Enviada a Ciudad de México
La muñeca asesina que cautivó a la cultura pop en 2023 ha vuelto. Después de convertirse en un fenómeno viral y de taquilla en su primera entrega, y tras recaudar más de 180 millones de dólares con una inversión inicial de 12 millones, M3gan regresa a los cines con su secuela M3gan 2.0, este jueves 26 de junio.
La nueva entrega mantiene al equipo creativo original y es dirigida nuevamente por Gerard Johnstone, con James Wan —responsable de franquicias como El conjuro, La noche del demonio y El juego del miedo— como coguionista junto a Akela Cooper, y como productor a través de Atomic Monster. Completa el plantel Jason Blum como productor a través de Blumhouse.
M3gan contaba cómo Gemma (Allison Williams), una ingeniera robótica, desarrollaba a escondidas un prototipo de robot-niñera que se convertiría en una figura materna, amiga y protectora para su sobrina Cady (Violet McGraw), huérfana tras perder a sus padres en un accidente. La muñeca empezaba a tomar decisiones propias, cruzando los límites del cuidado y transformándose en una amenaza mortal.
En M3egan 2.0 han pasado dos años desde el caos desatado por la muñeca, y Gemma ha pasado de ser una desarrolladora brillante a convertirse en una figura pública que aboga por la regulación de la inteligencia artificial. Cady, su sobrina y antigua usuaria de M3egan, ahora es una adolescente que empieza a cuestionar las reglas impuestas por su tía. Pero el verdadero conflicto surge cuando una versión militarizada del software de M3egan, conocida como Amelia, comienza a actuar por cuenta propia. Para detenerla, Gemma no ve otra salida más que traer de vuelta a M3egan, esta vez con mejoras letales.
Mientras que en la primera película la amenaza era una unidad solitaria que se salía de control, y se intentaba hablar de la dependencia emocional que pueden generar los humanos con las máquinas y la inteligencia artificial, y de la negligencia de los padres modernos que se desligan de sus obligaciones a través de pantallas o robots, en esta segunda película el eje parece girar hacia las consecuencias colectivas, es decir, ¿qué pasa cuando la tecnología que una vez falló empieza a reproducirse, mejorada y más difícil de detectar?
M3gan 2.0 se inserta en un mundo donde las corporaciones buscan capitalizar el éxito viral del prototipo asesino, ignorando los riesgos que implica replicar una inteligencia artificial autónoma. La secuela eleva la discusión hacia temas como la ética en la innovación tecnológica, el uso militar o masivo de la IA, y la dificultad de frenar algo que ya fue liberado al mundo. El verdadero horror no está en lo que las máquinas pueden hacer, sino en lo que los humanos deciden delegar en ellas.
El entusiasmo por la secuela se hizo evidente en el panel de Blumhouse en la CCXPMX25, la convención realizada en mayo en Ciudad de México, donde Jason Blum apareció vestido como “The Grabber”, el secuestrador y asesino de Teléfono negro, otro de los grandes éxitos del estudio. Blum aseguró que M3gan “llegó para quedarse”.
Del panel también participó James Wan, quien reflexionó sobre el desarrollo de la tecnología, la IA y las redes sociales, dijo que hoy hay una explosión masiva de avances tecnológicos y que estos se dan en plazos muy cortos, lo que quizás haga que no estemos preparados para las consecuencias que esto puede tener. “Todos crecimos con películas como Terminator, Matrix. Y todas estas películas nos enseñaron a tenerle miedo a lo que podría pasar si la tecnología se rebela contra nosotros. Lo que para Jason y para mí significa más material para el horror”, señaló.
Wan también contó cómo surgió la idea de crear una muñeca asesina mezcla de Chucky con Terminator: “M3gan surgió cuando mi equipo y yo en Atomic Monster —Scott, Michael—, estábamos en la oficina. Al final de la semana nos gustaba sentarnos y conversar, todos somos nerds de las películas t nos encanta hablar de las películas. Y una cosa que decíamos es que se me puede acusar de ser el chico del muñeco asesino, pero en realidad nunca he hecho a un muñeco que mate a nadie. Anabelle no mata, Anabelle no es Chucky. Entonces empezamos a pensar en por qué no hacemos nuestro propio Chucky. ¿Qué pasaría si hacemos nuestro propio Chuky mezclado con Terminator? Y esto es lo que consigues: M3gan”.
Además de la presentación de M3gan 2.0, el panel de la CCXPMX25 sirvió como vitrina para otras producciones del estudio, como Teléfono negro 2, secuela de la película dirigida por Scott Derrickson y protagonizada por Ethan Hawke. La historia continuará el universo establecido en el primer film, centrado en un secuestrador y asesino enmascarado conocido como “The Grabber” y un teléfono desconectado que permite comunicarse con las víctimas del pasado.
Finn, el joven sobreviviente de la primera película, intenta rehacer su vida mientras su hermana comienza a recibir señales perturbadoras en sueños, conectadas con un oscuro campamento invernal. En Uruguay se estrenará el 16 de octubre.
Otra secuela del estudio será Five Nights at Freddy’s 2, donde la historia continuará los eventos ocurridos en el restaurante Freddy Fazbear’s, lugar en el que animatrónicos con comportamientos homicidas acechan durante la noche. Emma Tammi regresa como directora, y Scott Cawthon, creador del juego, sigue vinculado como productor. Llegará el 4 de diciembre.
Y además se anuncia la película original SOULM8TE, a la que James Wan definió como “la versión sexy que no pudimos hacer con M3gan”. Dirigida por Kate Dolan, con historia original de Wan, plantea un escenario íntimo y perturbador en el que un hombre en duelo por la muerte de su esposa decide adquirir un androide con inteligencia artificial para llenar el vacío emocional que dejó esta pérdida. Lo que comienza como una búsqueda de compañía y consuelo se transforma progresivamente en una situación de control, obsesión y peligro, cuando esta “alma gemela” artificial comienza a mostrar comportamientos extremos que incluyen intentar asesinar a quien se interponga entre ella y él. Con esta película, que todavía no tiene fecha de estreno en Uruguay, Blumhouse vuelve a explorar los vínculos entre la inteligencia artificial y las emociones humanas.