NUEVA YORK | HILLEL ITALIE - AP
No hay afiches ni fotografías de Orson Welles en la sala de su hija mayor, Chris Welles Feder. El cineasta es recordado por una estantería de libros sobre él, ninguno de los cuales, según Feder, logra capturar todas las facetas de su vida.
"Hay algunos estudios excelentes, pero creo que el Orson Welles que yo conocí no existe de verdad en estos libros, porque muchos de los que los escribieron nunca se acercaron más que a través de una llamada de larga distancia``, dice.
Feder ha dado pocas entrevistas a los biógrafos y reconoce que le ha costado conciliar la figura del genio que filmó El ciudadano con la de ese padre dinámico, pero distante, que murió en 1985.
En los últimos años, empero, logró su "gran meta`` de estar en paz con su padre. Esto la llevó en el 2002 a publicar en forma privada una colección de poemas, El director de cine. Ahora ha escrito un libro de memorias, A la sombra de mi padre, publicado por Algonquin.
"Quería escribir un libro que le diera a Orson Welles un rostro humano``, dice Feder, de 71 años. "Quería mostrarlo con todos sus defectos y falencias, pero también con las características que no se ven en los otros libros``.
El espíritu de su padre parece brillar en los ojos de Feder, quien físicamente se parece más a su madre y primera esposa de aquél, la actriz Virginia Nicolson. Feder es la primera pariente que escribe sobre Welles, casado tres veces y padre de tres hijas. En su libro, el cineasta aparece como un artista aún en su vida privada, alguien a quien le gustaba hacer entradas imperiosas y salidas repentinas, una mezcla de sus personajes más famosos: Charles Foster Kane, el Harry Lime de El tercer hombre y el Falstaff de Campanadas a medianoche`.
Feder creció admirando a su padre y preguntándose qué papel tenía ella en su vida. Casi nunca vivieron juntos y a veces no se veían durante años, pero cuando estaban juntos, él la llamaba su "niña querida``, le hacía dibujos y la llevaba a pasear por una iglesia en Roma, el Museo del Prado en Madrid o a un día de campo con Laurence Olivier, Vivien Leigh, Spencer Tracy y Katharine Hepburn.
"Cuando estaba conmigo siempre estaba `encantado` de verme y era muy cálido y cariñoso. Pero, por supuesto, pasaban épocas en que no lo veía``, dice Feder.
"No era un hombre frío", agrega. "Cuando uno quiere tener una vida creativa, a veces es muy difícil hacer lugar para una vida personal. Cuando mi madre se estaba divorciando de mi padre, iba a tomar un avión a Rio y un periodista le preguntó: `¿Por qué se divorcia de él?`. Ella le dijo: `Orson no tiene tiempo para estar casado```.
Feder escribe en el libro sobre su madrastra famosa, Rita Hayworth, recuerda breves visitas a las filmaciones y confirma un amorío entre Welles y la actriz Geraldine Fitzgerald, que casi llevó a su madre al suicidio.
Welles y Nicolson se conocieron cuando adolescentes y se escaparon para casarse antes de cumplir los 20 años, en 1934. Vivían en Manhattan cuando Nicolson quedó embarazada de Feder en 1937. Entonces, Nicolson descubrió el amorío al encontrar cartas de Fitzgerald a Welles e intentó arrojarse por la ventana de un hotel, que no pudo abrir. Se divorciaron en 1940.
Feder dice que quería escribir un libro "sincero``, un término que su padre probablemente no apreciaría. "Sé que mientras estuvo vivo, todos los que estábamos conectados íntimamente con él teníamos órdenes estrictas de nunca hablar con la prensa, nunca decir nada sobre él``, dice. Feder recuerda la reacción de Welles cuando se enteró de que Barbara Leaming quería entrevistarla para una biografía de su padre: "Oh, Barbara, te encantará Barbara. Ella es cautivante. Por supuesto, habla con ella, cuéntale lo que quieras. Tan sólo no le cuentes la verdad``.