ESTRENO

nicolás lauber

Se estrenó la sexta y última temporada de Lucifer, en Netflix; y estos últimos capítulos son, sobre todo para los fanáticos. Para esas personas que llenaron las redes con pedidos de más episodios de esta ficción que protagoniza el británico Tom Ellis. Y Netflix los escuchó, como ya había hecho cuando resucitó la serie tras la cancelación por parte de Fox.

Sin dudas el final de una serie es un proceso intimidante para los involucrados. Eso se debe a que los fanáticos son difíciles de complacer, y darle un cierre después de seis temporadas, es un peso grande que recae sobre los hombros de la producción y guionistas.

Afortunadamente, estos últimos capítulos logran atar aquellos cabos sueltos que se han ido presentando de una manera satisfactoria, manteniendo el sentido de la serie en general, y permitiendo que regresen algunos personajes que ya se habían despedido. Es que se terminó Lucifer, y nadie quiso perderse esta celebración.

Así, este cierre es tan épico como agridulce, y les da a los fanáticos “lo que realmente desean”, usando el conocido latiguillo del personaje central.

Antes de eso, más vale recordar que la quinta temporada concluyó con Lucifer y su hermano gemelo, Michael, luchando para decidir cuál de los dos se convertiría en el nuevo Dios. Finalmente son Lucifer y compañía quienes derrotan al gemelo malvado, y parecía estar todo listo para el ascenso.

Sin embargo, cuando comienza esta última temporada, Lucifer no está tan seguro de poder dejar atrás su club, Lux, ni a sus amigos. Mientras que su pareja sentimental y profesional Chloe (Lauren German), quien aceptó ser la consultora de Dios en el cielo, no logra despedirse de su placa de detective. Esto queda claro en el primer episodio que justamente se titula: “Nada cambia por aquí”, y encuentra a esta pareja metidos en otra historia policial en lo que debería de ser su última noche en la Tierra.

Si ya está pensando que cada episodio volverá a tener un asesinato por resolver, está equivocado, aunque aparecen algunos muertos en la vuelta. Y para este cierre, los guionistas decidieron experimentar un poco más. La temporada anterior ya contó con un episodio musical y otro de cine negro, y este cierre continúa en esa exploración por los géneros y suma uno hecho con dibujos animados. Un buen truco para evitar la monotonía.

Aunque el mayor desafío al que se enfrentaba esta temporada era darle un poco de profundidad a los personajes secundarios, esos que han estado a lo largo de las temporadas, pero cuyas historias no se habían desarrollado demasiado; y es allí donde la serie se pone interesante este final de la serie.

Hay un mayor protagonismo de la siempre bonachona Ella (Aimée García), mientras que Maze (Lesley-Ann Brandt) y Eva (Inbar Lavi) tienen algunas escenas geniales, incluyendo un episodio donde se repasa el pasado de la primera mujer.

También Amenadiel (D.B. Woodside), o sea el hermano mayor de Lucifer, tiene sus momentos de destaque. En la temporada anterior decidió convertirse en cadete de la policía, en parte motivado por los problemas raciales que vio mientras intentaba ayudar a un joven afroamericano de unos policías racistas, y en parte como homenaje al Teniente Dan (Kevin Alejandro), quien murió en el penúltimo episodio de la temporada anterior. Y si bien en Lucifer no hay signos de la pandemia, sí se habla de la brutalidad policial y de la injusticia racial. Para que después no se diga que es una serie simplona.

Otro personaje que ha estado desde el inicio y ha desarrollado un arco interesante es la terapeuta Linda (Rachael Harris), quien ahora tiene algunos planes, como dedicarse a escribir un libro de memorias como consultora del Demonio convertido en Dios; mientras que Dan se ocupa de seguir en el infierno, aunque su estadía podría acortarse con la llegada de un nuevo personaje. Pero más vale no adelantar nada.

Sí decir que se suman algunas caras nuevas y otras viejas regresan para conectarse con situaciones y personajes de las temporadas anteriores.

Y este cierre tiene risas, drama y sobre todo esos momentos que los fanáticos estaban esperando. Porque estos últimos 10 episodios son para ellos, los que se engancharon desde que llegó a Netflix, como para los incondicionales que están desde el primer día y están atentos a todos los detalles.

Para tratarse de una serie cancelada y rescatada dos veces, Lucifer ha ido mejorado gracias a algo de humor, buenas canciones y un elenco que ha sabido sacarle el provecho a sus personajes. Sin dudas, Lucifer es una serie que se extrañará, pero que hoy tiene que decir adiós.