El viernes próximo se estrena "Mi primera boda", una comedia que bajo dirección de Ariel Winograd reúne en los roles protagónicos a dos actores uruguayos: Natalia Oreiro y Daniel Hendler.
Se puede decir que son el yin y el yang de los actores uruguayos que triunfan en la vecina orilla. Ella es verborrágica, inquieta y tiene siempre una sonrisa en el rostro, mientras que él muchas veces es monosilábico, reservado.
La carrera de Hendler recorre desde la dirección teatral en el Montevideo de los años `90, con el grupo Acapara el 522, hasta sus trabajos en cine dirigido por Burman. En Mi primera boda ofrece un perfil diferente.
Carlos Reyes
- Natalia Oreiro y usted parecen muy distintos en todo. ¿Cómo fue trabajar junto a ella, usted en general es más reposado y ella bastante nerviosa?
- Podremos ser muy distintos, pero dos uruguayos en Buenos Aires tienen bastante en común. Ella quizás sea un poco nerviosa, no lo sé, pero yo también, aunque no se me note.
- ¿Qué pautas le dio el director Winograd para componer su personaje? ¿Y qué pautas propuso para el sentido, el ritmo, general de la película?
- Hay un grupo de pautas que se desprenden del guión, por ejemplo que el personaje es ingeniero y siempre pretende exactitud en sus análisis y en la búsqueda de soluciones, lo que colabora en llevarlo al desastre cuando se propone resolver un problema con el sistema de cañerías del lugar donde se desarrolla la boda. Y otras pautas se van creando en conjunto con el director para darle al personaje una dimensión más humana: le inventamos la historia previa, o sea, el recorrido de su vida hasta llegar al momento que se ve en la película.
- ¿Cómo es el método de trabajo de Winograd?
- Winograd trabaja de manera muy intuitiva, y el ritmo se va construyendo en los ensayos, luego se afina en el rodaje y finalmente aparece en el montaje.
- ¿Qué diferencias establecería, en líneas generales, entre el modo de trabajo de Winograd y el de Burman?
- Uy, eso es muy difícil. Todos los directores son diferentes.
- ¿Cómo fue su trabajo actoral? ¿Qué escenas le gustaron más, y con qué actores tuvo más química?
- Me gustaron mucho las escenas en las que ando a caballo, aunque hubo un tramo en el que el caballo estaba cansado y hambriento y quería volver a la caballeriza, así que se descontroló y no podía frenarlo. La pasé mal ahí. ¿Química? Con el caballo hubo buena onda, y con todos los actores tuve más onda aun, pero no podría elegir a alguno porque sería ofensivo con el resto.
- ¿Se identificó con algo de su personaje?
- Siempre busco identificarme un poco con los personajes y, en este caso, hay elementos bastante genéricos en Adrián Meier: o sea, un tipo que se quiere casar pero no quiere fumarse todas las convenciones del casamiento ni entrar en el espiral de consumo al que te va llevando este ritual. Y como no se siente cómodo con ese traje ni con nada de lo que le imponen, sin darse cuenta, se va metiendo en problemas.
- ¿Su casamiento, en la vida real, tuvo algo en común con "Mi primera boda"?
- No. Hubo aventura pero salió todo bien.
- ¿Cómo se sintió como invitado de "Sábado Bus"?
- Fui con intenciones de divertirme pero fue difícil, me puse nervioso con tanta cosa alrededor.
- ¿Qué impresión le dejó la respuesta que tuvo "Norberto apenas tarde"?
- La película sigue viva, se está por estrenar en salas en Argentina, y en dvd en Uruguay. Por ahora tuvo un lindo recorrido por festivales, varios premios, y un estreno en Montevideo que estuvo muy bueno, pero que me dejó un sabor levemente amargo. La situación de la distribución y exhibición de cine nacional está complicada. En varios países (y en este preciso momento en Argentina) se impulsan leyes "proteccionistas" que buscan amparar un poco al cine nacional frente a la embestida de películas norteamericanas que son cada vez más bodrio y que copan los espacios de exhibición. Uruguay es un territorio todavía virgen en esa pelea, y supongo que en algún momento habrá que plantearse cómo defender esto del cine, donde convergen un poco de industria y otro poco de cultura.
- ¿Qué puso en juego como director que no como actor?
- Cuando actúo me interesa que el director quede contento con mi trabajo. Si actúo bien el mérito es compartido, es responsabilidad tanto mía como del director. Y si actúo mal, es responsabilidad única del director, porque el actor en cine no tiene el control sobre la narración, y porque cualquier mal actor podría zafar si hay una buena dirección. Cuando me tocó dirigir me hice cargo de esa responsabilidad, y sentí especial satisfacción de poder contar con un grupo de excelentes actores.
