Es, para quienes salen una vez al año, casi una fecha patria. Un ritual que no se discute. Este 24 de agosto cae domingo y la Noche de la Nostalgia trae un bonus track: el fin de semana se estira. Como si hiciera falta, la lluvia que dominó hasta mitad de semana —con alerta de ciclón extratropical incluida— ya quedó atrás, y el pronóstico anuncia sol. Eso sí: se espera frío, así que los planes deberán encararse con abrigo.
La oferta, como siempre, es variada e inabarcable. Hay cenas-show, fiestas temáticas, propuestas con stand-up y cierres con cotillón. Sobran los lentes gigantes, los sombreros estrafalarios, las máscaras y las matracas para exagerar el desparpajo en los hits obligatorios: “Los piratas” (Los Auténticos Decadentes), “Violeta” (Alcides) o el eterno “YMCA” (Village People).
Pero la Noche de la Nostalgia es mucho más que eso. Cada edición amplía su paleta: la cumbia villera y el reggaetón, que antes marcaban las “antinostalgia”, hoy integran el menú oficial. Tanto así que figuras de mediados de los 2000 como Yerba Brava, La Champion’s Liga, 18 Kilates o Román el Original cruzan el Río de la Plata para girar por Uruguay.
Así cambien las modas —como escribió Mandrake Wolf en “Amor profundo”—, hay canciones que son verdaderos himnos. Son temas que no faltan nunca, que se corean sin importar la edad y que definen la esencia de la noche creada por Pablo Lecueder. Esta lista busca eso mismo: casi 30 clásicos imprescindibles para preparar la previa o directamente bailar como si ya hubiera empezado el feriado del 25.
“Last Train to London” - Electric Light Orchestra
Un golpe directo a la nostalgia. Ese arranque inconfundible —una sirena que suena como aullido, una línea de bajo que serpentea en la mezcla y las pinceladas certeras de las cuerdas— sorprende al que lo agarra desprevenido. Uno ya puede imaginar a Berch Rupenian o Henry Mullins presentando el clásico por excelencia de Electric Light Orchestra. Publicado en 1979, con tintes disco y un falsete que es fotografía de época, la letra celebra la urgencia de aprovechar el momento. Es de esos clásicos que suenan en el pico de la noche y tan certeros que hacen bailar hasta a los más reticentes.
“Stayin’ Alive” - Bee Gees
Será por la época, el falsete o el glamour disco, pero este himno de los Bee Gees es el hermano inevitable de “Last Train to London”. Muchos DJs las enlazan para estirar la fiesta, y evoca la tapa del vinilo de Fiebre de sábado a la noche: John Travolta de blanco, brazo en alto, dedo señalando la bola de espejos. Una escucha atenta de las armonías vocales de los hermanos Gibb y las pinceladas de cuerdas marca los movimientos exactos para la pista. No todos están a la altura de semejante desafío, pero quien tenga ganas de sumergirse en el espíritu disco puede seguir la noche con “Night Fever”, otro hitazo de los Bee Gees, o “I Will Survive”, el himno disco de Gloria Gaynor.
“Dancing Queen” - ABBA
Si de armonías vocales en el pop se trata, el cuarteto sueco ABBA da una masterclass con este tema de 1976 que fue éxito mundial. “Reina danzante”, como anuncian los vinilos que todavía se ven en Tristán Narvaja, no solo tiene un estribillo pegadizo: celebra el éxtasis del momento. Ese crescendo que estalla con el “Feel the beat of the tambourine” invita a dejarse llevar, a bailar sin sobreanalizar la situación y a sentirse, al menos por un rato, el alma de la fiesta.
“YMCA” - Village People
No importa que haya sido adoptada como himno político por Donald Trump —con sus videos virales de movimientos robóticos de puños y rodillas—: el emblema de los Village People sigue tan potente como siempre. Su encanto viene de varias partes: los disfraces de sus cantantes (policía, bombero, obrero…) y el gancho bailable que le aporta desparpajo a la fiesta. Y luego está la coreografía: ese gesto clásico con las letras del estribillo que todos hacen una vez al año y recuerdan al detalle. A veces, la risa cómplice tras marearse con la coreografía es más divertida que intentar ser la “reina danzante” que proponía ABBA. Simple, divertido e imprescindible en cualquier momento de cotillón.
