Por Belén Fourment
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Con la puntualidad digna de un estreno de temporada, Masterchef Celebrity Uruguay, uno de los grandes éxitos de la televisión uruguaya de los últimos años, inauguró hoy su cuarto ciclo. Con los jurados Sergio Puglia, Ximena Torres y Laurent Lainé, y todo un nuevo plantel de famosos en competencia, se concretó el regreso de un, a esta altura, clásico.

La actriz, comunicadora y escritora Emilia Díaz; el exfutbolista Horacio "Chino" Peralta, la periodista Silvia Kliche, el músico Frankie Lampariello y la actriz, directora y dramaturga Jimena Márquez, fueron los primeros cinco en ingresar a las tantas veces llamadas cocinas más famosas de la pantalla.

Cuando Ximena Torres les preguntó por qué habían decidido sumarse al programa, hablaron de los desafíos, la nueva experiencia y las ganas de aprender. "Me estoy conteniendo las lágrimas porque me emociona de verdad estar acá", dijo Jimena Márquez, que se confesó fanática de Masterchef: dijo que vio casi todos los del mundo, hasta el de Grecia, sin subtítulos.

Para el estreno, una visitante asidua del formato, la chef argentina Maru Botana, ingresó como jurado invitada con toda su energía y el pedido de "ponerse las piletas". Y enseguida se introdujo la primera prueba, con el tomate como base.

Así, a Emilia Díaz le tocó la mermelada de tomate; al Chino Peralta, unos exóticos tomates sharpei azules; a Ximena Márquez, tomates secos; a Silvia Kliche, los americanos, o sea los más conocidos; y a Frankie Lampariello, los cherry. Tuvieron 40 minutos de cocina y un minisuper abierto durante todo ese período y, quizás por ser el primer día, varios consejos útiles de los profesionales.

El primero en presentar su plato fue el Chino Peralta, que ofreció —siguiendo los consejos de Puglia y de Maru Botana— un entrecot con vegetales salteados y una torre caprese. Le dijeron que le faltó "enriquecer" el plato, que el tomate estuvo dominado y que fue, en general, un buen resultado.

Eso sí, Ximena Torres le preguntó por qué había llevado una porción y media, y al Chino no le quedó más que reconocer: "La verdad es que comí bastante".

Frankie Lampariello hizo pollo a la portuguesa con tomate cherry, y aunque le destacaron mucho el sabor y el condimento, su gran problema estuvo en la cocción del pollo. Le comentaron que el plato tenía "sabor a gira", porque Masterchef nunca se cansa de las metáforas asociadas a la profesión de cada participante.

Silvia Kliche fue por un camino parecido, un bife a la cacerola con tomate americano basado en una receta familiar. "Ahí hay indudablemente un plato con emoción", elogió Puglia a la exinformativista, a la que le recriminaron que faltó presencia del tomate, pero le valoraron todo lo demás.

Un risotto de tomates secos con cebolla crocante fue lo que presentó una dudosa Jimena Márquez, que desconfiaba del punto del arroz. Botana la felicitó por cómo trabajó el tomate seco y al final le dijo que el arroz estaba "perfecto". Todas las devoluciones fueron, salvo por una decisión de decoración, positivas.

Para el final quedó una arriesgada propuesta de Emilia Díaz, matambrito de cerdo agridulce con mermelada de tomate y papas a la crema. "Es como muchísimo", le comentó Torres, ya que la ex Consentidas decidió sumarle miel a un plato con mermelada. "Menos es más", le recordó Botana. Le hicieron otras críticas y fue la más complicada del grupo.

Así, consiguieron delantal blanco —o sea, la clasificación directa a la competencia o segunda fase del programa— Jimena Márquez, el Chino Peralta y Silvia Kliche, a quien le dieron casi que un voto de confianza.

El delantal negro, que envía a los competidores a una instancia de eliminación y les da una última oportunidad para ganarse su lugar en Masterchef, fue para Frankie Lampariello y Emilia Díaz.

En la siguiente camada de la jornada entraron la actriz y conductora Adriana Da Silva, el artista Tav Lust que ya anduvo sin suerte por Masterchef, la atleta María Pía Fernández y el entrenador de fútbol Luis "Ronco" López. A ellos les tocaron las famosas cajas misteriosas que, para el caso, escondían milanesas. Eran de cerdo, pescado, pollo, berenjena y carne y tenían que adivinar cuál era cada una.

De eso dependió el reparto de las milanesas con las que iba a trabajar cada competidor, una tarea a cargo de María Pía Fernández. Las reacciones a la asignación fueron dispares y de ahí, manos a la obra, con complicaciones: tanto la atleta como Tav Lust se cortaron los dedos y tuvieron que recibir atención del personal médico, para poder seguir trabajando.

Milanesas de cerdo con puré de manzana y ensalada fue la opción del Ronco López, un plato que se veía demasiado apetitoso para una emisión de martes a las 10 de la noche. Torres le dijo que hizo un buen trabajo para el tiempo que tuvo, Botana le dijo que el plato era "simple" y Lainé soltó el primer rezongo de la temporada y pidió que dejen de combinar cerdo con puré de manzana. "Estás en Uruguay", reprochó su colega.

