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Christopher Chancé: conversar sobre computación cuántica a los 16 años

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Christopher Chancé

TECNOLOGÍA

Este joven programa desde los 8. La semana pasada fue conferencista en el IBM Code Montevideo

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Christopher Chancé aclara que no es “un genio de la computación cuántica” porque no tiene un doctorado en la materia, algo que espera conseguir en más o menos 10 años. Pero desde hace un par de años da charlas sobre lo que considera el próximo paso de la computación.

La semana pasada, el argentino realizó una exposición sobre los avances de IBM Quantum Computing en la segunda edición de IBM Code Montevideo. Tiene 16 años y está en tercero de liceo.

Confiesa que está “obsesionado” con el tema. En 2016 escuchó hablar por primera vez sobre computación cuántica en un evento en el que también era conferencista. “Me fui lleno de dudas. Pero se abrió una ventana para seguir investigando. Y me encontré con el primer obstáculo: el álgebra lineal”.

Christopher empezó a estudiar por su cuenta: notación bra-ket, funciones de onda, el gato de Schrödinger, qubits, entrelazamiento cuántico… términos pertenecientes al mundo de la mecánica cuántica. Aprendió de la misma manera que asimiló distintos lenguajes de programación desde los 8 años: “Con libros en pdf”.

Así programó dos computadoras cuánticas con piezas de un kit de robótica de Lego. La primera contaba con una placa Intel Galileo y se conectaba con su computadora personal y con IBM Q, un ordenador cuántico cuyos controles han sido conectados a internet para que cualquiera pueda usarlo. “Mandaba el comando, pegaba en la de IBM y devolvía el resultado. Todo como una fantasía”, dijo porque se trataba de una prueba muy amateur.

Para la segunda utilizó una placa más potente para conectarla directamente a la computadora de IBM para realizar simulaciones.

Chancé accedió a la plataforma abierta en la nube IBM Quantum Experience que tiene más de 100 mil usuarios, que han realizado más de 6,7 millones de experimentos y publicado más de 130 artículos de investigación. Para adentrarse en el mundo de la computación cuántica, Chancé descargó y aprendió a usar Qiskit, un kit de desarrollo de software cuántico de código abierto.

Computadora cuántica de IBM
Computadora cuántica de IBM

¿Qué es la computación cuántica?

¿Y qué es la computación cuántica? Una computadora clásica trabaja con modelos de información representados por bits que tienen el valor de 0 y 1. El cómputo cuántico, en cambio, procesa la información mediante qubits, que pueden representar tanto a 0 como a 1y la combinación de esos valores. Esto se llama superposición. No significa que la computadora cuántica sea precisamente más rápida, sino que tiene un alcance mayor de procesamiento de información.

“Pronto las computadoras cuánticas podrán estar resolviendo problemas que hasta ahora se creían que no tenían solución alguna”, dijo Chancé. Y afirmó: “Esta tecnología es exponencial y muy pronto será totalmente disruptiva”.

Aquí el joven programador habló sobre la “supremacía cuántica” a la que definió como “una frontera”. Y añadió: “Una vez pasado ese límite, una computadora cuántica va a hacer cosas que no hace una computadora clásica. No se sabe precisamente cuándo lo rebasará”.

Cuántica comercial

IBM presentó en enero de 2019 la primera computadora cuántica lista para uso comercial, una sistema informático que podría hacer nuevos aparatos mil veces más rápidos y potentes que los actuales superordenadores de gama alta. Bajo el nombre Q System One, esta máquina se diferencia de las computadoras clásicas en que utiliza un sistema de qubits que almacena información en las dos cifras del código binario.

En otras palabras, la supremacía cuántica es la idea, hasta ahora no demostrada, de que un ordenador cuántico suficientemente poderoso podrá realizar cálculos matemáticos de una complejidad inasumible para un equipo convencional.

Si esta capacidad se demostrara –una carrera en la que compiten Google, IBM, la NASA y otras empresas e instituciones–, podría impulsar un mercado para dispositivos que lograrían descifrar códigos, potenciarían la inteligencia artificial, mejorarían los pronósticos meteorológicos, entre insospechadas posibilidades.

En este sentido, Chancé recurrió a otro de los términos con los que habla con propiedad: el algoritmo de Shor. Este pone de manifiesto que la venidera era de las computadoras cuánticas dejará obsoletos los actuales sistemas criptográficos. “Esto tiene que preocuparnos”, afirmó.

Y añadió: “Vas a descubrir las claves de Facebook, de la NASA, de lo que quieras. Vas a romper el cifrado RSA que es con el que está hecho casi todo internet”.

Este es un algoritmo de cifrado de clave pública que le permite al usuario conservar la confidencialidad de la información cuando es transmitida o compartida con otros usuarios. No obstante, Chancé sostuvo que la computación cuántica podrá hacer que internet sea un lugar más seguro.

Christopher Chancé
Christopher Chancé

La rutina de este adolescente

Chancé estudia sobre computación cuántica después de que vuelve a casa del liceo y hace la tarea. “Hasta lo que dé programo y practico. La tecnología siempre está cambiando. Me tengo que mantener al día”, dijo a El País.

Por lo general, este adolescente se acuesta a las 12, salvo que tenga que finalizar un proyecto de su empresa Dataxype y su plataforma Veloow. Si eso ocurre, va a la cama entre las 2 y las 3 de la mañana.

Veloow es una plataforma para hacer el check-in de eventos de forma automatizada y está dirigida a organizadores de eventos de tamaño pequeño y mediano. Chancé la creó en 2018 y, a su juicio, es “una de las mejores ideas” que se le ha ocurrido desde que empezó a programar y aseguró que “paga las cuentas”. Ahora trabaja en una actualización para incorporar reconocimiento facial al sistema mediante IBM Watson, una inteligencia artificial capaz, entre muchas cosas, de responder a preguntas formuladas en lenguaje natural. Mediante la actualización de Veloow, un asistente podrá entrar a un evento una vez que le se haya escaneado el rostro.

Por ahora, el servicio solo está disponible en Argentina y, salvo contrataciones puntuales, trabajan a la par él y su madre, la que lo acompaña a todos las conferencias.

En el colegio, a Chancé le va “bien”. Las materias en las que tiene mejor nota son matemática, física e historia. La que tiene más floja es educación física, dado que no se considera una persona atlética. “Hace un montón que no juego a un FIFA”, comentó Chancé luego de hablar sobre su rutina.

Programar: un pasatiempo infantil

A los 8 años comenzó a explorar el escritorio de la computadora de su casa. El equipo tenía el sistema operativo Windows XP. Christopher Chancé abría todos los iconos porque no sabía cuáles correspondían a juegos y cuáles eran programas. A los últimos los borraba; entonces, su madre, sin saber que había sido su hijo, llamaba a un técnico una vez a la semana para recuperar lo que había desaparecido de la máquina. Hasta que un día Christopher encontró un icono del lenguaje de programación JavaScript. Le llamó la atención y lo buscó en Google. Encontró tutoriales que enseñaban cómo crear líneas de código. El joven empezó a estudiar y programó su primer proyecto: Cheface, una red social que simulaba ser Facebook. “Después creé un servicio de mail y uno que imitaba a Google. Les puse el nombre de mi madre, que se llama Brígida. Siempre quise hacer algo grande. Vi que programar era como un superpoder”, comentó a El País.

También programó otra red social que conectaba gamers con desarrolladores de juegos.

Desde los 8 hasta los 16 años, Christopher solo asistió a un curso formal de programación, al que asistió luego de ganar un premio: una placa Arduino. El resto lo aprendió por su cuenta.

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