Babasónicos nació en el año 1992 de la amistad del vocalista Adrián Dárgelos y el tecladista Diego "Uma-T" Tuñón, con un espíritu rebelde. A ellos se les sumaron Diego "Uma" Rodríguez (guitarrista y voces), Diego "Panza" Castellano (baterista), Mariano "Roger" Domínguez (guitarrista) y Gabriel "Gabo" Mannelli (bajista).

Para Diego Tuñón hoy, 24 años después, mantienen la ambición y el entusiasmo que tenían cuando eran unos veinteañeros. Sin embargo, han pasado varios hitos desde ese comienzo.

En el mismo año de su formación oficial sacaron el disco Pasto y gracias a su éxito fueron teloneros de Soda Stereo. En los años siguientes continuaron experimentando y buscando su sonido. Los álbumes Trance Zomba, Dopádromo, Babasónica y Miami fueron sus herramientas. Finalmente en 2001, con Jessico, encontraron lo que estaban buscando.

Con temas como "Los Calientes", "Deléctrico" y "Rubí", Jessico fue el disco que marcó un quiebre en el sonido de Babasónicos y a partir de ahí todo fue una confirmación de esa identidad.

Sin embargo, su mayor despegue comercial fue con su siguiente disco, Infame, de donde salieron hits como "Irresponsables" que sonaron en varias radios de América Latina. Una vez que la banda había alcanzado su época más brillante, sufrió un golpe duro: "Gabo" Mannelli falleció en el 2008 tras luchar varios años con la enfermedad de Hodgkin.

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Después de un proceso de reestructuración que duró tres años, volvieron a los estudios con A propósito en el 2011 y luego, en 2013, grabaron Romantisísmico, su último disco. Conversamos con Diego Tuñón sobre los desafíos de mantenerse en la vanguardia, el significado de la música y los planes de la banda para el futuro y su próxima actuación en Montevideo.

—¿Cómo sienten el pasaje de jóvenes vanguardistas a clásicos del rock argentino?

—Sentimos mucho entusiasmo por hacer música nueva, por lo menos por seguir intentando escuchar música nueva. Tenemos la ambición de cuando éramos jóvenes, solo que ahora construimos nuestro propio imperio. Antes ensayábamos en el living, pero ahora tenemos una especie de megaestudio que con los años nos lo fuimos haciendo, todo eso nos protege del horrible mundo adulto. No es que nos mantenga más jóvenes, aprovechamos tener el cuerpo y la mentalidad del adulto para seguir envolviéndonos de lo que nos gusta y tratar de ser mejores artistas.

—Terminaron haciendo del rock su profesión...

—Esto lo hacemos desde muy chicos, lo empezamos a hacer cuando no necesitábamos trabajar porque éramos estudiantes y cuando nos dimos cuenta ya éramos profesionales. Hay algo de alegato a la libertad en nosotros. Ayer miraba el estudio y decía: "Qué lugar maravilloso, qué tarde maravillosa". Tal vez el ensayo de hoy no sea tan bueno como el de ayer, sea una cagada y quiera putearlos a todos. Pero entre todo ese equilibrio entiendo que armamos nuestro lugar que nos protege y nos frustra, pero hace que toda inspiración te agarre trabajando. Es divino, es como ser un chef de emociones (risas). Pero esto es algo mío, no digo que ser músico es lo mejor del mundo, entiendo que es mucho mejor y más útil ser médico, biofísico o taxista. Para mí es lo mejor porque soy un poco más egoísta.

—¿En qué etapa están ahora?

—Nos tomamos muy en serio el rock y sabemos que también hay que tener humor para el rock. Nos gusta ensayar, nos gusta arreglar. La música es un mundo de doce notas, pero a la vez es eterno en sí mismo. Somos melómanos y nos gusta investigar todo lo que sucede, siempre hay un disco nuevo para comprar, siempre hay una nueva canción para escribir. Es lindo haber encontrado unos socios que sigan teniendo la misma ambición que cuando empezamos, solo que con mucho más poder.

—Mencionabas que son muy melómanos, ¿qué están escuchando?

—Esta última semana escuchamos el de Django Django, me gustó mucho el de The Vaccines. Aunque lo que dije se perpetúe en esta página del diario no quiere decir que lo esté escuchando la semana que viene. Te comento qué me interesó hoy. Cada vez parece ser que los discos son menos clásicos, no sé por qué sucede. Ninguna banda de ahora es Led Zeppelin.

