El nombre más reconocible es el del productor ejecutivo, narrador y probablemente supervisor de los efectos especiales, James Cameron, pero ese puede no ser el único elemento a tener en cuenta como motivo de interés previo de The Exodus Decoded (El Exodo decodificado), documental que se estrena mañana a las 23 en el canal para abonados HBO.
Es probable incluso que el mayor aporte de Cameron, además de los aspectos financieros, haya tenido que ver con la parte técnica, aunque el hecho de haberse encargado también de la narración en "off" implique un compromiso adicional. Pero el verdadero autor intelectual del proyecto es su director Simcha Jacobovici, un judío canadiense de fuertes convicciones religiosas que ha hecho también documentales sobre judíos en Etiopía y Hollywood. Aquí se empeña en probar la literalidad de los relatos bíblicos sobre la esclavitud de Israel en Egipto y su escape a la Tierra Prometida bajo el liderazgo de Moisés.
Incluso la crítica liberal norteamericana ha reconocido la solvencia profesional con que el documental está realizado, pero hay más discusiones acerca de su contenido. Toda una escuela de exégesis bíblica (católica, protestante y judía) reconoce en los relatos del Pentateuco una combinación de historia y metáfora, con un margen de polémica para la frontera entre ambas. Los eruditos suelen dividirse entre "maximalistas" que aceptan la estricta historicidad de todo el relato, y "minimalistas" que reducen esa historicidad a un mínimo o la niegan totalmente. El conflicto judeo-palestino ha introducido además una agenda política en el tema: los partidarios de Israel suelen acercarse a las posturas maximalistas, los pro-palestinos se siente más cómodos con los minimalistas.
Jacobovici y su equipo adoptan un claro punto de vista "maximalista", y tratan de fundamentarlo apelando a argumentos bíblicos pero también a la arqueología y la geología. Quienes discrepan con la tesis del film han objetado su manejo de la cronología, pero de hecho ese es todo otro debate: los"literalistas" suelen colocar el Exodo a mediados del siglo XV A.C., mientras muchos historiadores que creen en su existencia prefieren ubicarlo en el siglo XIII. Una objeción al film es que estaría apretando en cincuenta o sesenta años algunos hechos que habrían ocurrido a lo largo de más de trescientos, desde la expulsión de los reyes hicsos de Egipto hasta la erupción del volcán Santorini, para que el relato "cierre".