ESTÁ EN NETFLIX

A medida que Netflix se afianzó como una compañía de creación masiva de contenidos, se hizo con algunos de los nombres más importantes de la televisión actual. Fichó a Shonda Rhimes que ya le aseguró los éxitos Bridgerton e Inventando a Anna, se hizo con los servicios de Ryan Murphy que ya ha presentado varios títulos, y luego se quedó con los creadores de Game of Thrones: D. B. Weiss y David Benioff.

La dupla creativa firmó en 2019 un contrato millonario con Netflix, por cinco años y con un estimado de compensación económica de 300 millones de dólares. La cifra oficial nunca se reveló, pero ahora empiezan a verse los resultados de esta alianza.

Y uno de los primeros lanzamientos de Weiss y Benioff para el servicio de streaming es Metal Lords, la comedia adolescente que llegó este mes al catálogo de la plataforma y que es imperdible si lo que está buscando es un plan de matiné de fin de semana.

La película cuenta la historia de dos amigos bastante diferentes entre sí aunque unidos por un pasado y sus soledades. Son Hunter (Adrian Greensmith) y Kevin (Jaeden Martell), dos marginados que no encajan en ningún lado, y que entienden que para triunfar deberán ganar la Batalla de las Bandas de su liceo, con una propuesta de metal.

Su preparación de cara a la competencia, la aparición de Emily (Isis Hainsworth) como el detonante de varios conflictos, y la inmersión en el metal como una filosofía de vida, son los elementos que hacen de esta aventura de apenas una hora y media, algo muy disfrutable.

La banda sonora, además, está repleta de clásicos del género y las referencias a Slayer, Judas Priest, Iron Maiden y más son constantes. De hecho, hay cameos de algunos ídolos metaleros como Scott Ian de Anthrax, Rob Halford de Judas Priest, Tom Morello de Rage Against the Machine y Kirk Hammett de Metallica.

El abordaje con cierta profundidad y originalidad de algunos dilemas propios de la adolescencia, el manejo de la ira y la transformación de ese sentimiento, y unos momentos de comedia que rozan lo absurdo o lo bizarro (el aporte de Brett Gelman como el padre de Hunter, por ejemplo) la convierten en un buen plan. Tiene lo que se espera de una película del estilo, pero el amor por el metal la eleva.

¿Y qué tiene que ver Game of Thrones en todo esto? Que ambos creadores están implicados en la película. Aunque ninguno atiende como creador, D. B. Weiss es el guionista y David Benioff firma como productor ejecutivo. Y más allá de que la película no tiene nada que ver con la épica, el salvajismo y la violencia del éxito de HBO, hay una fractura expuesta mostrada con todas las ganas, que parece ser un recordatorio de los involucrados.

Por delante, el próximo gran proyecto de la dupla para Netflix es la adaptación de la novela The Three-Body Problem a una serie de ciencia ficción. Está en rodaje y la fecha de estreno no ha sido revelada.