El uruguayo que pensó en dejar la música, un gesto de Lali lo incentivó a seguir y lanzó su disco más luminoso

Eros White acaba de lanzar "Estribillos pop", un disco que marca un renacimiento musical tras un gesto de Lali Espósito que lo inspiró a convertir una etapa oscura en su álbum más bailable.

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Eros White.
Foto: Maxi González.

Eros White se sentía vacío. Era junio de 2022, acababa de publicar Psicosis —un disco bailable que hoy reconoce como “superpesimista”— y no estaba satisfecho con el resultado. “A las dos semanas de que salió, pensé que había mezclado mal algunas canciones o que tendría que haber sacado alguna”, le confiesa a El País. “Estaba en un momento complicado y pensaba en dejar de hacer música, o pasarla a un plano secundario… o terciario”.

La frustración, explica, estaba en “el lado burocrático, en el lobby de la industria”. Y, por si fuera poco, días antes le habían robado. “Ya está, no puedo con esto; no me da la cabeza”, pensó. Entonces ocurrió algo inesperado: un amigo, también músico, le pidió un CD de Psicosis. Iba a conocer a Lali Espósito en la previa de su show en el Antel Arena y quería regalarle su música. Eros, que ya tenía su entrada, no lo dudó.

Tras el show llegó una doble sorpresa. Lali no solo se sacó una selfie con Psicosis: también lo escuchó en el avión de regreso a Argentina. Empezó a seguirlo en Instagram y no solo le dio su visto bueno al álbum: lo invitó a su show que dio en junio en su vuelta al Antel Arena. “No me canso de decir lo generosa que fue conmigo. Con el millón de cosas que hace, que se haya tomado un tiempo para frenar y escuchar mi disco es una locura”, celebra.

Aquella noche fue una señal. Era momento de intentarlo de nuevo. “Fue como que el cosmos me dijo: ‘Che, hay algo acá; tenés que seguir insistiendo, comprate un megáfono y salí a la plaza. Tenés que seguir gritando’”, cuenta. “Tiempo después arranqué a pensar que lo próximo que hiciera lo quería sentir como una declaración: salí, pisé la calle y se rompió el asfalto”.

Esa fue la semilla de Estribillos pop, el disco más luminoso y bailable de su obra.

El quiebre no solo fue de ánimo: también transformó su forma de componer. El primer paso llegó con Gabbo, colega con quien creó “Bla Bla”. Aquella sesión fue, asegura, una “epifanía musical”. Hasta entonces escribía desde la intuición —la primera rima bastaba—, pero él le propuso otro enfoque. “Me explicó cosas que parecen obvias, pero que nunca había pensado: qué era lo que intentaba contar y qué palabras tenía que elegir para que el personaje de la canción. Fue una masterclass de composición”.

Esa lección fue central en Estribillos pop, un álbum que, al principio, avanzó sin grandes pretensiones más que crear. “En mis discos anteriores, ya sabía de antemano cómo iba a ser el título y el nombre de las canciones, y luego las escribía para que fueran con el título. Esta vez exploré más libremente”.

Na Na Na (Buscando)”, que cierra el disco, fue en realidad la primera que escribió. Surgió como punto final a la etapa oscura de Psicosis. “Quería romper con el mood pesimista en el que me había metido, porque yo soy molestamente positivo. Y esta canción me ayudó a salir de ese punto”.

Y entonces se abrió la compuerta: compuso 63 canciones con una intención sintetizada en la letra de “Estereofónico”: “Ahora mis plegarias son estribillos pop, / Y el gancho que se pega es la santa salvación”. Ese impulso creativo —“vómito de ideas”, lo llama— se tradujo en una imagen clara para él: “Todo se siente como una discoteca con paredes de tipo metal cromado y ventanales gigantes”.

El disco, finalmente depurado a 10 canciones, tiene a “Unts Unts” como raíz estética y conceptual. Eros White quiere celebrar el pop como una forma de vida: un lugar de escapismo, pero también un refugio donde la oscuridad cede ante un implacable choque de energía.

Mentís”, uno de los puntos altos del álbum, condensa esa idea. Allí convierte una traición en una venganza ingeniosa sobre un beat bien bolichero, donde dispara, casi con una risa: “Decime qué se siente, que yo siga acá y a vos nadie te recuerde”. El disco ofrece otros momentos igual de efectivos, como “Pop!” y “Hiperfijación”.

También se permite narrar un sueño trunco (“Su mundo es una canción”), probar con un giro humorístico (“Los influencers también lloran”) y sumar guiños religiosos (“Estereofónico” y “Diablo”). Eros White es una de las voces jóvenes más interesantes del pop local, y su nuevo álbum lo confirma.

El sábado presentó varias de estas canciones en Buenos Aires y próximamente planea hacerlo en Montevideo. Mientras tanto, se recomienda sumergirse en el disco: son 33 minutos de Estribillos pop en estado puro. Y el resultado sorprende.

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