los vecinos puedan conocer cómo serían las viviendas: “No queremos llegar a un lugar e invadirlos con el proyecto. No se trata de meter a las familias en un lugar que a lo mejor no les gusta; queremos saber qué es lo que necesitan, como les gustaría que fuera su casa porque es, en muchos casos, un cambio de vida radical”, concluyó.
Corralas por el Mundo está en Instagram como @corralasporelmundo y su sitio web es corralasporelmundo.org.
Filosofía que abarca diversos aspectos.
Vea Espinosa contó que el proyecto de corralas “lleva adjunto un programa de televisión”: “Inicialmente lo que planteamos es poner en estos terrenos cámaras que emitan en directo las 24 horas todo lo que se está haciendo, para que la gente que ha colaborado o puede colaborar en un futuro vea que realmente se está trabajando. Queremos que de primera mano todo el mundo sepa lo que se está haciendo”.
Además, señaló que no se limitan solo a construir con contenedores. También se pueden usar lugares vacíos o destruidos para construir sobre esos cimientos o incluso sobre edificios y hacerlos más altos. “Este proyecto tiene además tentáculos tan largos y ambiciosos que podríamos hablar horas sobre las posibilidades que ofrece”, sostuvo.