FINAL
El País participó en una conferencia con el actor de series como "Quantum Leap" y "Star Trek: Enterprise", quien habló del final de "NCIS: New Orleans"

"Soy un tipo afortunado que ha tenido una larga carrera”, dice Scott Bakula. El actor de icónicas series como Quantum Leap, Star Trek: Enterprise y películas como la ganadora del Oscar Belleza americana, se despide de la serie NCIS: New Orleans que esta noche, a las 22.00 en el canal de cable A&E, estrena su último episodio.
"NCIS: New Orleans me dio muchas oportunidades para combinar varios roles”, reflexiona el actor en una conferencia de prensa que anticipa esta despedida, y en la que El País estuvo presente. "Soy padre, hace seis meses me convertí en abuelo, y ese es el papel favorito que interpreto en este momento".
—¿Qué significó la serie Quantim Leap para tu carrera?
—Fue una experiencia increíble. Tuve mucha suerte de poder trabajar con Don Bellisario, que irónicamente fue el que creó las franquicias de NCIS y creó Quantum Leap junto con Dean Stockwell que, como todos saben, falleció hace poco tiempo. Hacía poco que había llegado a Los Ángeles y hacer un programa de ese estilo, con ese nivel y esa gente, fue una experiencia mágica. Aprendí mucho de la gente, tanto delante como detrás de cámaras. Y de alguna manera creo que me allanó el camino para el resto de mi carrera, porque me hice conocido por esa serie y tuve la suerte de poder aprovechar ese ímpetu. El piloto de esa serie la grabamos en 1988, hace mucho.

—También participaste en Star Trek: Enterprise. ¿Cómo fue trabajar en esa serie que se ambientaba antes de Spock y el Capitán Kirk?
—La gente me pregunta si cuando era chico soñaba con estar en Star Trek y ser capitán, y la verdad es que no. Nunca me imaginé que iba a ser posible. Yo era un tipo más del teatro, pero me encantaban Kirk y Spock. Así que hacer esa primera parte de Star Trek, fue genial porque me encantaba esa serie. Cuando me llamaron y me dijeron: “¿Te gustaría ser capitán de una de las naves y ser el primero en ir al espacio?”, me tiré de cabeza. Sentí que podía hacerlo y aportar algo distinto a la franquicia. Mis hijos eran chicos en ese momento y eso me ayudó muchísimo. Pero estar asociado con estas series, Quantum Leap y Star Trek me hizo uno de los nombres conocidos de la ciencia ficción.
—Desde hace siete temporadas sos el protagonista de NCIS: New Orleans. ¿Cómo fue adaptar la serie al momento que estamos viviendo, con la pandemia del coronavirus?
—Decidimos que como el programa tiene tanto que ver con Nueva Orleans, no podíamos ignorar la pandemia. Ignorar eso y hacer de cuenta que no había pasado nada no parecía una buena forma de contar una historia. Tuve la suerte de convencer a la compañía y a los escritores de que deberíamos ir en esa dirección. Empezamos la temporada como con un flashback antes de que la pandemia llegara a la ciudad y empezamos a recontar esa historia y cómo afectó a los personajes y a la ciudad. Porque la ciudad era el corazón de nuestra serie, y Nueva Orleans se vio muy afectada. Casi que hasta el final del último episodio no pudimos hacer nada con música en vivo. La gente no podía cantar, no podía tocar la trompeta por los temores relacionados con la enfermedad. Era un programa de ficción pero la pandemia nos afectó tanto a todos y a todas, tanto como la caída de las Torres Gemelas afectó la historia de los Estados Unidos. Entonces estoy muy contento de poder seguir contando buenas historias, considerando los parámetros que se nos impusieron por el tema de la pandemia y al mismo tiempo lidiar con la pandemia de una manera honesta.
—¿Cómo fue despedirse de este personaje y de Nueva Orleans?
—Fue difícil decir adiós, y para ser totalmente honesto, no esperábamos despedirnos este año. Entonces eso lo hizo más difícil todavía. Fue una sorpresa que la cadena dijera que quería avanzar con otras series. Especialmente con todos los problemas que hemos tenido durante el año para que la serie funcione, y que sea seguro trabajar durante la pandemia. La verdad es que fue más difícil todavía recibir esa llamada que nos decía que no íbamos a continuar, porque tuvimos éxito en momentos muy difíciles. A mí me encanta este personaje. Era un desafío y esperaba ir a trabajar todos los días con muchas ganas, porque también era el productor ejecutivo de la serie y estaba trabajando para convertirme en un mejor productor todos los días. Me encanta hacer trabajos donde puedo aprender. Y estaba aprendiendo, sin dudas, en cada una de las siete temporadas. Eso lo extraño. Extraño al elenco, extraño a todo el equipo y extraño la creatividad, también detrás de la cámaras.
—Con el auge de las plataformas de streaming, ¿cuál crees que es el futuro de las series de televisión?
—Creo que este tipo de series, como NCIS, de 24 episodios por temporada, serán cosa del pasado. Parece que las grandes empresas y los pequeños servicios de streaming se van a concentrar en temporadas más cortas, porque ahí es donde pueden tener un público que se queda por 10 o 13 episodios con ellos. Con este tipo de grandes producciones, de 24 episodios por año, es difícil mantener el público cautivo todas las semanas para que vean el programa, especialmente cuando es una serie de tantos años. Tuve la suerte de hacer tres series grandes de 22 y 25 episodios por temporada, pero sé que no va a durar mucho más. Cuando trabajas en ese tipo de series así de largas, mantener el nivel de producción y de narrativa, no es fácil. Por eso me parece que van a ser cosa del pasado. Si eso es bueno o malo, no lo sé. Pero sí sé que hay un montón de series buenísimas que están siendo transmitidas por streaming, que son más cortas y que de alguna manera pueden condensar todo en 10 episodios.