Redacción El País
El sábado, el show de Buitres en el Teatro de Verano tuvo entradas agotadas, clásicos del rock uruguayo, mucho entusiasmo del público y, entre tantas otras cosas, una apratosa caída de Gabriel Peluffo.
Sobre la mitad del recital, el cantante hacía su habitual recorrida por el escenario entre bailes y movimientos sutiles, cuando tropezó con uno de los equipos de sonido ubicado entre Pepe Rambao y Gustavo Parodi. Caminaba hacia atrás mientras entonaba "Ojos rojos", y un error de cálculo lo terminó por derribar.
Peluffo cayó de espaldas y luego rodó hacia uno de los costados. Se levantó rápidamente mientras la música seguía, y continuó con su interpretación: nunca, ni siquiera estando en el piso, dejó de cantar. Los trabajadores del escenario intervinieron para despejar el lugar.
Sin pausas ni comentarios, el show de Buitres continuó con un tema más, mientras Peluffo no parecía advertir ningún malestar. Sin embargo, cuando terminó el tema que estaba cantando, sorprendió con su reacción. En tono de broma, comentó: "Paramos 15 minutos, me hago una tomografía y vuelvo".
Y aunque la frase podía tomarse como un chiste, apenas la dijo, el recital fue efectivamente interrumpido. Estuvo en pausa durante un cuarto de hora, que transcurrió con todas las luces del lugar prendidas, y luego fue retomado para seguir con normalidad. Al final, a la hora de tomarse la foto grupal, Parodi y Peluffo bromearon y recrearon la caída, que fue apenas una anécdota.