Tav Lust, que en su primer paso por Masterchef quedó afuera por una deconstrucción de risotto que, aunque gustó mucho al jurado, no cumplía con la consigna, esta vez pasó adelante con una milanesa de pollo a la mostaza con carpaccio de zucchini, que fue muy bien valorada.

María Pía Fernández hizo milanesa de carne gratinada con criollita y papas asadas, y antes de probar su preparación ya le recriminaron que se había quedado corta de queso. Le hicieron varias críticas, tanto a las papas como al punto de la milanesa.

Cerró Adriana Da Silva con una milanesa de pescado con vegetales al wok, que fue bien valorada por el jurado. "Me gustó mucho tu trabajo", le dijo Puglia. "El punto de los vegetales me parece fantástico".

Así, Adriana Da Silva consiguió el delantal blanco y no solo eso: se llevó un "¡Aleluya!", el primero del año, que la dejó al borde de las lágrimas. El otro pase directo lo consiguió, finalmente, Tav Lust. Pía Fernández y el Ronco López quedan en zona de eliminación.

Los que llegaron después a las cocinas fueron el meteorólogo Nubel Cisneros, la abogada y panelista de Polémica en el bar Daiana Abracinskas —compañera de Puglia en ese programa—, la vedette Kenia Acosta y el actor Pablo Robles.

A ellos les tocó el desafío dulce, una preparación que debía incluir merengue y con la que Maru Botana cumplió, quizás, el sueño de muchos de los que han pasado por Masterchef: le estrelló una torta en la cara al más bravo de los jurados, Laurent.

La primera en presentar su plato fue Kenia Acosta, una copa de frutas con merengue y praliné de almendras, algo que desconocía hasta que se lo mencionó Ximena Torres. La vedette pensó que su postre era "pobretón", pero el merengue —que era lo fundamental— estaba "impecable". Lainé bajó el entusiasmo: "Es un plato al que le falta mucho de trabajo".

Siguió Daiana Abracinskas, con una base de galletitas con dulce de leche y merengue con moras al ron. Presentó una porción abundante y la opinión fue que el merengue estaba "muy bien" y la combinación de sabores también, no así la ejecución del plato. La abogada fue la otra herida de la noche: se quemó las manos haciendo merengue italiano, pero valió la pena.

"Se llama Aterrizaje de Emergencia", dijo Pablo Robles antes de que los expertos probaran su fallida tarteleta de frutillas con merengue. "El merengue está ahí, trata de sobrevivir al accidente. Lo interesante es el riesgo", valoró Puglia sobre un producto "perfectible". Botana fue más dura: "No te voy a bancar ni la tarteleta cruda ni el merengue azucarado. Si sos mi empleado, estás afuera".

Al final quedó Nubel Cisneros con lo que bautizó como Tormenta de Sabor, para el caso un merengue de chocolate con frutas. Estaba muy contento con su trabajo y logró sorprender a Lainé, que nunca había escuchado de un merengue de chocolate. Le hicieron críticas, pero nada grave.

Maru Botana, como invitada, decidió darle el primer delantal blanco del grupo a Daiana Abracinskas. El resto de los jurados votó dividido y el que logró la clasificación fue Nubel Cisneros. Robles y Acosta quedaron con delantal negro y una nueva oportunidad.

El actor y comunicador Fito Galli, la actriz y conductora Valentina Barrios, el cantante Agustín "El Menor", el médico y piloto de drift Fernando Montero (o Monti), la cantante Anita Valiente —como Márquez, otra fanática de Masterchef— y el atleta Emiliano Lasa quedaron para el final.

A ellos les tocó trabajar en duplas, conformadas por Botana. Quedaron emparejados Valentina Barrios y El Menor, Anita Valiente y Fernando Monti, y Fito Galli y Emiliano Lasa, listos para preparar un pionono, cada uno con dos ingredientes obligatorios que definieron tirando dados gigantes.

El Menor y Valentina Barrios eligieron merengues y fresas, Galli y Lasa fueron por el vermouth y los duraznos, y para Valiente y Monti quedaron el dulce de leche y los frutos secos. La dinámica fue así: un miembro de la dupla se dedicaba a cocinar y el otro le daba indicaciones, a los 10 minutos cambiaban los roles, y a partir de los 20 (tenían 40 en total) trabajaban a la par.

La degustación la inauguraron Fito Galli y Emiliano Lasa, con un pionono de durazno en vermouth y chantilly. Opinaron que estaba "bien" o "muy bueno" a pesar de algunas imprecisiones.

Siguieron Anita Valiente y Fernando Montero con "Montiana", un pionono relleno de crema bariloche, cubierto de dulce de leche y frutos secos. "La presentación es el punto flojo", señaló Maru Botana, que hubiera optado por menos cantidad de dulce de leche. El pionono en sí fue destacado, "pero un poquito pesado", dijo Lainé.

Cerraron Valentina Barrios y El Menor, con su pionono relleno de frutillas y chantilly, con cobertura similar, y un ida y vuelta con diferencias que se mantuvo hasta el último momento. Podría haber estado mejor, pero funcionó.

Los tres jurados anfitriones repartieron sus votos en busca del mejor pionono, y la que definió fue Maru, que eligió a El Menor y a Valentina Barrios, ya clasificados a la competencia. Todos los demás quedaron en zona de eliminación. Y así, una vez más, se puso en marcha Masterchef Celebrity, pronto para volver el martes.