RESUMEN
El sábado se cerró el prestigioso festival de cine, que en su regreso a la normalidad dejó ganadores, actualidad, críticas y destaques. Los repasamos.
La Palma de Oro otorgada el sábado al sueco Ruben Östlund por Triangle of Sadness en Cannes cierra una edición de contrastes que, tras su anulación en 2020 y su celebración en julio de 2021 debido a la pandemia, retomó sus fechas habituales y con ellas la ilusión de cierta normalidad.
Veintiuna películas optaban a recoger el relevo de Titane, de la francesa Julia Ducournau y disponible en Mubi, y de ellas solo cinco estaban dirigidas por mujeres, incluida la veterana Claire Denis con el thriller romántico Stars at Noon, que logró el Gran Premio “ex aequo” junto a
Close, de Lukas Dhont.
Östlund consiguió su segunda Palma de Oro tras The Square en 2017, con su sátira contra el capitalismo que, en sus proyecciones, arrancó carcajadas y aplausos en el mismo lugar que concentró todos los elementos que critica el film: el lujo, la opulencia, la superficialidad.
A la competición oficial se sumaron una treintena de películas fuera de concurso. Además, 20 participaron en la sección Una Cierta Mirada; siete en la Semana de la Crítica, y 23 en la Quincena de Realizadores.
El Palacio de Festivales volvió a ser epicentro de la cinematografía mundial. Según cifras de la alcaldía, genera más de 200 millones de dólares de ingresos y crea 2.300 puestos de trabajo.
La de Cannes era una edición especial por su 75° aniversario y no dio la espalda a la actualidad.
En su selección había vetado a delegaciones oficiales rusas, aunque no a directores disidentes, lo que abrió la puerta a Kirill Serebrennikov con Tchaikovsky’s Wife, y en la ceremonia de apertura contó con la intervención telemática del presidente ucraniano Volodímir Zelenski, que pidió que el cine no se mantenga “mudo” ante la situación.
La guerra en Ucrania también estuvo presente a través de algunos títulos seleccionados fuera de competencia.
La alfombra roja concentró cada tarde los flashes y sirvió tanto de plataforma de reivindicación, bélica o feminista, como de foco del espectáculo. En este último nadie le quitó el trono a los actores estadounidenses Tom Cruise y Julia Roberts.
El primero presentó fuera de concurso Top Gun: Maverick, secuela de su película de 1986, con ocho aviones de la Patrulla Aérea francesa sobrevolando el Palacio como colofón a su desfile; está para ver en salas uruguayas. Y la segunda, madrina del premio Chopard a jóvenes promesas, conquistó con su sonrisa e hizo sombra en apenas unos segundos a todos los que la precedieron.
Hubo críticas de los ecologistas en un momento en que desde el propio certamen se insta al reciclaje, a la reducción de los residuos y al pago de una contribución medioambiental. Otra de las críticas tuvo que ver con que en el primero de los dos coloquios sobre el futuro del cine, no hubo ninguna mujer: el panel estuvo compuesto entre otros por Guillermo del Toro, Claude Lelouch, Michel Hazanavicius o Gaspar Noé. Encima de esa mesa hubo un tema central de la cinematografía actual, el eterno debate sobre plataformas y salas de cine.
Quedará para el recuerdo, además, la amplia lista de estrellas que acompañó el estreno de Elvis, de Baz Luhrmann: desde sus protagonistas, Tom Hanks y Austin Butler, a los cantantes Shakira, Kylie Minogue, Ricky Martin o el grupo italiano Maneskin, colaborador en la banda sonora del film. Hubo de todo.