THE NEW YORK TIMES
BROOKS BARNES
Se sabe, gracias al Us Weekly, que Kristen Stewart le pone manteca a sus tartas de arándano. La revista People informa de su presunto romance con la coestrella de "Crepúsculo", Robert Pattinson.
Y todo el mundo, desde Access Hollywood al The New Zealand Herald se ha ocupado de su comportamiento depresivo o melancólico. Lo que pocos fuera de Hollywood saben, o reconocen en medio del frenesí de los tabloides, las agitaciones de los `fans` e incluso de la trivialidad de las películas de la serie Crepúsculo, es quizás lo más interesante acerca de ella. Con 19 años, es considerada una de las más promisorias actrices de su generación, apreciada por ganadores del Oscar como Sean Penn y Jodie Foster.
"Quisiera que la gente se enfocara más en el trabajo, y no puedo decir que no lo tomo en forma personal", dice la actriz, que repite su papel de Bella Swan, una adolescente de secundaria que se enamora de un vampiro sensible en la inminente Crepúsculo: Luna nueva. "Pero lo comprendo, porque lo que uno hace como intérprete está vinculado con lo que es como persona. Lo que realmente me mata, verdaderamente me fastidia, es cuando la gente piensa que soy desconsiderada o desagradecida porque no voy por ahí en bikini posando para los paparazzi".
La vida de un ídolo adolescente nunca ha sido fácil, pero atravesar la obsesiva atención de los jóvenes `fans` en medio del paisaje de los medios (todo Twitter, todo YouTube, todo TMZ, todo el tiempo) puede ser particularmente atemorizante. Y en algunos aspectos, para Stewart ha sido en parte más difícil aún. Porque aunque el público principal de la saga Crepúsculo son las chicas jóvenes (la primera película recaudó 384 millones de dólares a nivel global, y los libros de Stephenie Meyer han vendido 70 millones de copias), no se trata solamente de una actriz interpretando un papel popular. Los fanáticos proyectan en ella su versión del amor romántico, su aire y su tendencia a la timidez la hacen accesible a un público que no se identifica con Megan Fox.
Stewart ha manejado esa atención adoptando un aire de distancia, una apariencia de rudeza que Chris Weitz, el director de Luna nueva, afirma que lo hace metódicamente. "Si no lo hiciera, cada adolescente la vería como su mejor amiga", sostiene. "Ella debe mantenerse totalmente aparte".
En contraste, Pattinson que interpreta al demasiado tierno para chupar sangre Edward Cullen, actúa como si estuviera avergonzado y "se refugiar en sí mismo y habla entre dientes".
Los actores de la generación de Stewart, (Zac Efron, Chris Pine, Selena Gomez, Shia LaBeouf ) han sido testigos de la carnicería que significa exponerse a las candilejas de la era digital: Britney, Paris, Lindsay. Y han tratado de rodearse de cierto elemento de misterio, incluyendo alguna zancadilla a la incesante máquina de noticias sobre celebridades.
"La clave consiste en no volverse un reality show", dice Jodie Foster, quien actuó junto a Stewart en La habitación del pánico de David Fincher, y fue ella misma una estrella adolescente. "Ese tipo de atención puede ser divertido en un determinado momento, pero deja de serlo diez años después".
LÍMITES. Fumando un cigarrillo en un balcón del piso 14 de un hotel, Stewart luce animada y divertida, hasta que se le pregunta si su familia realmente tiene lobos como mascotas. Sus ojos se achican y menea la cabeza. Llama "demonios" a la gente que quiere saber más sobre su vida. Y sea cierto o no que está saliendo con Pattinson, le dijo recientemente a Entertainment Weekly que "no pensaba responderle a los demonios".
La serie Crepúsculo refleja una tendencia actual, de Hollywood para construir películas alrededor de éxitos previos, sea libros (Harry Potter), personajes de cómic (Iron Man) o juguetes (Transformers), Crepúsculo, que se repuso por una única noche en los Estados Unidos el pasado viernes, ha sido el DVD más vendido del año (8 millones de copias). La banda sonora ha vendido 3 millones y medio de copias alrededor del mundo y la de Luna nueva, que salió hace pocos días, se colocó rápidamente a la cabeza de los `rankings` de venta.
Ahora uno puede comprar hasta el maquillaje de Crepúsculo y una muñeca de acción tipo Barbie con el aspecto de Bella. El nuevo film, que se estrenó el viernes en EE.UU., vendió entradas anticipadas para mil proyecciones y se espera que sea uno de los grandes éxitos de taquilla del año. Pero el éxito de la serie ha borroneado (si no hundido) la creciente reputación de Stewart como una actriz a tener en cuenta. Más allá de la abierta naturaleza comercial de la franquicia, el tema central, (vampiros, hombres lobos y efectos generados por computadora) provoca fruncimientos de nariz de la elite de aficionados al cine de autor.
