La confesión de China Suárez sobre el inicio de su historia de amor con Icardi: "Cuando nos vimos en París..."

Redacción El País
Moria Casán abrió su programa La mañana con Moria con una frase que calzó perfecto a lo que estaba a punto de suceder: “Tenemos a la mujer más buscada del país”. Eso se debió a la entrevista, previamente grabada, que le realizó a Eugenia “La China” Suárez quien volvió a Argentina y habló sin tapujos de sus escándalos.

La actriz venía de una entrevista con Mario Pergolini el viernes, pero ante La One se mostró incluso más suelta. El repaso empezó por los inicios: la primera publicidad a los seis años, el desembarco al universo Cris Morena con Rinconcito de luz a los 11 y una exposición que nunca se tomó a mal. “Mi vida es muy expuesta y siempre fui auténtica, con lo bueno y con lo malo. Renegar de eso sería una boludez”, lanzó la actriz que llegó a Argentina para promocionar una serie de Disney+.

La conductora quiso saber si con Mauro Icardi había cambiado su mirada sobre la monogamia. Suárez aclaró: “Siempre fui muy de la monogamia. Siempre estuve de novia, pero nunca tuve relaciones muy largas, eran de uno a tres años. Porque me aburría, o no me entendían, tenía que estar reclamando o explicando. Y a mí me pasa con Mauro, en primera instancia que no lo pude explicar, que fue mutuo”.

Entonces llegó la pregunta clave:

—¿Te enamoraste en París?
—“Sí”, respondió Suárez, mientras Casán pedía un aplauso.

Moria puso en palabras el fenómeno mediático: “Lo que me provocó toda esta cosa que nos vienen atormentando en el buen sentido porque lo consumimos, porque no se habla de otra cosa. Enamorarse en París es cine, es cine de Woody Allen. Te vi darle un beso, no podés aguantar el amor”.

Suárez agregó que lo que le pasó con él fue difícil de explicar incluso para ella, y reveló que el primer movimiento lo hizo Icardi. El primer mensaje que le mandó, dijo, decía: "Esa boquita”.

Casán lo interpretó a su estilo: “Como los bebés van a buscar la boca de la madre que la besa”, y Suárez se rió: “Él se pone en modo bebé”.

Sobre el primer encuentro, Suárez solo dijo: “Era una suite linda”. También destacó la altura y presencia de Icardi: “Es que Mauro llega a un lugar y es imposible no verlo. Y ahí se me aflojaron las piernas. Y me robó un beso. Dije, ‘ah, arrancó fuerte’”. La actriz remarcó que “no podía disimular” lo que sentía y que la conexión fue inmediata. Después de aquella noche, sin embargo, aseguró que no hablaron "por tres años”.

Casán fantaseó: “Yo lo imagino como amor. Acostarse y no hacer nada”, en relación a aquella primera noche que pasaron juntos. Suárez admitió: “Algo así”. Sumó que el encuentro había ocurrido mientras grababa la película Objetos en Madrid, e incluso que ella se sacó el pasaje para ir a verlo.

Foto: Captura.

Casán quiso profundizar en el contexto emocional de la China en aquel momento, y Suárez fue contundente: “Cuando empezó todo yo estaba bajo tierra. Porque estaba en una relación donde no me sentía deseada, no me sentía amada”.

Moria preguntó si se refería a Rusherking y ella corrigió: “No, antes”.

—Ah, con Benjamín.
—Nada, cosas de la rutina.

La actriz contó que la separación le pesó: “Ya me daba culpa haberme separado del papá de Rufina (Nicolás Cabré), lo sentí como un fracaso más allá de que parezca que soy fuerte y me llevo el mundo por delante”.

Cuando Moria sugirió un “patrón emocional” y la describió como “una especie de geisha" de su hombre, Suárez se defendió: “Es al revés. Yo quiero que me conforme, que me trate como una reina. Y si me empiezan a faltar esas cosas, al ser tan enamoradiza, de idealizar el amor, yo estoy esperando el gesto que me diga que soy la más linda, qué buena actriz, que me acompañe, qué buena madre. Necesito que mi pareja me lo haga sentir, porque yo soy así con la otra persona. No me considero una persona dependencia emocional, pero sí me gusta mucho la pareja y estar enamorada. Soy pisciana, recontra pisciana”.

Casán remató: “Pero con Mauro te enamoraste, es el primero que te mueve el piso”.

Suárez aceptó: “Yo perdí la cabeza totalmente”.

Foto: Captura Youtube.

Consultada sobre su relación con Cabré y por qué la vivió como un fracaso, Suárez explicó: “Para mí fue una frustración. Yo era muy chica, Rufi fue muy buscada, fue una decisión que tomamos… Para mí, separarme, volver a separarme, era como otro fracaso. Yo lo viví así”. Recordó una discusión decisiva y una frase que le dijo una amiga: “‘Nunca vas a tener esta misma edad… hace un año que estás llorando. No puede ser’”.

Ya metidas en el Wandagate, Moria le marcó que ella cambió de pareja y de continente para estar con Icardi, mientras que otra podría haberse quedado con la vida que tenía. Suárez respondió: “Es que yo nunca fui cómoda con nada. Siempre voy por las cosas que quiero… Me pasó con Mauro que me dio una seguridad que si no la hubiese tenido, no me hubiese mandado tan de cabeza”.

Sobre los tres años sin contacto con Icardi, Suárez fue clarísima: “Lo odié, era mala palabra”. Explicó que “cuando nos vimos en París, él estaba separado. Eso es lo que no se sabe. Cuando chateábamos, él estaba separado, pero no se sabía públicamente. Por eso lo odié profundamente, fue una traición muy fuerte porque sentí que me quedaba sola con todo el quilombo”.

Foto: Captura de Instagram @sangrejaponesa.

El reencuentro definitivo llegó por una tercera persona: “Nos reencontró una persona que tenemos en común. Fue muy loco. Me dijo: ‘adiviná quién me reaccionó a tu historia’… Y me dice: ‘Icardi’. Y le pregunté ‘qué te puso’. Y a él le dijo: ‘la China preguntó por vos’. Y cuando le pregunto por qué hizo eso me dijo: ‘porque soy brujo, tenían que estar juntos’”.

Así, los dos pasaron días hablando y revisando viejas heridas. “Nos juntamos como tres días, como una auditoría. Mostrame tal cosa, por qué dijiste tal cosa”. Sobre las frases de aquel entonces, Suárez recordó: “Sí, moncha, que ahora nos reímos, porque yo soy moncha toda la vida. Eso no me lo saca nadie”.

En otro momento, Casán quiso saber por qué el escándalo sigue vivo. Suárez lo atribuyó a quienes lo alimentan y a su propio silencio: “No están acostumbrados a que hable, y no es que sea tibia, pero estuve mucho tiempo en relaciones donde me decían: ‘calladita te ves más bonita’. Por un lado tenía el mensaje de mi papá de ‘defendete’, en el colegio era bravísima. Después tuve una pareja que era muy polite para afuera y lo hacía para complacerlo… No me gusta el conflicto, aunque parezca un chiste que diga que no me gusta el conflicto. Pero el conflicto real, en la vida, no me gusta. No me siento cómoda”.