LUTO
El actor estadounidense, que fue nominado al Oscar por su papel como Sonny Corleone en "El Padrino", murió este miércoles a los 82 años.
Se podrá trazar toda una línea cronológica o analítica de la carrera de James Caan, el actor que murió a los 82 años, pero su trascendencia cabe en un solo personaje: Sonny, el temperamental hijo mayor de los Corleone, la familia mafiosa que estaba en el centro de El padrino. Su muerte agujereado a balazos en una garita de peaje es uno de los grandes momentos del cine. El papel le dio su única nominación al Oscar.
Caan era un recio y aunque pasó por películas de todo tipo, es esa imagen la que ha sido recordado en incontables obituarios cuando se supo su muerte. El pico más alto de su carrera han sido, claro, las década de 1970 y 1980 cuando encadenó protagónicos importantes a partir del impulso de El Padrino.
Así estuvo en Funny Lady con Barbra Streisand, la exitosísima y futurista Rollerbal de Norman Jewison, Aristócratas del crimen de Sam Peckimpah., Un puente demasiado lejos de Richard Atemborough, Llega un jinete de Alan J. Pakula, Capítulo dos sobre Neil Simon, Mi profesión ladrón de Michael Mann, Los unos y los otros de Claude Lelouch, La cuenta regresiva de Robert Altman. Misery, de Rob Reiner y de 1990, y en la que interpretaba a un escritor a merced de una de sus lectoras, fue su último gran papel.
Caan se presentó al casting para el papel de Michael Corleone, el protagonista que terminaría interpretando Al Pacino y se volvió uno de los personajes icónicos del cine. Al final se quedó con Sonny por un acuerdo entre Paramount que lo quería a él para hacer de Michael y Coppola que prefería a Pacino. Caan también tiene una aparición en El padrino 2.
“Fue muy aterrador”, le dijo Caan a Variety sobre la escena de su muerte. “Llevaba 147 ampollas de sangre encima y había 5.000 en el peaje y la verdad es que solo lo hice porque había chicas en el plató. Recuerdo que (el jefe de efectos especiales ) A.D. Flowers me puso estos cables, y mientras me los pone, murmura para sí mismo que nunca le puso tantas ampollas a alguien en su vida. Le dije, ‘¿Querés callarte la boca por el amor de Dios?’. Afortunadamente solo lo hicimos una vez”. O sea la escena histórica se rodó en una sola toma.
Caan, que estaba preparándose para participar en Megalopolis, el demorado proyecto de Coppola, quien también lo dirigió en The Rain People, que lanzó su carrera a fines de la década de 1960 y en Jardines de piedra, la película que representó a mediados de la década de 1980 el regreso del actor al cine tras un retiro de cinco años.
El papel de gangster lo perseguiría en toda una carrera que en su último tramo estuvo lejos de aquellas glorias. Incluso en Dogville, la experimental película de Lars Von Trier hizo de mafioso.
Famosamente rechazó papeles en clásicos como Star Wars y Atrapado por salida, lo que hubiera sido un gran cambio en su carrera.
Caan nació en el Bronx en 1940 y tras un comienzo en el off Broadway, inició una trabajosa carrera en televisión con participación en un montón de series. Sus primeras películas en cines fueron papeles en Irma la douce con Shirley McLaine y Diez horas de terror con Olivia de Havilland. Por entonces, también trabajó en dos películas de Howard Hawks, Línea roja 7000 y El Dorado.
Pero siempre será recordado por Sonny Corleone y su espectacular muerte en una garita de peaje solitaria. Es un montón.