—¿Qué lugar ocupa la música en tu vida?

—La música me enseñó todo. A mí el rock me salva y la vida me deprime. Entonces me refugio en eso y me encanta estar siempre envuelto en nuevos sonidos, historias y conceptos. Intento generar algo que tenga el mismo efecto que tuvo en mí cuando tenía 8 años. Nunca consideré que el rock terminó con Los Beatles, es un concepto que lo entiendo pero nunca dejé que me termine de cerrar porque es inalcanzable ser como ellos. Me acuerdo de estar frente a la tele y escuchar un tema de Krafwerk, y entender que estaba escuchando una pieza de música que no había existido nunca jamás en la Tierra. Eso es lo que hoy quizás no sucede. Esa novedad es la que sigo buscando a pesar de estar embebido en esta época. Quiero hacer de Babasónicos lo mejor que se pueda, como todos mis compañeros. Hay muchas cosas que ya se han logrado pero hay muchas por lograr. Eso no se consigue por inercia, se hace trabajando.

—Ahora que sacaron un vinilo, ¿cómo ven la vuelta del formato?

—Me parece justo que el tiempo vaya determinando cuál es el mejor formato, sobre todo cuando uno es un audiófilo, pero también me gusta la idea de que la música el mismo día que se publica esté en todo el mundo, que es lo que te permite el formato digital. Si pudiera cambiar algo de eso es que no exista más el MP3 y que se use un formato más fidedigno para que la música viaje, pero no me parece mal que exista el universo digital.

—¿Están preparando un disco nuevo?

—Estamos preparando una situación nueva, con lo cual estamos reviendo nuestra propia historia y a la vez sí, estamos pensando en un disco nuevo, aunque no sabemos exactamente cuándo va a ser. Estamos preparando algo que estamos viendo qué forma va a tener. Sabemos qué queremos hacer pero no cómo. Como ya sacamos un vinilo que se llama Shambala (2015), además de Romantisísmico (2013) que sacamos con Sony. Tenemos un canal nuevo de YouTube que se llama Bultaco Discos donde se empiezan a ver videos históricos que nunca se vieron como la tapa de Pasto (1992)filmada, cosas que tienen veintipico de años, estamos trabajando el mito.

—¿Qué tienen preparado de nuevo para Montevideo?

—La columna vertebral es lo último. Nosotros dividimos las presentaciones de los discos en pasos, este es el tercer paso de Romantisísmico donde empezamos con un tema que no vea tanto la luz y hay sorpresas. La banda está muy afianzada y no le tememos a nada de nuestro repertorio.

—¿Inmediatamente después de que perdieron a Gabo cambió el repertorio?

—Después de haberlo perdido era una situación que se había vuelto más compleja. Ahora nos volvimos a estabilizar.

—¿Hubo cosas que se perdieron con él?

—Es muy difícil especular cuando se muere un amigo, un socio. Tener una banda de rock es como un reloj y nosotros perdimos una pieza fundamental. Tuvimos la suerte de tener a Carca siempre a nuestro lado. Claro que cuando sucede algo tan triste como eso deseás que no hubiera pasado, pero teníamos ganas de seguir sobreviviendo. Gabo también quería que lo hiciéramos, él mismo nos recomendó a Carca y después sumamos a Tuta. Intentamos tomar provecho de la situación, pero me encantaría que Gabo nunca se hubiera ido, aunque me guste tocar con Carca y Tuta. Nos agarró en esta etapa donde todos estamos creciendo e intentando ser mejores, y ellos son unos muy buenos socios para acompañarnos.

Desde hace más de una década Babasónicos toca regularmente en Uruguay, con presentaciones cada uno o dos años.

Esta vez lo hace en el Festival Sesiones Estéreo, en el marco de la gira de Romantisísmico, disco ganador de tres premios Gardel y del premio a Mejor álbum de música alternativa en los Grammy Latinos 2015.

Babasónicos estará acompañado de los Djs Fernando Picón, Valentina Niremberg, Maru de Armas y desde Argentina Le Mosc. El show será en el ballroom del Radisson Victoria Plaza el viernes 17 de julio.

El grupo liderado por Adrián Dárgelos tocará canciones de su último disco así como clásicos de la banda de discos anteriores y temas que no suelen interpretar.

La banda argentina tenía planeado presentarse el pasado 4 de abril en el Teatro de Verano, pero el show fue cancelado "por motivos de fuerza mayor", se había dicho.

La banda argentina toca en UruguayALEJANDRA PINTOS