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"Stranger Things" logró que un clásico de Kate Bush sea la canción más escuchada del mundo

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Kate Bush. Foto: Difusión.

HISTORIA DE UNA CANCIÓN

El miércoles, "Running Up That Hill" (1985) acumuló más de 8.5 millones de reproducciones en Spotify en un día y se impuso éxitos de Harry Styles y Bad Bunny. Conozca la historia de su resurgimiento.

Ni siquiera el furor que despertó Bohemian Rhapsody, la exitosa biopic sobre Freddie Mercury, logró lo que Stranger Things en poco más de una semana: que un clásico pop del siglo XX se convierta en la canción más escuchada del mundo en Spotify. Es que “Running Up That Hill (A Deal With God)”, que la británica Kate Bush lanzó en 1985, resurgió gracias a su inclusión en una escena clave de la cuarta temporada de la serie de Netflix —que, por supuesto, no vamos spoilear—y, aunque parezca insólito, el martes llegó al número uno de Spotify para imponerse ante “As It Was”, de Harry Styles; y “Me porto bonito”, de Bad Bunny y Checho Corleone. Ayer se mantenía en el tope de la lista con 8.5 millones de reproducciones en un día.

Este hito confirma el impacto cultural de Stranger Things, uno de los mayores éxitos de Netflix. Y, más allá de la nueva vida de ese éxito perdido de Bush, los números lo avalan: en los primeros 10 días desde su estreno, la primera parte de esta cuarta temporada acumuló 621,8 millones de horas de reproducción. En Uruguay, se mantiene como la serie más vista de Netflix y todo indica que va a seguir ahí un buen tiempo. En cuestión de semanas, podría superar el récord de El juego del calamar para convertirse en la serie más vista de la historia de la plataforma.

No es novedad que alguna serie o película logre revivir clásicos —el caso más reciente es el de “Something In the Way”, de Nirvana, que llegó al Top 10 de Spotify gracias a su inclusión en la banda sonora de la nueva encarnación de Batman—, pero lo de Bush y su “Running Up That Hill” es un caso único. Lo más cercano es, decíamos, el furor en torno a Bohemian Rhapsody, que a finales de 2018 llevó a varias canciones de Queen al Top 10 de Spotify, pero lo de Bush es todavía más significativo. Por eso, que Stranger Things haya logrado que un dramático tema ochentero se meta entre las tendencias es una verdadera sorpresa.

Y la cantante, que no saca discos desde 2011, está tan asombrada como el resto del mundo. “Es posible que hayas escuchado que la primera parte de la nueva serie fantástica y apasionante de Stranger Things se lanzó recientemente en Netflix”, escribió días atrás en su página web. “Incluye mi canción ‘Running Up That Hill’, a la que los jóvenes fanáticos del programa le están dando una nueva vida. ¡A mí también me encanta! Es muy emocionante”.

Es toda una reivindicación para la artista que fue descubierta por David Gilmour a los 16 años. Fue el cantante y guitarrista de Pink Floyd el que le consiguió un contrato para que tras años después lanzara su debut, The Kick Inside (1978), que grabó junto a varios veteranos del rock progresivo y que incluyó “Wuthering Heights”, su primer gran éxito.

Luego de los discos Lionheart (1978), que incluía el hit “Wow”; Never for Ever (1980), de donde salió la atrapante “Babooshka”, uno de los mayores sucesos de su carrera, y The Dreaming (1983), de carácter más experimental y autoproducido por Bush; la artista abrazó la consolidación con Hounds Of Love (1985). Elogiada por la crítica —en 2020, la revista Rolling Stone lo nombró como el 68° mejor disco de la historia— y con un enorme desempeño comercial —fue uno de los álbumes más vendidos de ese año—, es la cúspide de la artista de voz refinada y letras poéticas.

Al igual que los vinilos y los cassettes de la época, Hounds Of Love está dividido en dos caras. La primera es una seguidilla de hipnóticas canciones pop repletas de sintetizadores como “The Big Sky” y “Running Up That Hill”; la segunda, titulada “The Ninth Wave” —“La novena ola”, en español—, donde narra la historia de una mujer perdida en el océano.

Running Up That Hill”, que ahora musicaliza miles de videos de adolescentes en Tik-Tok, destacó en el repertorio. Gran parte de su éxito se debe a ese atrapante pero extraño riff de sintetizador que suena a ladridos extremadamente filtrados. Es como una invitación a pasar una noche en 1985. A eso hay que agregarle el pulso tenso de una batería y las exóticos pinceladas de una balalaika.

El combo se completa con la letra, que aborda una clásica discusión entre una pareja. “Se trata de una relación entre un hombre y una mujer. Se aman mucho, y el poder de la relación crea inseguridades”, explicó años después. “Propone que si pudieran llegar a un acuerdo con Dios, y el hombre pudiera ser la mujer y la mujer el hombre, quizá podrían entender cómo es ser la otra persona y aclarar sus malentendidos”.

Imagen de la cuarta temporada de la serie "Stranger Things". Foto: Difusión
Imagen de la cuarta temporada de la serie "Stranger Things". Foto: Difusión

La canción, que originalmente se llamó “A Deal With God” —“un trato con Dios”, en español—, estuvo a punto de no existir. Es que los ejecutivos de EMI temían que la mención a Dios en el título tuviera una recepción negativa del público más conservador. Por eso, Bush le cambió el título a “Running Up That Hill” y la lanzó. Fue un éxito instantáneo y, 37 años después, vuelve a sonar en todos lados gracias a la influencia de una serie que celebra los ochenta.

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