Por Nicolás Lauber
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Realizó 68 combates y, empató uno, perdió nueve y ganó 58. En su carrera peleó contra Muhammad Ali y Joe Frazier, fue campeón argentino de peso pesado y hasta se volvió un personaje de la televisión porteña en la década de los sesenta. Hay nombres que se convierten en leyenda con el tiempo, y después está Oscar “Ringo” Bonavena, cuya vida ha dado para películas, documentales y, ahora, para una serie sobre sus logros y su muerte.

Ringo: gloria y muerte es el título de la serie que se estrena hoy en la plataforma Star+. Está compuesta por siete episodios de una hora que protagoniza Jerónimo Giocondo Bosia y dirige Nicolás Pérez Veiga, quien también oficia como uno de los guionistas.

En el elenco también están Pablo Rago, Delfina Chávez, Lucila Gandolfo, María Onetto y Thomas Grube.

En la previa, protagonista y director charlaron con El País.

“Ringo tiene un montón de atributos de lo que puede llamarse ‘argentinidad’”, dice Jerónimo Bosia, para quien este es su primer rol protagónico.

“Hay una cosa pícara en él, en eso de ir al frente y por su aguante. Pero lo que lo hizo grande no fueron solo sus logros deportivos, sino su carisma y su personalidad fuera del ring. Era un showman”, resume el actor.

Contada en dos tiempos -inicios de los 60 en Argentina, mediados de los 70 en Estados Unidos-, la serie cuenta el ascenso del boxeador, presenta algunos problemas relacionados con su conducta y llega hasta su asesinato, a las afueras de un burdel en Reno.

Foto: Difusión

“Creo que lo más difícil fue construir la intimidad de Ringo sin conocerla, porque todo lo que se conoce de él es lo público”, dice Bosia. Por eso, el desafío fue entender cómo podría reaccionar o ser el deportista cuando nadie lo miraba.

“Se empezó a complicar en la parte de Reno que es la más enigmática de su vida, el momento donde menos se sabe de él y donde más hay que utilizar la imaginación”, sigue. “Ahí tuve que estar muy disponible emocionalmente, jugar mucho y entender qué piensa o diría Bonavena en esa situación”.

Desde el guion también se buscó encontrar el lugar más original y menos contado de Ringo, cuenta Pérez Veiga. “Al ser un personaje tan mediático y famoso, con tanto archivo audiovisual, gran parte de lo que decidimos contar es lo que pasaba puertas adentro en su vida. Están los hitos históricos y todo lo que tiene que estar, pero el trabajo desde el guion fue contar más la intimidad del personaje”.

Foto: Difusión

En la serie se mezclan grabaciones reales de la época con la ficción construida. El resultado está bien logrado.

En cuanto a la dirección, dice Pérez Veiga, se trabajó mucho con Bosia, quien tiene el physique du rol, y comenzó a entrenar mucho antes del inicio de los ensayos.

“Jerónimo tenía el desafío más grande. Por eso tratamos de armar el plan de rodaje de manera cronológica, para empezar con el Ringo joven y terminar cuando es mayor. No había tanta diferencia de edad, pero la había en su actitud y en su físico”, comenta.

Para mostrar la diversidad de momentos del pugilista, “se hizo una puesta en escena más espontánea, rápida, de cámara en mano y cruda cuando era más joven, y un lenguaje más estático, un poco más aletargado con planos más largos y oscuros, en el momento en que vivió en Reno”, explica Pérez Veiga.

En cualquier caso, el reto más importante fue tratar con respeto la figura de un deportista tan conocido e idolatrado, dueño de un perfil que no sería aceptado en estos tiempos.

“Omitimos cosas”, reconoce el director, “pero tratamos de tocar los temas polémicos, o aquellas cuestiones que en los 60 y 70 eran tomados y tratados de otra manera, y ahora son diferentes, como el rol de la mujer, la prostitución, la religión y la política. Tratamos de ser lo más transparentes con cada línea del guion y los personajes. No es una serie que busque generar polémica. Al contrario, políticamente tratamos de ser bastante medidos. No sé si está bien o mal, pero fue una decisión que tomamos. Queríamos que vaya por un lado humano más que un lado ideológico o político”.

Foto: Difusión

De allí el desafíos de lograr un producto intenso y respetuoso con el deportista y su familia. “Ese fue el mayor reto, que la serie transmita la intensidad que tiene que tener una obra audiovisual hoy, y a la vez tratar de que el personaje salga lo más enaltecido posible, porque esa era la idea. Nosotros fuimos a contar un Bonavena honesto, real, y heroico, no oscuro ni malo”.

La serie se llama Ringo: gloria y muerte, y tanto actor como director entienden que la gloria fue haber peleado contra Muhammad Ali. “El arco del personaje culmina ahí, en busca de ese sueño de pelear con el que era y terminó siendo uno de los atletas más importantes de la historia”, dice Pérez Veiga.

Y sobre por qué el personaje generó, y sigue despertando todavía, tantas pasiones a favor y en contra, el realizador entiende que todo se debe a su personalidad. “Cuando una persona tiene pocos grises y es tan determinada con cierta manera de pensar y vivir, genera eso. Cualquiera con esa personalidad y determinación, tanto en su vida personal como pública, siempre va a generar gente que se ponga de un lado o del otro”.