Carmen Morán repasa su historia y legado: "Mi libertad es no rendirle cuentas a nadie"

Carmen Morán. Foto: Leonardo Mainé
Nota a Carmen Lopez Fariña, actriz, cantante, directora, productora y comunicadora uruguaya conocida como Carmen Moran, por su nueva obra Onetti no esta, en el Auditorio Vaz Ferreira en Montevideo, ND 20220322, foto Leonardo Maine - Archivo El Pais
Leonardo Maine/Archivo El Pais

ENTREVISTA

La actriz, cantante y comunicadora uruguaya estrena este viernes el unipersonal "Onetti no está", y antes habló con El País de su presente, su carrera y su familia

Primer acto. Carmen Morán está en un buen momento, uno de esos en los que todo —la vida, la energía, el entorno— parece fluir. Quiere volver al teatro después de los golpes de la pandemia y quiere hacerlo en un mundo nuevo, el del unipersonal. Busca y busca pero nada la completa, hasta que aparece Joaquín Doldán.

Entonces le dice a este dramaturgo, uruguayo pero recién llegado del exterior, que quiere un texto para una puesta teatral en solitario, y él le asegura que aunque todavía no lo escribió, ya tiene el guion para ella: será la musa inspiradora que precisa para gestar Onetti no está.

Ahora, un año después de haber tenido pronto este espectáculo que el covid aplazó, llega la hora del estreno. Onetti no está, con dirección de Félix Correa, subirá a escena hoy, a las 20:30, en el Auditorio Vaz Ferreira (18 de Julio 1790) y tendrá funciones hasta el 3 de abril. Entradas en Tickantel.

“Me sedujo la temática, los personajes que involucra y sobre todo Ana, esta periodista que en 1994 es enviada a Madrid por la revista del corazón en la que trabaja, para entrevistar a Juan Carlos Onetti”, cuenta Morán a El País. “Es una periodista muy potente, con mucha garra, una adelantada para la época, muy bien plantada laburando en un mundo de hombres. Y con ella arranca toda esta historia”.

El de la actriz por Onetti es un amor reciente que afianza, paso a paso, la lectura de los cuentos y de novelas como Los adioses. Hasta hace poco, el contacto de Morán con uno de los autores claves de la literatura uruguaya era pura y exclusivamente a través de Idea Vilariño, la poeta y la mujer a la que idolatra y que tuvo un romance intenso y oscuro con el autor.

En tanto, la relación con Ana, el personaje que encarna en la obra, se construye a partir de las diferencias. “Capaz que yo no soy esa mujer tan empoderada sino que busco más la protección. Muchas veces los que tenemos miedo al abandono, cargamos con algunas historias, tenemos una máscara muy fuerte de empoderamiento, pero por dentro solemos tener debilidades. Que no se hacen evidentes”, confiesa, “pero que las tenemos”.

profesión

"Creo que soy actriz antes de darme cuenta"

Segundo acto. Carmen Morán fue modelo y hoy puede ser actriz, cantante, gestora cultural, productora de eventos, comunicadora o entrevistadora. Pienso en preguntarle cómo se define a sí misma, pero lo deja en claro desde que nos ubicamos para tener esta charla. Frente al espejo y todavía con su set de maquillaje desparramado, me mira y asegura: “No hay mejor lugar para entrevistar a una actriz que un camarín”.

“Creo que soy actriz antes de darme cuenta”, resume luego. “Yo me crié, más que adentro de mi casa, adentro de los canales de televisión, las radios, los estudios, los teatros. Y si bien en algún momento me quise pelear con eso, perdí la pelea. Una obra infantil que estaba de moda, La vaquita cuadrada, la debo haber visto, cuando era chica, siete veces en El Tinglado. Que fue el teatro donde debuté, ¿te das cuenta?”.

El año pasado, a esa lista de tareas le sumó la de cocinera, con una digna participación en MasterChef: Celebrity Uruguay. “La experiencia fue divinísima, de mucha exposición, conocí gente hermosa , aprendí mucho y mis hijos me quieren más, ¡porque cocino mejor!”, comenta entre risas. “Con el diario del lunes, estaría de nuevo”.

Denis Ramos, Paula Silva y Carmen Morán en "MasterChef: Celebrity Uruguay 2". Foto: Twitter @MasterChef_Uy
Denis Ramos, Paula Silva y Carmen Morán en "MasterChef". Foto: Twitter @MasterChef_Uy

Con la referencia de MasterChef y del programa El Puente, que hizo para Esdrújula TV y en el que planteó entrevistas distintas a los políticos de turno, Morán volvió a la pantalla y le gustaría seguir en esa línea. Sin embargo, dice que la televisión abierta no es “amigable” con personas de su edad y que las grillas tampoco tienen espacios para programas culturales o de un entretenimiento serio como el que le interesaría abordar.

El televisivo es un terreno que conoce bien, y por eso hoy piensa que si aquella vez que Sergio Puglia la convocó para participar de un magazine en Canal 5, su respuesta hubiera sido otra y no una negativa para priorizar estar todo el tiempo con sus hijos pequeños, su historia sería diferente: “Me hubiera reinstalado en televisión y no me hubiera bajado nunca”.

Ahora tiene un nuevo lema, tomado directamente de un fenómeno reciente de Netflix, la miniserie Poco ortodoxa. “Si no soy yo, ¿entonces quién? Si no es ahora, ¿entonces cuándo?”.

Carmen Morán se aferra a su mantra y entonces salta sin red. Onetti no está es parte de eso.

familia

"Ya no podemos hablar como la hija de"

Tercer acto. Actriz por lo menos desde aquel día de 1979 en el que debutó en teatro, Carmen Morán todavía es Carmencita y todavía es, claro, la hija de Cristina Morán, una de las mujeres más importantes de la cultura popular uruguaya.

Todo el orgullo que le genera hablar de Cristina, su madre, se convierte en rabia o por lo menos mal humor, cuando en las entrevistas le siguen preguntando qué significa ser la hija de, y la siguen interrogando por Cristina, el personaje.

“Alguna vez ya dije: ‘Si me vas a preguntar qué significa ser la hija de, decímelo ahora porque me voy’. De mujeres profesionales, ya no podemos hablar como la hija de Cristina Morán. Ya tengo un background como para ser yo misma”.

¿Y entonces qué le gustaría que la gente sepa de su madre? “Que si yo tuviera que elegir a una abuela, elegiría a esa abuela”, dice. “Que cuando hacía prensa en Subrayado era una mujer con presencia y carácter arrollador, que le pasaba por arriba a todo, en el buen sentido. Que cuando nacieron mis hijos pero dejó un cuarto de su energía para el trabajo y el resto se lo puso a los nietos y por ende, a mí. Que fue y es muy buena abuela. Y que como madre estuvo presente para todo”.

Que dejó el liceo para dedicarse a trabajar, que se divorció cuando esta hija tenía dos meses, que volvió a vivir a casa de sus padres y que nunca tuvo un novio cama adentro. Que amó mucho y la amaron igual.

Y que cuando Carmen tenía 10 años, Cristina le dijo: “Hoy no hay escuela, Carmencita. Hay un golpe de Estado, y por eso puede pasar que nos tengamos que separar. Pero no tengas miedo, porque yo te voy a dar las herramientas para que cuando sea y donde sea, te puedas encontrar conmigo”. Y que días después le llevó un pasaporte y le dijo: “Esta es tu libertad”. Esa es Cristina Morán.

Carmen y Cristina Morán en el Sorocabana
Carmen y Cristina Morán en el Sorocabana

—¿Y hoy cuál es tu libertad?

—Mi libertad es no depender de nadie. Tener tres hijos sanos de cabeza, de cuerpo y espíritu; son buena gente, han encontrado un camino y eso también me libera. Pero hoy mi libertad es no rendirle cuentas a nadie; decidir, en el acierto o en el error, todo lo que hago. A mí no me importa si tengo poco: me importa que lo que tengo sea mío. Y esa es mi libertad.

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