PERFIL

Arrancó el año con un nuevo disco, Dharma, que presenta con una gira de 70 fechas. Cantó “Dos Oruguitas” en los últimos Oscar, protagonizó la comedia de Netflix Érase una vez... pero ya no y fue jurado de La Voz Kids. 2022 es el año más productivo de Sebastián Yatra, el colombiano que se prepara para volver a Uruguay en el mejor momento de su carrera.

Su última visita fue en 2019, también al Antel Arena, donde presentó un verdadero espectáculo. Subió a cinco jóvenes al escenario para un dance challenge; invitó a su entonces pareja, Tini Stoessel, a cantar “Cristina”; cambió de vestuario en numerosas ocasiones; y se ganó al público cuando vistió la camiseta de la selección uruguaya. “No nos dimos cuenta de que estas canciones tan sencillas eran un punto convergente donde ahora nos encontramos. La música es una especie de arma sanadora. Me dan luz y me dan fuerzas, Uruguay”, lanzó sobre el final de aquella noche prepandémica.

En estos tres años, cambiaron bastantes cosas. La más comentada, además de la irrupción de la pandemia, es su ruptura con Tini, cuyo nuevo romance con Rodrigo De Paul alimenta las noticias de portales hace meses. Pero hay otra cosa, mucho más valorable en la vuelta: la evolución artística del músico de 27 años.

La primera muestra llegó en mayo del año pasado, cuando grabó una delicada y abolerada versión de “Paloma” junto a Andrés Calamaro, Leiva e Iván Ferreira. Fue toda una novedad para los que escucharon sin parar a “Traicionera” y “Ya no tiene novio”, que tuvieron presencia obligatoria en las radios uruguayas. “Me encanta esta reinterpretación y la sensibilidad que le ponen mis tres mosqueteros”, celebró Calamaro,

Tiempo después, Yatra volvió a demostrar que lo suyo era mucho más que música urbana y baladas de piano. Lo hizo con “Llorar”, su versión en español de “Big Tears”, uno de los grandes éxitos de Elvis Costello & The Attractions, que grabó para el álbum Spanish Model. Mientras tanto, siguió con su fábrica de hits y grabó, junto a Myke Towers, uno de los temas más populares de 2021: “Pareja del año”.

Pero la verdadera confirmación llegó en octubre de la mano de “Tacones rojos”, un adictivo tema de pop vintage con guitarras funky y coros a lo Earth, Wind & Fire. Fue un éxito instantáneo que lo embarcó en una larga gira de prensa por Estados Unidos y que transformó a Yatra en uno de los artistas más escuchados del verano.

Así inauguró la etapa de Dharma, su tercer disco. Ese, que rankea como el mejor de su carrera, parte de una intención: la de liberarse de toda etiqueta y posible encasillamiento. Durante casi una hora se pasea por el punk-pop, la fusión entre vallenato y rumba flamenca, la cumbia orgánica y el rock. Es una grata acumulación de sorpresas.

“Este álbum va por todos los lados. Mi idea fue poder contar y transmitir todas las emociones que sentimos los seres humanos relacionados al amor y la atracción”, comentó tras su salida en enero.

Y, básicamente, este es un disco sobre la reconstrucción de un corazón roto. Aborda de manera lineal todas las fases de una relación y su final —el despecho, la melancolía y la superación— a base de buenas canciones. La más representativa es “Melancólicos anónimos”, que recrea una conversación por FaceTime con una psicóloga que lo contiene en los momentos más difíciles de su duelo amoroso.

Dharma, un término que —según supo describir— representa el “presente, el apreciar la vida con lo que viene”, captura su intención artística. “Para mí es superimportante dejar algo bonito en los corazones de los niños que me escuchan hoy en día, de los adolescentes, los adultos, y dar un ejemplo bacán”, le comentó a El País en 2019. “Uno, cuando le entregan un micrófono y la gente lo escucha, tiene la oportunidad de sumarles algo bueno. Y yo trato de hacerlo con mucha responsabilidad y con mucho respeto”, agregó en su momento.

Algo de eso demostró en marzo, cuando se convirtió en el primer colombiano en cantar en la ceremonia de los Oscar. Lo hizo acompañado del guitarrista uruguayo Freddy Ramos, con quien interpretó “Dos oruguitas”, de la película Encanto, nominada como mejor canción. “Lloré mucho después de haber cantado”, dijo luego durante su paso por El Hormiguero. “Fue el momento más emotivo de mi vida profesional, sin duda. Representando a toda la gente que habla español y a toda la gente de mi país, Colombia”.

Ahora, Yatra está enmarcado en una gira que ya pasó por unas cuantas ciudades españolas y hoy desembarca en Chile. El domingo le llegará el turno al Antel Arena, donde ofreció aquel show de entradas agotadas. Para esta ocasión quedan unos pocos ingresos disponibles en Tickantel, y los precios van de 3356 a 3985 pesos.

El repertorio es de más de 20 canciones e incluye los éxitos “Traicionera”, “Tacones rojos”, “Ya no tiene novio”, “Chica ideal” y “Un año”. Al igual, que aquella noche de 2019 en Montevideo, el colombiano estará acompañado por pantallas gigantes, banda, bailarines y toda la parafernalia que suele definir sus espectáculos.

Pero hay algo más que sobrevuela los recitales del artista y que se ve en su cuenta de Twitter cada vez que baja del escenario: el constante agradecimiento a su público. Ya se lo vio en el Antel Arena cuando cantó “No hay nadie más”, de su disco debut. Mientras lo iluminaban miles de flashes, expresó: “Nos acompañan hoy en la materialización de un sueño”. Estaba al borde de las lágrimas, y aunque ya lo dijo cientos de veces en diferentes escenarios, a uno le queda la sensación de que sus palabras son pura honestidad.