Redacción El País
Federico Buysan y Cata Ferrand son, desde hace años, una de las parejas más consolidadas del medio. Se conocieron trabajando en Día perfecto (Teledoce), donde compartieron pantalla, complicidad y, eventualmente, vida. Se casaron, formaron una familia y hoy son padres de Simona y Cayetana. En una reciente entrevista en De ida y vuelta (TV Ciudad), el periodista deportivo abrió la puerta a su intimidad y reveló un dato poco conocido sobre su vínculo con Cata.

“Llevo casi 15 años con Cata y charlamos mucho estas cosas. Ella es reprofunda, conecta, y yo soy el polo opuesto. Por eso nos llevamos tan bien, porque nos complementamos”, contó Buysan. Destacó, además, la mirada atenta y espiritual de su esposa frente a su estilo de “palo y palo” y seguir de largo.

Con humor, definió ese contrapunto cotidiano entre ambos: “Cata es instructora de yoga y lo más cerca que estuve yo es ver el título que tiene”. Y agregó entre risas: “Conmigo sabe que no tiene chance. Soy reduro, ni cercano a algo flexible. Todo el tema del silencio, la concentración y el ir a un viaje medio profundo está alejado a mi día a día”.

Buysan es hoy la figura principal de El Espectador Deportes, además de trabajar en Teledoce y DirecTV. Aun así, se hace tiempo para lo que considera su única disciplina de riesgo: jugar al fútbol con sus amigos veteranos todos los sábados de mañana.

“Es el único día libre que tengo de mañana y es mi motivación. Te levantás con helada, sin entrenar en toda la semana, y vas a sobrevivir los 80 minutos”, relató. Este verano se fracturó el peroné jugando, y bromeó con que “ese es su riesgo”, cuando le preguntaron si le interesaba algún deporte de aventura.

Foto: Ignacio Sánchez.

La charla también dio lugar a un recuerdo inesperado: su fugaz intento de seguir los pasos de su abuelo. “Quise ser médico. Mi abuelo era neurólogo grado 5, era mi ídolo, y yo quería ser como él, sin saber todo lo que había que estudiar. Estaba mal de la cabeza”, contó.

Se anotó en el liceo 1 para hacer bachillerato de Medicina, pero a los 17 hizo una prueba de radio, empezó a trabajar y abandonó. “Siempre digo que tengo primeros auxilios”, bromeó.

Según dijo, el deporte siempre estuvo presente en su casa. Jugó al baby fútbol, se probó en algún equipo, y además tenía una amada colección de revistas El Gráfico y Goles, argentinas ambas, que perdió en una mudanza.

“Perdí esa colección en una mudanza. Es un lío familiar. Marcharon en alguna mudanza de mis viejos y fue un dolor”, cerró.