- ¿En qué quedó todo aquello del Nuevo Cine Argentino?
- Sigue habiendo cine argentino nuevo (o "nuevo cine argentino"). A partir de algunas películas emblemáticas de esta última época, en muchos países del mundo empezaron a interesarse por el cine argentino. Algo similar pasó con el cine uruguayo.
- ¿Van a volver a trabajar juntos con Burman?
- Supongo que vamos a volver a trabajar.
- De sus películas con él, ¿cuál siente más próxima?
- Derecho de familia. Es la última en la que actué con él, y en la que hubo una colaboración más cercana.
- ¿Siente que Acapara el 522 marcó su carrera?
- Aprendí mucho actuando y dirigiendo con el grupo. Todo lo hicimos con una buena inconsciencia. Para mí, dirigirlos a ellos era un privilegio enorme, porque además de que son actores geniales, nos divertíamos mucho pasando tiempo juntos.
- ¿En "25 Watts", hay algo de la estética de Acapara el 522?
- No lo creo. Quizás los gustos cinematográficos y musicales que compartíamos vinculaban en algo las estéticas, pero Acapara el 522 tenía referencias sobre todo teatrales.
- ¿Y sus trabajos con Walter Reyno en el Circular, en qué medida marcaron su carrera?
- Todo "marca la carrera", porque supongo que una "carrera" se trata de eso, de un recorrido donde cada suceso modifica la dirección, y sobre todo, los primeros sucesos. Las obras en el Teatro Circular fueron experiencias inolvidables, y el trabajo con Walter y todos los que conocí allí obviamente me marcó mucho.
- Usted estuvo ligado a Buceo, Pocitos y Cordón. ¿Qué barrio montevideano siente más suyo?
- El Buceo, creo, por ser el barrio en el que nací, y al que volví de adolescente.
- ¿Planes de futuro?
- ¡Esto de los "planes de futuro" abarca muchísimas áreas! Si te referís en lo laboral, estoy actuando en unos unitarios para Argentina que se llaman Televisión por la inclusión, donde interpreto a un director de orquesta. ¡Qué cosa más linda estar frente a una orquesta de buenos instrumentistas! Y es probable que en las próximas semanas empiece a ensayar una obra de teatro.
El antiguo amor que trae problemas
La torta de cuatro pisos está pronta para coronar una fiesta única, especialmente para Leonora (Oreiro) y Adrián (Hendler). Hasta que el novio comete un error pequeño, que decide ocultar para evitar males mayores. No lo logra, y se desencadena una comedia de enredos, caos, equivocaciones y accidentes, que incluyen a ese antiguo amor (Imanol Arias) que pondrá en riesgo todo. Mi primera boda fue escrita por Patricio Vega en base a una idea del director de la película, Ariel Winograd. Los rubros técnicos fueron muy cuidados (Félix Monti en dirección de fotografía, Ana Markarián en vestuario y Juan Cavia en dirección de arte), mientras un elenco de primeras figuras redondea la apuesta: Marcos Mundstock, Daniel Rabinovich (ambos de Les Luthiers), Gabriela Acher, Gino Renni y hasta Clemente Cancela (de CQC).
Familiares y amigos de una boda de película
Natalia Oreiro
la novia
La actriz asegura que no todas las jóvenes sueñan con casarse, que eso sería pensar que todas son iguales. Pero reconoce que a veces la boda tiene una cuota de romanticismo que no todos los hombres entienden. No se identifica con su personaje, pero lo comprendió desde la mujer romántica y sensible.
Imanol Arias
Miguel ángel bernardo
El actor español sostiene que la película es una divertida comedia sobre los peligros del matrimonio, sobre todo del día de la boda. "Todos los invitados se preocupan muchísimo de fastidiar el enlace, y yo soy uno de ellos, un exprofesor de la novia que hace todo lo posible por poner trabas".
Soledad Silveyra
marta
Ella hace de la madre de la novia, un papel que la cautivó y le generó un desafío por ser alguien muy distinto a ella misma. Su personaje es una mujer egocéntrica y bastante egoísta, tanto que Silveyra bromeó con que espera que sus hijos no la vean en la vida real como es su personaje en la ficción.
Pepe Soriano
El abuelo del novio
El octogenario actor argentino agrega un eslabón más a su notable carrera, que el peso de los años no ha logrado enlentecer. El actor y director argentino sigue alternando cine y teatro, ahora con esta película en la que interpreta al abuelo del novio con su habitual desenvoltura.