Camilo Astiazarán estaba convencido de que iba a ganar la Beca Talento para Matrícula que la Fundación Cultural Latin Grammy otorga cada año a tres músicos de todo el mundo. “Mi vida estaba direccionada a eso”, asegura el guitarrista de 25 años. “Sabía que era muy difícil que pasara, pero tenía claro que eso era lo que quería”. Le tomó cuatro años de preparación, varias frustraciones y una convicción inquebrantable para consagrarse como el primer uruguayo en recibir el prestigioso reconocimiento.

En enero, el compositor viajará a Estados Unidos para ingresar al Berklee College of Music —la universidad privada de música más grande del mundo—, donde estudiará durante cuatro años para especializarse en composición. “Es como que estoy en un auto a 120 kilómetros por hora, y todavía no puedo parar a ver algunas cosas”, dice cuando se le pregunta sobre lo que significa este desafío. “Sé que es un viaje que puede implicar un cambio de vida drástico... y tengo muchísimas ganas de hacerlo”.

Este camino inició en 2019. Astiazarán, que estudia guitarra desde los 8 años, acababa de publicar Orígenes, un EP de cuatro canciones instrumentales que nacieron durante sus viajes familiares a Nueva Helvecia. “Mi abuelo había fallecido hacía poco y cada vez que iba para allá, a visitar a mi abuela, me volvía con una o dos composiciones, así que sentí que tenía que aprovechar eso”, dice sobre un trabajo en el que conviven las influencias del candombe, la música clásica y el jazz. “Más allá de todo, implica estudiar; a la hora de componer es importante estar en un lugar tranquilo que te permita conectar con lo que sentís, y la casa de mis abuelos tenía eso: conectar mi infancia y con lo lúdico de la música, que a veces con tanto trabajo corre riesgo de perderse”.

Orígenes, que en su mayoría fue interpretado en formato de guitarra solista, fue clave en el inicio de su carrera. Se presentó en teatros de Montevideo y el interior, y despertó el interés de músicos como Popo Romano, Gabriel Estada, Pitufo Lombardo y Gustavo Ripa, que lo invitaron a participar en sus shows y grabaciones. “Gustavo es una referencia para mí”, asegura sobre el exguitarrista de Rumbo, que en 2022 lo convocó para ser parte del show de celebración de sus 50 años de carrera. “El proyecto Calma, con el que ha versionado a la música uruguaya, ha sido una influencia importante, y que me haya llamado para tocar con él fue una motivación muy grande”.

En 2019, además, Astiazarán viajó a Nueva York para vivir una experiencia aún más definitoria que la salida de Orígenes. Estudió composición e improvisación con los pianistas Shai Maestro y Nitai Hershkovits, vio varios conciertos de jazz que lo marcaron, y volvió con una idea fija. “Antes del viaje ya tenía en la mente que quería salir de Uruguay para estudiar, y cuando volví tenía la confirmación”, dice. “No había manera de que no pensara en eso todos los días”.

Empezó a estudiar con el objetivo de ingresar a Berklee, pero en marzo de 2020 irrumpió la pandemia y lo sintió como “un golpazo”. Sin embargo, no perdió el foco. “Estudié muchísimo”, dice. “Preparé clases de inglés, tuve lecciones por Zoom y planifiqué toda mi vida con la mente puesta en el viaje. También ahorré mucho porque esto tiene muchos componentes que no se limitan a sentarse a estudiar”.

En 2022 se presentó por primera vez a la Beca Talento para Matrícula que ofrece la Fundación Cultural Latin Grammy, y que otorga 100 mil dólares para cubrir la matrícula de cuatro años de estudio a tiempo completo en una universidad de música. “Para aplicar primero tenés que tener una carta de aceptación de la universidad, y yo logré una beca de Berklee, pero no de la Fundación. Aunque quedé como finalista”.

Le tomó varias semanas digerir la negativa, y luego volvió a prepararse. “Fue difícil, pero tenía la constancia de saber que eso era lo que quería hacer”, dice. “Mi madre, mi padre y mi hermano fueron muy importantes en el proceso y me apoyaron hasta el final. Yo estaba tan concentrado en esto que cuando llegó año nuevo los tres, por separado, me dijeron:‘Esta vez va a salir’. Fue muy fuerte”.

En junio publicó tres videos en su cuenta de YouTube que muestran su versatilidad como músico: versionó “Darshan”, de Jorginho Gularte, al frente de un sexteto que fusiona jazz y candombe; interpretó “Drão”, de Gilberto Gil, en guitarra solista; y grabó “199”, una de sus composiciones. “Quería mostrar mis facetas como músico”, explica.

Luego de volver a conseguir la aceptación de Berklee, Astiazarán se presentó a la Beca Talento para Matrícula y esta vez fue diferente. “Tuve una entrevista en la que me dijeron que estaban sorprendidos por mi calidad como compositor, intérprete e improvisador, y que habían valorado mi persistencia porque el año pasado había quedado como finalista”, relata. “Cuando me dijeron que había sido seleccionado fue increíble; estoy cayendo todavía”.

Y si bien la beca del Latin Grammy es de gran ayuda —cubre 25 mil dólares por año—, no alcanza para solventar todos los gastos del uruguayo. “Es un apoyo enorme, pero no cubre el alojamiento, la comida ni la tecnología que se requiere para estudiar en Berklee”, admite. “Son muchas cosas a revolver”. Por eso, se abrió un colectivo en Abitab (134962 - Camilo Astiazarán) para quienes quieran colaborar con su sueño. También hay dos cuentas Brou en las que aportar, una de Caja de ahorro pesos (110158791-00003) y otra en dólares (110158791-00004).

A su vez, el domingo 1° de octubre ofrecerá un concierto de despedida en Sala Camacuá, del que participarán varios invitados y que también sumará a su causa (RedTickets). “Tengo todas las energías puestas en esto”, dice sobre lo que se viene. “Quiero aprovechar este estímulo para aprender todo lo que se pueda”.