“Macarena” - Los del Río
Otra de esas canciones que todos recuerdan al detalle: palmas al frente, manos a la nuca, luego a las caderas, giro de muñeca y un salto final al grito de “¡Ay!”. La coreografía es tan importante como la melodía adictiva que hizo al dúo español Los del Río un fenómeno global en 1993. Quien quiera seguir por esa línea puede escuchar “Aserejé”, de Las Ketchup, aquel delirio pop de 2002 con estribillo sin sentido y coreografía tan memorable como el grito colectivo de “Aserejé ja de jé”.
“Live Is Life” - Opus
Después de semejante inyección de energía, este clásico de Opus es el golpe definitivo para que la fiesta llegue a niveles eufóricos. Al grito del “Na-na-na-na-na”, la canción grabada en vivo por el grupo austríaco invita a ser parte de la fiesta: palmas que marcan el ritmo, el llamado a cantar juntos del cantante, y el efecto hipnótico de la guitarra electroacústica con su ritmo entrecortado. Es uno de esos one hit wonders que todos reconocen desde el primer acorde y que varios relacionan con una postal de Maradona: dominando la pelota con la campera del Napoli mientras entraba en calor antes de un partido del ’89.
“What Is Love” - Haddaway
Si se trata de one hit wonders, Haddaway es infaltable en esta selección. Así como “Stayin’ Alive” es una fotografía de la música disco, el único éxito del trinitense refleja fielmente el movimiento eurodance de los noventa. El ritmo uptempo, el riff de sintetizador repetitivo y adictivo, y los efectivos “whoa-whoa” lo convierten en un verdadero himno de las pistas. La tríada sagrada del movimiento se completa con dos éxitos italianos: “Freed From Desire”, de Gala, y “Blue (Da Ba De)”, de Eiffel 65.
Un combo latino
La cosecha musical de los noventa ofrece muchos más clásicos esenciales para la Noche de la Nostalgia, que también suenan en los momentos más esperados de cumpleaños de 15 o casamientos. El segmento tropical, uno de los más celebrados de la noche, puede arrancar con dos infalibles: “Tu Sonrisa” y “Suavemente”, ambos de Elvis Crespo. Si esto no despierta el baile, no hay playlist que salve la fiesta. Y ya que el viaje se extendió hacia Centroamérica, aparecen otros emblemas de la época: “El Tiburón” y su imbatible “No pare, sigue, sigue” de Proyecto Uno; “Mueve, Mueve”, de Sandy y Papo; y, por supuesto, “Procura”, de Chichi Peralta.
Una lista de la vecina orilla
Ya que la lista viró hacia recomendaciones por bloques temáticos, la música argentina tiene un repertorio inagotable para la Noche de la Nostalgia. En el plano rockero y desfachatado, dos grupos son dueños de la fiesta: Vilma Palma y Los Auténticos Decadentes. Por algo ambos vinieron a tocar en distintas ediciones del 24 de agosto. Escuchen “Auto Rojo”, “La Pachanga”, “Bye Bye”, “Los Piratas”, “El Murguero” y “La Guitarra”. Si el viaje se inclina hacia lo tropical, no puede faltar Gilda con “No Me Arrepiento de Este Amor”, el clásico “Violeta” de Alcides y “Mentirosa” de Ráfaga.
Un mix uruguayo
El cierre de esta lista es local y celebra el pop latino, ese fenómeno de exportación de principios de los 2000 a cargo de grupos de nombres tan extravagantes como Nietos del Futuro, Chocolate, La Roca y Monterrojo. Siguiendo la estrategia de “Macarena”, de los grupos de axé brasileño y con la influencia de las boybands de la época, cada hit venía con una exigente coreografía. Acá hay para elegir: “Mayonesa”, “Uka Shaka”, “Bola de Nieve”, “Gelatina”... Después de semejante entrega, como decía el Coco Basile, tenés que cerrar el estadio.
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