La cámara de un médico viajero por Lejano Oriente

CRITICA/ALICIA HABER

VAGABUNDEOS ORIENTALES

Exposición fotográfica de Pantaleón Astiazarán

Sala. Centro Cultural del Ministerio de Educación y Cultura. San José 1116

Horario. Lunes a viernes, de 11 a 18 horas. Hasta el 24 de agosto.

Es un destacado fotógrafo, también médico, incansable viajero, y dueño de experiencias insólitas, como trabajar once años en el mar. Panta es toda una referencia en la fotografía realista en blanco y negro.

Las fotografías que componen esta muestra fueron realizadas -con la excepción de una de ellas- durante los seis meses que insumieron una serie de viajes realizados entre 1998 y 2004 por Medio y Lejano Oriente.

VAGABUNDO. El artista explica: "Tomadas en Turquía, Egipto, Jordania, Siria, Malasia, Singapur, Myanmar, Tailandia, Indonesia (Sumatra), India, Nepal, China y el Tíbet, constituyen apenas una brevísima selección de imágenes de entre los más de cuatrocientos rollos de película que he ido realizando durante mis vagabundeos por lugares que me fascinan desde mi infancia, cuando viajaba con la imaginación a través de los libros de relatos que comencé a devorar desde que aprendí a leer".

En blanco y negro, de acuerdo a una estética de depuración y control que mantiene con firmeza desde hace años, Astiazarán trata de captar la expresión más directa y sencilla, sin alardes ni falsedades. Predomina la espontaneidad y una imagen en la que no hay nada de efectismos. Por ello subraya la presencia del contexto cotidiano y formalmente no se aparta de un claroscuro sutil y una nitidez muy marcada

En las fotos que presenta en el MEC la realidad está presente pero a ella se le agrega un punto de vista personal.

Trata de trasmitir al espectador lo que él ve. Así registra practicantes del Tai Qi Chuan en un parque de Nanking (China), reformas y calles sin glamour en Hong Kong, peluquero y cliente en barrio marginal de Mandalay y vendedores ambulantes en Yangon, para hablar de una vida que se desarrolla en la calle.

Una típica casa de té birmana atrapa costumbres centenarias, como las brumas de un monasterio en medio de las nubes en el Tíbet, la higiene practicada en medio de la aguas contaminadas del Ganges, una feria de camellos en Pushkar. Las tomas de Panta carecen del glamour de la foto turística. Se ocupa en general de los desposeídos, de los marginales, de las costumbres más populares.

DESPOJADO. Como Henri Cartier-Bresson busca y encuentra el momento decisivo, capta la realidad sin manipular el negativo. Son testimonios veraces, con un gran énfasis en la documentación social de zonas del mundo a las que no acceden la mayoría de las personas, aún cuando se enfrenta a peligros como lo ha hecho tantas veces en sus búsquedas y peregrinajes que le permiten acceder al conocimiento profundo de una sociedad, sus ritos y sus costumbres.

Como a tantos fotógrafos, entre ellos uno del que ha escrito, Walker Evans, la fotografía en color nunca le atrajo. Evans sostenía "El color tiende a corromper a la fotografía y el color absoluto la corrompe absolutamente... Hay cuatro palabras simples sobre el asunto que deben ser susurradas: (la) fotografía (en) color es vulgar. Cuando el tema de la foto es precisamente la vulgaridad... solamente entonces es válido utilizar el color". Panta sigue esa línea de depuración.

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