El mundo de las canciones y las películas de Fito Páez

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El mundo cabe en una canción y ¿De quién es el portaligas?. Esos son los títulos con los que el famoso rosarino regresa a sus pasiones: la música y el cine.

El mundo cabe... es el disco de estudio número 13 en la obra musical de Páez y llega luego de varias ediciones que revisaban su exitoso repertorio, como Moda y pueblo -en el cual Gerardo Gandini arreglaba temas como Tumbas de la gloria y Un vestido y un amor- y el binomio en vivo Mi vida con ellas, volumen 1 y 2.

El último disco de material original de Páez había sido Naturaleza sangre (2003), en el cual el pianista, cantante y compositor daba cuenta, entre otras cosas, de la separación de la actriz Cecilia Roth. El músico siempre se caracterizó por canciones con letras de carácter confesional y autobiográfico y las que integran el nuevo trabajo no son la excepción. En su nuevo trabajo, Páez comparte su vida, con sus gustos y disgustos, ya desde la primera canción, la que da título al disco: "Las rosas del primer amor, mis viejos, la primera canción... en el `76 la sangre se derramaba... Esto fue lo que aprendí y hoy vengo a decírtelo, el mundo cabe una canción".

Ya consagrado como un clásico de la canción popular argentina, Páez presenta un trabajo que lleva todas sus señas de identidad y que vuelve a reunir a muchos de sus más fieles colaboradores, desde el bajista Guillermo Vadalá a los guitarristas Gabriel Carámbula y Gonzalo Aloras, entre otros.

CIENASTA. Además del disco, Páez ya concluyó el rodaje de su segunda película, que estará protagonizada por su esposa Romina Ricci, tal como Vidas privadas había sido protagonizada por Roth. El film fue rodado en Rosario (ciudad a la cual el cantante le dedica la última canción de su nuevo disco, a la vez que éste está dedicado a su coterráneo, el escritor y dibujante Roberto Fontanarrosa). Además de Ricci participan en la película Julieta Cardinali, Leonora Balcarce, Darío Grandinetti, Horacio Fontova, Fontanarrosa y músicos como Fabiana Cantilo y el ya mencionado Aloras. De acuerdo a lo que Páez declaró en una conferencia de prensa cuando el rodaje estaba por concluir, "De quién es el portaligas" gira sobre "la idea del paso del tiempo, y qué hace el tiempo en un grupo de personas. ¿Qué pasa cuando las relaciones rompen un pacto de confianza, cuando se traiciona, qué pasa con la solidaridad".

Ambientada en la década de los años ochenta, el músico rosarino sostuvo que la reproducción de época es modesta: "No hice un `trabajo antropológico` en la película. Eso me llevaría un trabajo económico aparte. Sin embargo, hay muchas cosas que me sirven, porque Rosario sigue estando muy parecida a lo que era en esos años, tiene edificios antiquísimos muy bellos, lugares preciosos, por supuesto que hay una parte que se pauperizó muchísimo, pero en muchos aspectos para filmar nos va a servir para reproducir los `80".

Sobre la trama, Páez dijo que "Hablar sobre el paso del tiempo puede resultar una idea boba para la época, pero me gustó contar las cosas que pasan dentro de un grupo de amigos que atraviesan veinte años y siguen juntos pese a todo lo que pasó". La historia arranca en el presente y va retrocediendo hasta la década del `80. La idea de volver a filmar se le ocurrió a Páez hace dos años, en un viaje de Nueva York a Los Angeles. "La empecé a escribir en el avión. Todo arranca a partir de una situación que viví hace muchos años y que siempre que la contaba, me hacía mucha gracia y provocaba risas" y agregó: "Es una escena muy dramática, que escribí de un tirón durante las siete horas que duró el vuelo".

Su debut como realizador no recibió comentarios auspiciosos, pero Páez dice que el acto creativo es más importante. "Las críticas importan, no voy a negarlo. Pero es más fuerte el motor natural que tenés para hacer las cosas. Las malas críticas están ahí, pero en un lugar donde no paralizan. El hecho expresivo está concentrado en el momento en que lo hacés, aunque después lo sometas a la mirada de los otros", sostuvo en una entrevista para La Nación. El film tendrá su estreno el año próximo.

"El disco nació en La Cumbre, Córdoba. Ahí no suenan los teléfonos y estás en el medio de la montaña. Lo delineé con Coki Debernardis, Carlitos Vandera y Carlos Altolaguirre, el técnico que nos asistió. Y lo grabó Nigel Walker, con quien yo ya había trabajado en El amor después del amor. Además de los que casi siempre me acompañan está también Pitt Thomas, baterista de Elvis Costello y mi favorito en ese instrumento".