"Entiendo que resulte difícil discutir su talento como actriz en el contexto de la saga de Crepúsculo, pero la clase de cosas que debe hacer es asombrosa", dice Weitz, cuyos créditos incluyen Un gran chico y La brújula dorada. "No es fácil hacer que enamorarse de un vampiro luzca real".
Ella sostiene que maneja los elementos fantásticos de las películas imaginando que las "criaturas" son diferentes no debido a sus poderes sobrenaturales, sino porque tienen problemas humanos, que Edward no es un vampiro, por ejemplo, sino un adicto a la heroína. "Tomemos conflictos que una persona normal podría tener, y trabajemos sobre ello", dice.
SINCERA. Stewart acepta personajes, sin excepción, difíciles o lastimados. En Speak interpretó a una chica de la secundaria que se vuelve muda tras ser violada. Mary Stuart Masterson le otorgó en The Cake Eaters el papel de una enferma terminal. Incluso en Adventureland, una comedia dramática dirigida por Greg Mottol, se las arregló para agregar una dosis de oscuridad a su personaje. "No es que sea una persona miserable, o triste, o algo así", dice. "Los papeles honestos y complejos tienden a ser serios".
La honestidad es un tema al que vuelve una y otra vez. "He trabajado con actores que son solamente mentirosos profesionales, engañan durante un tiempo y se vuelven gente miserable al final de sus carreras", asegura. "Si uno no necesita mentir cuando actúa es porque está haciendo las cosas bien, y encarando debidamente al personaje".
Stewart terminó hace poco The Runaways, dirigida por Floria Sigismondi y basada en la historia real de la fundamental primera banda de Joan Jett. Tuvo solo dos semanas para aprender canciones como Cherry Bomb, algo que describe como "enormemente aterrador" (también tuvo que tocar la guitarra eléctrica). Su próximo proyecto es, una película dirigida por su madre, Jules Mann- Stewart, donde interpreta a un transexual llamado Butterfly.
Pero antes de que K-11 se estrene, estará de vuelta con la tercera película de Crepúsculo, Eclipse, que se anuncia para el junio de 2010.
Jodie Foster y Sean Penn le dedican varios elogios
"Una máquina de la verdad", describe Sean Penn a Stewart, a quien dirigió en el papel de una cantante folk en Hacia rutas salvajes, "Fue mágicamente fácil dirigirla", agrega. "Es una fuerza auténtica, con terribles instintos". Penn llama al tipo de prueba que Stewart enfrenta como resultado del fenómeno Crepúsculo como "una obscenidad en la vida de cualquiera". Sin ser abiertamente crítico de la serie, hace de todos modos una precisión: "Si uno rechaza un éxito de taquilla al principio de su carrera, puede ocurrirle que nunca tenga la oportunidad de tener otro en el futuro".
A diferencia de muchas estrellas adolescentes que son habitualmente "fabricadas", Stewart no es una sistemática buscadora de fama. Un agente la descubrió en un espectáculo escolar cuando tenía ocho años. Su madre, supervisora de `scripts`, y su padre, productor de televisión, tuvieron dudas en enviarla a otras audiciones, sabiendo lo que Hollywood le hace a los actores jóvenes. Pero terminó interpretando algunos pequeños papeles sin diálogo, y obtuvo un papel mayor a los once en La habitación del pánico. Mucha gente la comparó con Jodie Foster, incluso encontrándoles un parecido físico. Sin embargo, sostiene Foster, "Kristen no está interesada en desplegar sus emociones de manera muy explícita, y eso resulta en actuaciones realmente inteligentes e interesantes".
Compañeros de elenco en "crepúsculo: luna nueva"
Robert Pattinson
Edward Cullen es el vampiro que sufre por Bella (Kristen Stewart) desde la primera película y el héroe del drama. Su historia de amor casi imposible sigue en este film, con más vueltas y más sufrimiento.
Taylor Lautner
Jacob Black es su personaje, un hombre-lobo y amigo de Bella desde la infancia. Es integrante de una tribu india, que coexiste con los vampiros. De ahora en adelante su personaje crece mucho.
Jamie Campbell
Caius es uno de los temibles vampiros Volturi, que viven en Italia. No tiene una aptitud especial, pero tiene un gran peso en la trama y en todo lo que le ocurre a Bella y a Edward cuando se enfrentan a ellos.
Dakota Fanning
La ex niña estrella (ahora tiene 15) de Hollywood, encarna a Jane, una integrante de los Volturi. Tiene la habilidad de crear la ilusión de dolor en otras personas y usándola se vuelve una amenaza.