El petróleo y los intereses en un drama sin héroes ni villanos

La primera Guerra del Golfo constituye el escenario sobre el cual transcurre la acción de Soldado anónimo, película dirigida por Sam Mendes y protagonizada por Jake Gyllenhaal (el de Secreto en la montaña) que se estrena el próximo viernes.

La historia se basa en hechos reales. En el verano de 1990, Anthony Swofford (el personaje interpretado por Gyllenhaal), de 20 años, se alistó en el ejército norteamericano y fue enviado a los desiertos de Arabia Saudita para combatir contra los ejércitos de Saddam Hussein que invadieran Kuwait. Trece años mas tarde volcó sus recuerdos de ese conflicto en un libro autobiográfico (Jarhead) que se convirtió en un éxito de librería que ha sido elogiado por su "sinceridad, honestidad y sentido del humor".

Lo que el libro pintó y el film trata de captar, según han adelantado sus responsables, es "una guerra muy diferente a la de los periódicos o los noticieros de la televisión: una guerra narrada desde las arenas del desierto, con pozos de petróleo en llamas, reclutas ruidosos, sucios, ávidos de sexo, excitados y también aterrorizados de que en cualquier momento, sobre el siguiente cerro, la guerra pueda comenzar".

Los productores Douglas Wick (ganador del Oscar por Gladiador) y Lucy Fisher (Memorias de una Geisha) compraron los derechos del libro y comisionaron al guionista y ex soldado de la Marina, William Broyles, Jr. para que adaptara la obra de Swofford. También razonaron que el único director que podía llevar la historia a la pantalla grandes era Sam Mendes, quien debutara en el cine con Belleza Americana, que recibió cinco Oscar, incluyendo mejor película y mejor director. Mendes recibió además el Globo de Oro y el premio de la Asociación de Directores de Cine como mejor director. En 2002 hizo igualmente Camino a la Perdición, un asunto gangsteril con Tom Hanks, Paul Newman y Jude Law.

Se ha señalado que Soldado anónimo no recurre a los tópicos clásicos de películas de guerra. No hay una violencia extrema, acciones exageradas o un dramatismo exacerbado. Tampoco hay héroes ni villanos: de entrada se sabe que no es el destino de la tierra el que está en juego, sino el interés de un par de naciones.

La misión que tiene el grupo al cual Swofford (Gyllenhaal) pertenece es proteger una hectárea de petróleo de un posible ataque enemigo, estableciendo desde ya la causa primaria de la guerra desatada. Este escuadrón debe permanecer vigilando la reserva en medio del desierto a lo largo de varios meses; el calor, el ocio y la distancia hacen efecto en los soldados que esperan con ansia el momento de entrar en acción. Así se va evidenciando la manera en que opera la lógica armamentista, desde un duro entrenamiento en el servicio militar en donde se les inculca xenofobia, patriotismo y agresividad hasta el momento del enfrentamiento, cuando ya no están solamente dispuestos, sino incluso dichosos de matar a algo o alguien. Jóvenes que no han podido ingresar a la universidad, que no poseen un futuro más "digno" que la milicia o que han creído en los discursos patrióticos se ven enfrentados primero a un tratamiento hostil que a la vez los hostiliza, los violenta y les produce una insana ansiedad por matar para después convertirse en material de guerra.

Ha sido dicho también que el film es un "retrato tan profundamente norteamericano" que habla honesta y parceladamente de lo que conoce: Sam Mendes no habla de otra cosa que de la realidad que lo rodea y a la cual pertenece. Lejos de poner en tela de juicio el móvil de la guerra, al menos no de forma explícita, la película se preocupa por ir develando a sus personajes, las relaciones que se establecen entre ellos, y cómo son afectados por algo mucho más grande que ellos mismos. El film ha sido descrito como "un cuento de anhelos, decepciones, ausencias, afectos, miedos, lealtades, necesidades y comportamientos netamente humanos". Como lo ha observado un crítico, "quizás este vuelco de la mirada que propone el director nos quiere recordar que la guerra no es algo que esté más allá, independiente a nuestra voluntad, sino que es organizada, hecha y batida por hombres".