Música

El matrimonio de Beyoncé y Jay-Z sorprendió con su primer disco en conjunto que muestra su relevancia cultural

Son la realeza. O al menos, lo más cercano a ella que puede encontrarse en la industria cultural de Estados Unidos (lo sentimos, Kim y Kanye). En la última década, desde el comienzo de su matrimonio, el dúo entre la cantante Beyoncé y el rapero Jay-Z se posicionó como un fenómeno artístico imparable. Ahora, después de sus años más turbulentos a nivel personal, pero más prolíficos a nivel creativo, están listos para volver a dominar al mundo.

Así lo demuestran con el lanzamiento de Everything Is Love, su primer disco en conjunto que publicaron bajo el nombre The Carters, que se desprende del apellido de él. Los músicos fueron fieles a una estrategia que han seguido en los lanzamientos de sus últimos discos solistas y el álbum se hizo disponible el fin de semana pasado sin previo aviso. En el hemisferio norte, el estreno se convirtió en un evento tan importante como el Mundial en esta parte del mundo.

Más que un videoclip, “APES**T” es una declaración de poder. Para su filmación, los Carter lograron tener al Museo Louvre -el más visitado del mundo anualmente- cerrado exclusivamente para ellos. El video, que muestra a la pareja en diferentes locaciones a lo largo del Louvre, fue coreografiado por la bailarina belga Sidi Larbi Cherkaoui, y se grabó durante las noches del 31 de mayo y el 1° de junio.

Con una duración que supera los seis minutos, el audiovisual está repleto de imágenes que han alimentado múltiples análisis en la web. El consenso general, de todas formas, destaca el reclamo que la pareja negra hace al pararse completamente sola frente a algunas de las obras del arte occidental más célebres de la historia. Al posicionar atrás de ellos a varias pinturas neoclásicas, hechas por artistas blancos y sobre personajes blancos, la dupla y una serie de bailarines ponen el foco en lo afro, mientras celebran el éxito de los Carters como una de las parejas negras más célebres del mundo.

Everything Is Love, por su parte, también es una declaración de amor, como lo resume su título. El disco representa el primer gran esfuerzo colaborativo entre ambos (aunque no es la primera vez que trabajan juntos) luego de una etapa personal problemática, en la que estuvieron bajo el escrutinio de una prensa que se cuestionó, constantemente, si el matrimonio estaba a punto de ver su fin.

El disco también representa el cierre de una trilogía no oficial entre ambos músicos, que comenzó con otro lanzamiento sorpresivo de Beyoncé: su disco conceptual Lemonade. El álbum, que también fue acompañado de visuales tan elaborados como los de “APES**T”, es considerado el trabajo mejor logrado de la cantante y uno de los mejores de 2016.

En Lemonade, una obra compleja que terminó de consolidar a la artista como la mayor exponente estadounidense del hip hop y el R&B, Beyoncé habló sobre su identidad como mujer negra, la fe y la infidelidad marital, que provocó una cacería mediática para saber qué pasó entre ella y su esposo.

Jay-Z, quien confesó haber engañado a su esposa en una larga entrevista con The New York Times, lidió con sus demonios en su propio disco solitario de 2017, 4:44, en el que también se cuestionó su lugar como ícono de la comunidad negra y las actitudes que lo llevaron a casi destruir su familia.

Así que en su primer disco juntos, y tras haber resuelto parte de sus problemas, los Carter apuntan a mantenerse unidos. En el álbum, que cuenta con un sinfín de productores entre los que se destaca Pharrel, no solo apelan a alcanzar la prosperidad entre ellos, sino también la de empoderar un futuro prometedor para la comunidad negra, que incluye a sus tres hijos.

Everything Is Love marca un comienzo auspicioso para una nueva fase creativa de Beyoncé y Jay-Z . Mientras tanto, la dupla seguirá en su gira internacional On the Run II donde noche a noche celebran su amor, su éxito y su lugar como un dúo artístico legendario.