Historias provocativas, que revelan las vidas y conflictos del mundo de la prostitución y el narcotráfico se entrelazan en la telenovela Mujeres de lujo: un suceso de audiencia en Chilevisión y que próximamente llegará a la grilla de Canal 10.
Tal como lo informó El Mercurio, la señal privada chilena cerró un acuerdo con su par de nuestro país, que ya está emitiendo ¿Dónde está Elisa?, otra realización transandina.
Desde Saeta se ha indicado que Mujeres de lujo es otra producción de calidad técnica y narrativa, cuyos nudos dramáticos abordan temas, historias, que son universales. Tal es la razón que motorizó esta adquisición, pero, aclararon, que todavía no tiene fecha ni horario determinado para su estreno. Sin embargo, varios trascendidos coinciden en que Saeta tendría previsto ponerla en el aire una vez que culmine ¿Dónde está Elisa?
Estas negociaciones, explicó días atrás a El Mercurio Pablo Morales, directivo de Chile- visión, se iniciaron "en la feria de televisión de Los Angeles (EE.UU.), pero el acuerdo se cerró hace una semana. La importancia de la venta es que se trata de un reconocimiento pa-ra nuestra área dramática, y también se inicia un proceso en el que nuestras producciones se instalan en el mercado internacional". El antecedente, agregó Morales, fue la tira Infieles, que hace dos años fue vendida a Televisa Network, de México.
KITCH Y MELODRAMA. Mujeres de lujo, estrenada el 4 de enero de este año en Chile, reúne algunas claves que, según sus autores y también algunos de los protagonistas, fueron decisivas en la captación de audiencia.
Las mediciones, en ese sentido, fueron contundentes: durante los cinco meses que estuvo en el prime time de Chilevisión, el promedio del rating fue de 18 puntos, lo que supone una cifra nada despreciable de televidentes, en una franja particularmente competitiva.
Las claves, siempre provocativas, están entonces en apelar a la fuerza que tiene como tema el sórdido mundo de la prostitución, su cruce con el narcotráfico, la corrupción, más varios condimentos para el estímulo de la fantasía: el lujo, la belleza, la seducción, el morbo. Para Coca Gómez, guionista de la telenovela, "esto ha sido espectacular, soñado y bastante inesperado". El proceso, contó en varias entrevistas con medios transandinos, no fue fácil, especialmente al comienzo de los trabajos de producción y rodaje. No obstante, el equipo técnico y artístico manifestó plena confianza en los potentes ingredientes de la historia, y en la calidad de la filmación que fue realizada en Alta Definición (HD, por su sigla en inglés).
La trama entonces, reúne las historias de vidas de un grupo de prostitutas de lujo (acompañantes, escorts), que se mueve en lo circuitos de la alta sociedad, los grupos de poder.
Pablo Macaya, uno de los actores principales del elenco (encarna al personaje Lázaro Moyano, un narcotraficante), esta trama tiene la virtud de alejarse de lo cotidiano para la mayor parte de la gente, además de su abordaje truculento, por momentos cercano al kitch de los clásicos "culebrones" de origen venezolano o caribeño.
Todo ello desmarcaría a Mujeres de lujo de los tratamientos más realistas, próximos a los modelos de los reality show. En su lugar, las técnicas narrativas de los melodramas sacan el mejor partido de la amplificación de los gestos dramáticos, las densidades psicológicas de los personajes, la intensidad de sus objetos de deseo, el engarce de situaciones. Por otro lado, han comentado otros actores, la realización confirma que el género de las telenovelas tiene la flexibilidad suficiente para incorporar temáticas que históricamente no han estado en su canon.
Y para lograrlo, confirman las críticas, el trabajo de estos actores fue definitorio, destacándose las interpretaciones de Fernanda Urrejola, Álvaro Morales, Macaya, Ignacia Allamand y Héctor Noguera.