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Álvaro Navia y la experiencia de trabajar con niños: "Siempre quise ser Cacho Bochinche"

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Vanina Escudero, Álvaro Navia y Jimena Siri. Foto: Leonardo Mainé.

ENTREVISTA

Álvaro Navia dialogó con El País sobre "Vacaciones en canciones", la obra que presenta todos los días en Sala Teatro Arocena junto a Vanina Escudero y Jimena Siri

Un informe de último momento irrumpe en la pantalla. “Se cortó internet en todo Uruguay”, anuncia, sin rodeos, el conductor del noticiero. Para peor, es un día de vacaciones y los personajes que protagonizan esta historia —Álvaro Navia, Vanina Escudero y Jimena Siri— descubren que sus planes están frustrados. “Uy, ¿qué hacemos ahora?”, se preguntan al unísono. La respuesta está en el reencuentro con el baile, la música, los disfraces y los juegos en equipo.

De eso va Vacaciones en canciones, que hasta el lunes se presenta a las 15.30 en Sala Teatro Arocena (entradas en RedTickets por 440 pesos). La obra, recomendada para niños de 2 a 10 años, marca el reencuentro de Álvaro Navia con el teatro infantil, un género del que se siente parte. “Yo siempre quise ser Cacho Bochinche”, le admite a El País horas antes de la función del miércoles. “Ya tuve la oportunidad de trabajar en obras para chicos acá y en Argentina, y es una de las cosas más lindas que me han pasado”.

Vacaciones en canciones carga con una energía aún más especial porque el primer proyecto para niños que presenta en la sala que gestiona junto a su esposa. “Ahora que producimos y programamos espectáculos en la Sala Teatro Arocena, le propuse a Vanina la idea de volver a subir a un escenario juntos, y le encantó. Así que empecé a escribir la historia”.

Vanina Escudero y Jimena Siri en "Vacaciones en canciones". Foto: Leonardo Mainé.
Vanina Escudero y Jimena Siri en "Vacaciones en canciones". Foto: Leonardo Mainé.

Para Navia, que dejó Buenos Aires en 2020 para radicarse en Montevideo junto a su familia, la motivación fue clara: se inspiró en la relación de sus dos hijos con la tecnología. “Con Vanina no les podemos prohibir el mundo de los teléfonos porque todo va hacia ese lugar, pero desde que ellos nacieron nos preocupamos por lograr un equilibrio con otra cosas como jugar a la pelota, pintar, disfrazarse e invitarlos a imaginar. Es el estímulo del contacto humano”.

Tal vez sea por eso que, en las funciones anteriores, logró percibir que la propuesta conectaba con los padres y abuelos de la sala. “Es que este es un tema que nos preocupa a todos”, asegura. “Además, los que tienen más de 40 años se criaron con una pelota, un yo-yo, un caballito de madera y alguna muñeca. Entonces se pueden sentir identificados”.

Pero, por supuesto, los verdaderos protagonistas son los niños. “Cuando escribí Vacaciones en canciones me enfoqué en que sea divertida porque lo más importante es mantener su atención durante toda la obra. Una cosa es el público adulto, que es más racional; pero con los niños es distinto porque si se pone a llorar uno, enseguida lloran todos. Es como un petardo: primero explota uno y luego salen los fuegos artificiales por todos lados”, compara.

Álvaro Navia junto a sus hijos antes de salir a escena. Foto: Leonardo Mainé.
Álvaro Navia junto a sus hijos antes de salir a escena. Foto: Leonardo Mainé.

Por eso, se nutrió de todos los elementos necesarios para ofrecer un espectáculo dinámico. Además de Escudero y de Siri, Navia se acompaña de dos bailarinas; se disfraza, juega con el público y lanza burbujas y pelotas a la platea. La propuesta se completa con un repertorio repleto de clásicos infantiles: “Canción de tomar el té”, “El pollito Pío” (“Me disfrazo de pollito y tengo que hacer a todos los animales”, describe), “La cucaracha” y “La gallina Turuleca”.

También hay espacio para “El loro Pocho”, una de las composiciones del ex Videomatch, que es tan exigente como intentar cantar de corrido “Ojo con los Orozco”, de León Gieco. La letra va, más o menos, así: “El loro Pocho se come un bizcocho, cuenta hasta ocho, es un bocho”. “En ese momento entra un loro gigante a la sala y los niños se re enganchan con la canción. Es muy divertido”.

El espectáculo "Vacaciones en canciones". Foto: Leonardo Mainé.
El espectáculo "Vacaciones en canciones". Foto: Leonardo Mainé.

Navia se entusiasma cuando habla de la recepción del público. “No sabés la sensación hermosa que me da estar en el escenario y ver a los niños y a los padres riéndose a la par, o la cara de los nenes cuando se asombran. Es lo más lindo que te puede pasar”. 

Y el actor se alegra aún más cuando menciona que sus hijos asisten a todas las funciones. “ Yo escribí la obra pensando en que ellos iban a estar en la platea y me imaginé qué les gustaría ver y escuchar. Ahora que estoy en la sala compartiendo con Vanina —que siempre amé trabajar con ella— y me encuentro a mis hijos disfrutando de lo que hago, siento que se cumplió lo que soñé toda mi vida”.

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