Redacción El País
Instalada desde hace años en Playa Verde —el lugar que considera su refugio—, Laura Martínez atraviesa un momento pleno. Conduce desde hace ocho temporadas su magazine Laura Contigo, por Canal 11 Punta del Este; se recibió de instructora de taichi, motivada por su hijo Santiago de la Cruz, y da clases de ese arte marcial. Asegura que está feliz y sin cuentas pendientes.
A eso se suma un presente personal que le sonríe: en noviembre dará el “sí” con el empresario Leo Nedeff, con quien está en pareja desde hace ocho años, aunque recién ahora están probando la convivencia.
En una extensa e íntima entrevista con Seré Curioso, Laura repasó esta actualidad luminosa, pero también se permitió mirar hacia atrás y revelar, por primera vez, un episodio clave de su pasado. Habló sobre los comienzos de su relación con Cacho de la Cruz, su pareja durante 25 años —y con quien tuvo a su hijo Santiago—, y el fuerte rechazo que esa historia generó en su entorno familiar.
Se conocieron cuando ella fue convocada para bailar en El show del mediodía (Canal 12), cuando aún era menor de edad, aunque el romance comenzó poco después. Contó que cuando empezaron a salir, ella tenía 19 o 20 años. La diferencia de edad entre ambos —28 años— provocó una reacción tajante de su padre: “Me echó de mi casa. Me fui a vivir a la casa de una amiga de mamá que se llamaba Gloria”, reveló. Y aclaró que era la primera vez que hacía pública esta parte de su vida.
“Mi familia no lo aceptaba. Mi padre me quería matar. Lo criticaban a Cacho, el adulto, y a mí también. Decían: ‘Esta se quiere trepar o quiere avanzar en su carrera estando con Cacho’”, confesó.
El bullying, las dos bodas y el fin del amor
La pareja, que recibió todo tipo de comentarios y prejuicios por la diferencia de edad, también fue blanco de burlas: “Lo percibía a través de mis hermanos. Rufo (Martínez), un divino, me decía lo que le comentaban sus amigos. El bullying siempre existió, ¿no es cierto?”, se sinceró.
A pesar de las críticas y el rechazo inicial, la historia siguió adelante. Se casaron dos veces, tuvieron un hijo —que hoy tiene 25 años y estudia música en un prestigioso conservatorio en Barcelona— y la relación perduró durante años.
“La gente no daba dos pesos por nuestra relación, no nos daban más de dos o tres meses, y por parte de mi familia tampoco, eh. Y duró 25 años. Nos casamos primero en Las Vegas y pensamos que era todo joda, pero era todo de verdad. Todavía no me divorcié en Las Vegas, ahora que pienso…”, contó entre risas.
Consultada acerca del motivo de la separación, expresó: “Nos queríamos muchísimo, pero el amor se fue disipando. A veces se disipa a los tres meses o a los cinco, y con nosotros duró 25 años. Hay que ser fiel, pase lo que pase, a lo que uno siente”, reflexionó.
Hoy, Laura Martínez y Cacho de la Cruz mantienen un excelente vínculo, no solo porque son familia, sino también porque continúan compartiendo proyectos laborales. Este verano, Laura produjo Un Cacho de teatro, un unipersonal de Cacho donde repasa las mejores anécdotas de su carrera, y lo llevó de gira por todo el país.
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