Villazul es un colectivo de músicos nacionales liderado por Fabián Marquisio que desde hace cuatro años trabaja en un proyecto musical para enseñar a niños con TEA, Síndrome de Down o dificultades de aprendizaje. Hoy lanza una nueva propuesta: contar a través de la imagen.

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Fabián Marquisio es un padre que soñó con encontrar algo que lo ayudara a criar a Antonio, su primer hijo, Enseñar puede ser muy desafiante y más cuando un niño carece de algunas habilidades para comunicarse. En esa búsqueda Fabián encontró en la música, es decir en su profesión, una manera para acercarse a Antonio.

Se planteó un primer objetivo que fue sacar un disco. Estudió, compuso y escribió. En el camino se le sumaron amigos y músicos que le dieron voz y melodía a las canciones. Así surgió la recopilación de 26 canciones que enseñan a los niños a llevar a cabo tareas diarias: desde levantarse hasta ir al baño. Hace más de un año se lanzó Villazul a la venta y su éxito fue rotundo. Aparentemente Fabián no era el único que necesitaba ayuda. 

Fue disco de Oro, ganó un Graffiti a Mejor Álbum Infantil, se editó en Argentina y Chile. Además, Villazul se traducirá al inglés y se grabará en Australia para lo que Fabián viajó a Oceanía con el fin de mantener el espíritu de este trabajo sin fines de lucro.

Cuando el disco se volvió real, Fabián proyectó una segunda etapa: enseñar a través de la imagen. Este cantautor entendió que si a la música se le sumaba la posibilidad de ver una historia, entonces brindaría aún más herramientas. 

Seis adolescentes del grupo teatral Sueños Reales protagonizan los 25 videos que se grabaron en cuatro días con una escenografía minimalista. Como el objetivo final es educar Fabián explica que la relevancia de los videos radica en las acciones que llevan a cabo las personas y como la atención debe estar concentrada en éstas los videoclips carecen de un gran despliegue escenográfico. 

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