"Chilco", una novela inspirada en la maresía que aborda la gentrificación y la riqueza léxica de Latinoamérica

La autora chilena Daniela Catrileo dialogó con El País sobre "Chilco", una novela que nació como punto de fuga de su tesis de posgrado y se convirtió en una historia que invita a la reflexión.

Compartir esta noticia
Daniela Catrileo (17119225).jpg
Daniela Catrileo.
Foto: Ignacio Sánchez.

Chilco no fue concebido como una novela. En realidad, la chilena Daniela Catrileo la ideó como un punto de fuga de su tesis de posgrado. Empezó con un poema en prosa inspirado en la maresía —ese fuerte olor a mar y a algas que abraza la costa montevideana cada tanto— y creció tan rápido que no le quedó alternativa: Chilco debía convertirse en una novela.

Catrileo, además de ser profesora de filosofía, ha escrito otros libros como Guerra florida (Premio Municipal de Santiago) y Piñen. Le explica a El País que Chilco no habría existido sin Valparaíso. Allí se mudó en la pandemia, más específicamente a Playa Ancha, tras dejar Santiago. “Escribir con el Océano Pacífico de frente me permitió generar el paisaje que Chilco necesitaba para existir”, asegura.

Utilizando la maresía como metáfora sobre cómo lo que parece indetectable puede hacer sentir a alguien como un extranjero —aunque no haya dejado su país natal—, Catrileo le dio forma a una historia en la que el dolor dialoga constantemente con la belleza.

“En esta casa la humedad lo colma todo. Siento que su aroma me devora. Cada habitación está impregnada de un olor denso, un olor a encierro”, describe Marina, la narradora, al inicio de Chilco. “Abro las ventanas para que entre el viento puro, para que la brisa ingrese por el filo de mis costillas y aproveche para limpiarme por dentro”.

chilco.jpg
"Chilco", Daniela Catrileo.
Foto: Difusión.

Marina narra desde Chilco, una isla ficticia creada por Catrileo. De allí proviene Pascale, que años antes había partido al continente, donde conoció a Marina. Ella, que es nieta de una migrante peruana, trabajaba en el archivo del Museo de Historia Natural y Social. Fue allí donde conoció a Pascale e iniciaron su romance.

Ambos se mudaron a la Gran Avenida de la ciudad capital —cuyo nombre no se menciona—, hasta que la fiebre inmobiliaria provocó una rebelión en la que la comunidad comenzó a resistir y demoler edificios. Es entonces cuando Chilco, con su largo historial anticolonialista, se convierte en un refugio para la pareja, aunque Marina no se siente bienvenida.

Daniela Catrileo (17119229).jpg
Daniela Catrileo.
Foto: Ignacio Sánchez.

Chilco aborda la gentrificación, el desarraigo, las migraciones, la cultura de las comunidades originarias —Catrileo es integrante del Colectivo Mapuche Rangiñtulewfü— y la riqueza léxica de Latinoamérica. “El tono del libro está pensado en una cadencia que no es mía”, aclara la autora. “Es parte de la cadencia de Mari, que tiene muletillas, usa diminutivos y emplea palabras que provienen de tanto escuchar a migrantes peruanos con ascendencia quechua o aimara, y que se mezclan con el lenguaje coloquial de Chile. Esas mixturas hablan de cómo se construye un territorio”, explica.

Aunque Chilco (Seix Barral, 790 pesos) tiene muchos puntos de reflexión, lo central, dice Catrileo, “es la voracidad inmobiliaria y la especulación de los empresarios para construir sin medida y sin posibilidades dignas para las personas que habitan las comunidades”. Es en ese aspecto donde la novela invita al cuestionamiento más profundo. “Evidenciar estos asuntos que hablan de la historia de Latinoamérica y pueden, incluso, predecir lo que puede suceder en los próximos años”.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar