ENTREVISTA

Se imaginó la obesidad como una pandemia que azota Montevideo y su novela ganó premio literario

Mayra Nebril publicó "El ajolote de Althusser", una novela que invita a reflexionar en torno a la mirada frente a la obesidad. Sobre eso, la autora dialogó con El País.

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Mayra Nebril.
Foto: Francisco Flores.

Por Rodrigo Guerra
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Leer la nueva novela de Mayra Nebril es toda una experiencia. El ajolote de Althusser, ganadora del Premio Lussich de Literatura 2019, se ambienta en un Montevideo distópico en el que la obesidad es vista como una pandemia. Para combatirla, la organización ASUMME (Adelgazamientos Sociales Un Mundo Mejor Existe) tiene un método que aparenta ser infalible: encapsular a las personas durante meses para adelgazarlas sin dejar rastros físicos de su gordura.

Sin embargo, la credibilidad de la organización —cuyo funcionamiento es vital para la economía uruguaya— está en peligro. El cuestionamiento es el siguiente: ¿En qué medida uno puede desprenderse de su obesidad sin renunciar a una parte de sí mismo? Eso es lo que trata de responder Julio Borzar, un periodista que necesita adelgazar 80 kilos. Acepta encapsularse durante 10 meses con la condición de mantener su integridad a la vez que le permitan relatar, una vez por semana, el proceso.

Pero la labor de ASSUME no se limita al encapsulado. En el caso de Borzar, el periodista debe seleccionar a una persona de bajos recursos para que viva en su hogar durante su ausencia. Así conecta con Althusser Astigarraga, un joven que cría ajolotes en el lago Xochimilco y tiene un futuro poco favorable.

El mexicano —cuyo nombre cita al filósofo Louis Pierre Althusser—, viaja a Montevideo junto a su hermana Lupita y su mascota Paquita. Al igual que Borzar, está a punto de enfrentarse a un cambio de vida.

Pero hay más. En varios capítulos de El ajolote de Althusser se intercala la historia de una novelista que, como define la contratapa de la novela, “lidia de extraña manera con sus kilos de más y la incertidumbre de no saber si su libro cabe en una ética golosa y sin complejos”.

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"El ajolote de Althusser".
Foto: Difusión.

Estos tres universos alimentan y se entrelazan en el genial sucesor de Inédita herencia (2019), publicado por Estuario Editora. La historia, además, se completa con puentes entre tres textos esenciales: Axólotl, de Julio Cortázar; La metamorfosis, de Franz Kafka; y El porvenir es largo, de Althusser.

Sobre su nueva novela, que se vende en librerías por 690 pesos, la uruguayo dialogó con El País. Este es un resumen de la charla.

— El concepto de la metamorfosis y cómo cada personaje se enfrenta a la transformación es algo que sobrevuela tu novela. ¿Sentís que es una de las claves de lo que querías transmitir?

—Sí. Es uno de los ejes vitales del libro en el sentido de que cualquiera que haya intentado adelgazar unos cuantos kilos y se haya puesto a pensar en eso, llegó a la conclusión de que se enfrenta a una metamorfosis. Yo lo pienso como una transformación porque el mundo mira de una manera muy distinta a una persona que es gorda y a alguien que está dentro de los estándares. Hay una metamorfosis en cómo se empieza a transformar el pensamiento a partir de la mirada del otro.

—El capítulo en el que la novelista descubre al movimiento del Orgullo Gordo se quiebra el relato: hay una transformación en su vida y en el curso del libro. En tu caso, ¿qué representó?

—Yo tengo más de 50 años e hice de todo para adelgazar. Cuando conocí al Orgullo Gordo también se lo hice descubrir a la autora que está en la novela; ahí encontré algo que, sin esas palabras tan elocuentes, sentía. Considero que hay una serie de asociaciones que hacen que el gordo sea visto como alguien enfermo, perezoso y no deseable, y parece que la única manera de entrar en el sistema y dejar contentas a un montón de personas —incluida a una misma— era adelgazar. Sin embargo, hay cuerpos que de por sí son grandes y es como pedirle a una persona baja que sea alta. Hay una adaptación que no es lógica y una serie de asociaciones que son culturales, y el deseo queda muy atrapado en esa lógica de que lo deseado y lo bello son determinadas cosas. De alguna manera, el encuentro con el Orgullo Gordo no pasa por una transformación del cuerpo, sino por una transformación del pensamiento para vivir y sostenerse con el cuerpo que tiene. No es que quiera hacer una militancia, simplemente se trata de que una persona gorda, al encontrarse con determinados textos, se ve transformada y puede ver cómo se potencian algunos pensamientos solitarios.

—¿Qué te gustaría generar con El ajolote de Althusser?

—No sé si me gustaría que el lector piense en algo en concreto, pero sí me gustaría que pudiera vivir bajo esas coordenadas y que pueda entender desde ese lugar cómo se ven las cosas para que eso pueda permitir alguna reflexión. Es probable que despierte críticas al sistema en que vivimos o incluso a lo que propone el libro, pero lo importante es que el lector acepte la invitación de ser parte de ese mundo en el que la gordura es un asunto vital y central, y ver cómo se siente con ese sobrepeso.

Una experiencia que trasciende la novela

En marzo, Mayra Nebril presentó El ajolote de Althusser con una obra performática inspirada en uno de los capítulos de la novela: “La Gordipedia”. La propuesta, que se realizó en el Espacio Cultural Tribu y que Nebril desea repetir, invita a vivir la experiencia de la obesidad frente a la mirada ajena. “Es un recorrido con trajes de volumen y peso, y las personas ven cómo es ir a un probador, cómo es la reacción del mundo ante su cuerpo y hasta pasan por un cuarto dedicado a las dietas. Es una forma de mostrar cómo se mira y cómo se piensa a una persona gorda”, explica.

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