Es hijo de una celebridad, protagonizó una serie icónica, tocó fondo y ahora su vida llega a Netflix

Ayer, miércoles 3 de setiembre, el actor y figura del entretenimiento, Charlie Sheen cumplió 60 años, una edad que pensó nunca alcanzaría durante buena parte de su vida debido a sus constantes problemas de adicción.

“Tengo más días hacia atrás que hacia adelante, y está bien”, confesó a la revista People en una entrevista reciente, en la que habla sobre su pasado, pero también sobre su presente personal y profesional.

Deja claro que la nueva década lo encontrará casi sin quejas: “¡Me siento muy bien! La mayoría de los tipos de mi edad tienden a tener problemas en la espalda o en las rodillas. De alguna manera, superé eso.” Sheen afirma que su secreto para mantenerse en forma es usar la máquina de remo diariamente y alimentarse de forma saludable “la mayor parte del tiempo”.

“Solo tengo un problema en el hombro y necesito tomar un antiinflamatorio”, explicó.

Tras ocho años lejos de las drogas, el alcohol, las prostitutas y los escándalos mediáticos, Sheen ahora pasa su tiempo libre almorzando con amigos, visitando a sus padres y terminando su libro de memorias, The Book of Sheen, con lanzamiento previsto para el 9 de setiembre.

Y hay un documental de Netflix sobre su vida, Nombre artístico Charlie Sheen que se estrena el miércoles de la próxima semana.

“No se trata de aclarar las cosas o arreglar todos los errores de mi pasado”, explicó Sheen sobre los dos proyectos. “Pasé la mayor parte de mis 50 pidiendo disculpas a las personas que herí. Tampoco quería escribir desde la perspectiva de una víctima. Yo no lo era, y soy responsable de todo lo que hice. Solo soy yo, finalmente contando las historias tal como sucedieron. Las historias de las que me acuerdo, al menos”, bromeó.

Las memorias abarcan su infancia, cuando él y sus tres hermanos acompañaban a su padre, Martin Sheen, a los rodajes. Pasan también por la adolescencia, cuando decidió ingresar en el mundo del entretenimiento, y la carrera en la vida adulta, con historias de sus primeros papeles exitosos en películas como Pelotón y Wall Street.

Como él mismo anuncia, las páginas también contienen eventos de su vida privada, incluidos sus problemas con drogas, alcohol y su pasión por la velocidad. El actor dijo que todo se complicó cuando probó el crack, porque se volvió adicto. Fue internado en clínicas de rehabilitación varias veces y hoy sabe que fue solo una cuestión de suerte lo que le impidió morir de sobredosis. “En mis fiestas, yo siempre decía: ‘Deja tu juicio en la puerta. Sin sufrimiento en las habitaciones. Y nadie puede morir.’ Esas eran buenas reglas”, recordó.

“Siempre existió la voz de la duda, de que era solo cuestión de tiempo hasta que todo pasara, entonces aprovecha con todo tu corazón”, recomienda el actor.

En el documental, su compañero de elenco en Two and a Half Men, Jon Cryer, revela que, en su opinión, Sheen nunca se sintió merecedor del éxito.

“Fue muy revelador”, dijo el actor, agregando que él mismo invitó a todos los que aparecen en el especial de Netflix. Entre esas personas están su exjefe Chuck Lorre, sus dos exesposas, Denise Richards y Brooke Mueller, e incluso su dealer, Marco.

Sheen tocó fondo cuando fue despedido de Two and a Half Men, en marzo de 2011. En 2017, finalmente se libró de la culpa.

“Tienes que estar dispuesto a hacerlo. Solo tú puedes salvarte”, dijo. El actor explicó que tomó la decisión de cambiar sus hábitos cuando empezó a pensar en qué tipo de padre quería ser. “Quería que Cassandra, Sami, Lola (20) y los gemelos Max y Bob (16) confiaran en mí”, dijo.

En sus momentos más oscuros, dice que decepcionó a muchos de sus seres queridos y que, aunque hizo las paces con casi todos ellos, perdonarse a sí mismo fue la parte más difícil.

“El perdón aún está evolucionando. Todavía siento lo que llamo ‘escalofríos de vergüenza’’”, dijo. “Son esos momentos que me sacuden, con recuerdos, decisiones y consecuencias atroces. Se están volviendo más frecuentes, así que creo que estoy progresando. Lo interesante de corregir errores es que la mayoría de la gente ya dijo: ‘Ey, sí, estamos bien, pero esperamos que tú también te hayas perdonado’.”

“No bebo más desde entonces. Mantengo una lista mental de las cosas peores y más vergonzosas que hice, y puedo repasarlas mentalmente si tengo ganas de beber”, dijo él. En cuanto a las drogas, dejó antes que el alcohol y afirma que no tiene interés en usarlas nuevamente. “Sea verdad o no, me gusta pensar que la próxima dosis me mataría”, explicó.

(Agencia o Globo)