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Tres Buitres cuentan cómo va a ser el show 360 que van a mostrar en el Antel Arena

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Buitres
Buitres.
Foto: Estefanía Leal.

ENTREVISTA

El cantante Gabriel Peluffo, el guitarrista Gustavo Parodi y el bajista Orlando Fernández charlaron con El País sobre el momento de la banda.

Buitres lleva más de 30 años en la escena, aportó clásicos al cancionero uruguayo, sobrevivió a algunos cambios de formación y se consolidó como una de las bandas más convocantes del rock uruguayo. Sin embargo, pasa el tiempo y aún hay algo que no consiguen.

“Es por lo que hemos luchado y por lo que vamos a seguir luchando”, lanza Gabriel Peluffo en un momento de su diálogo con El País. “Lo único que reclamamos es poder estar juntos los últimos 20 minutos antes de subir al escenario sin que nadie nos venga a decir o a pedir algo”, dice y consigue la carcajada cómplice de Orlando Fernández y Gustavo Parodi.

“En serio, es muy difícil”, complementa, entre risas, Parodi, el guitarrista. Pero más allá de cualquier broma sobre los pedidos de fotografías o videos antes de salir a escena, ese “pequeño ritual” —como define Peluffo— carga con el mismo significado que escuchar a una multitud golpearse el pecho mientras grita: “Toca Buitres, y si muero hoy, el cielo puede esperar” en el cenit de sus recitales. “Es que ese momento nos permite reconocer la parte humana de la banda y entender por qué estamos juntos después de tanto tiempo”, explica Peluffo.

Buitres, como otros tantos grupos, salieron de la pandemia reforzados. En febrero, luego de dos años de pausa obligada, celebraron su regreso con un show de entradas agotadas en el Parque Roosevelt y le dieron paso a una serie de presentaciones en festivales del interior. Pasaron por Melo, Minas, Salto, Parque del Plata, Paysandú, Treinta y Tres e incluso Buenos Aires e hicieron dos actuaciones tirando a íntimas en Montevideo.

Fernández, Parodi y Peluffo. Foto: Estefanía Leal.
Fernández, Parodi y Peluffo. Foto: Estefanía Leal.

Cuando se les pide que elijan a los recitales que mejor representan esta vuelta, se quedan —al menos en palabras de Parodi— con el del Parque Roosevelt y el de Parque del Plata. “El primero fue glorioso, y el otro está entre mis mejores toques con Buitres en 30 años”, asegura. “Fue en la Fiesta de la Cerveza Artesanal; la noche estaba divina y había un montón de gente contenta. Es por estas cosas que está hecha la banda: en realidad, nosotros vivimos para tocar en vivo, no para grabar canciones”.

Mañana, a siete meses de su regreso a los escenarios, Buitres llegará al Antel Arena —donde ya actuaron en 2019 para celebrar sus 30 años— en la que será una de las mayores apuestas de su historia. Será la presentación oficial de Mecánica popular, su trabajo de 2019 que les consiguió los Graffiti a mejor álbum y banda del año. También marcará una nueva manera de tocar en vivo: estarán en el centro del campo sobre una plataforma circular que le dará una visión de 360 grados al público. “Eso le da un atractivo especial a la presentación”, dice el cantante.

“Nuestras referencias son el show de The Beatles en el Coliseo de Washington en 1964, y la vuelta de Elvis Presley en 1968”, agrega Parodi. Y cuando se les pregunta si la imagen del grupo tocando entre la gente carga con una energía especial luego de dos años de protocolos sanitarios y distanciamientos, Fernández, el bajista, responde: “no lo hicimos por eso, pero si lo pensás de esa manera está buena la idea. Es una perspectiva distinta la que tiene la gente, porque cuando ponés el escenario en la punta hay gente que queda muy lejos; acá estás muy cerca del público y los acercás al escenario. Eso es tremendo”.

—Hace un ratito Parodi mencionaba que Buitres es una banda para tocar en vivo, no para grabar canciones. ¿Qué hace de los recitales el combustible para que la banda siga junta después de 30 años de carrera?

Peluffo: Cuando uno hace la obra es para tocarla. Lo mágico pasa cuando ese tema que hiciste en un ensayo y que luego transformaste en el estudio de grabación para convertirlo en algo mucho más grande, se toca en vivo. La banda tiene la suerte de tener, luego de muchos años, un montón de canciones que se transformaron en lo que se podría definir como emblemáticas. Pero lo grandioso es tener otras nuevas como “La primera vez” o “Diciembre”, de Mecánica popular, y que la gente te las pida. Esas nuevas flores son, para mí, lo que te mantienen vivo porque no es que estamos tocando los mismos temas todo el tiempo. Es algo que aprendimos a disfrutar con los años porque antes nos angustiaba mucho tener que presentar algo nuevo y sentir que nos iban a matar. Ahora lo vivimos con naturalidad.

Fernández: Además está la relación con la gente. Yo estoy hace menos tiempo con la banda, pero se generó una relación tremenda: hay personas que te siguen a todos lados y que te las encontrás, charlás y opinan de las canciones. Eso está muy bueno.

—¿Qué representa Butires en este momento de sus vidas?

Peluffo: Para mí es un torbellino de emociones, y lo que me da esta banda en vivo es tremendo: me vibran los huesos, los músculos y hasta el alma. Es un espacio creativo que sé que es difícil y por el que tengo que pelear mucho, pero es muy exigente en el cual comparto una actividad artística de grupo y me puedo expresar. Para mí, eso es lo máximo.

Parodi: Para mí es lo mismo: la suerte que tenés de subirte a un escenario con tipos que están afín tocando algo que está bueno y que es tuyo. Significa la chance de subrite a un escenario, enchufar la guitarra y hacer ruido mientras el otro hace lo mismo y aquel (en referencia Peluffo) está cantando y dando vueltas carnero por ahí, y la gente está contenta. Está buenísimo que te pase eso porque hay mucha gente que lucha por eso y no lo logra nunca, pero a nosotros se nos dio. Es glorioso poder hacer lo que te gusta con tipos con los que te llevás bien y con los que te cagás de risa de nuestros defectos. No podés pedir mucho más. Encima todo pasó en un lugar donde te criaste escuchando que nunca ibas a poder tocar una guitarra eléctrica ni tener un grupo de rock...

Peluffo: O que el rock en español nunca iba a gustarle a nadie...

Parodi: Claro, en un lugar donde nos dijeron que nunca se iban a lograr determinadas cosas, tuvimos una banda, nos fue bien, grabamos una cantidad de discos, tocamos en una cantidad de escenarios y se generaron patriadas de gente en distintos lugares del país. ¿Qué más podés pedir? Podés decir que podíamos haber llegado más lejos, pero si no lo hicimos fue por culpa nuestra. Está bueno sentirse feliz y conforme; eso es lo que representa Buitres, como en su momento fueron Los Estómagos: hacer cosas a pesar de lo que te digan. Es tan simple como eso.

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