"Depredador: Tierras salvajes", un icónico villano del cine convertido en protagonista de su propia franquicia

La aparición de tres puntos rojos en un soldado era la señal de que le quedaba poco tiempo al personaje en la pantalla. Equipado con sensor térmico, camuflaje óptico y armado hasta los dientes, el Depredador no tenía rival en la selva centroamericana. Era un arma letal, invisible e imparable, encargado de cazar otras formas de vida.

Bueno, salvo por el fornido “Dutch” de Arnold Schwarzenegger que con trampas y mucho barro encima logró ser el único sobreviviente de su comando.

Estrenada a mediados de 1987 aunque a Uruguay llegó para Navidad, Depredador se convirtió en un éxito de taquilla (recaudó 98 millones de dólares) y en un exponente del cine de acción cargado de testosterona y explosiones. También una extraña cruza entre el cine slasher, invasión alienígena y propaganda antisoviética. Aunque esta vez no fueron los rojos ni los revolucionarios el mayor peligro, sino ese extraterrestre alto y fiero (los efectos de Stan Winston fueron nominados al Oscar) el que entró al panteón de los villanos del cine.

Ayer se estrenó Depredador: Tierras salvajes, nueva entrega de la franquicia que se enfrió en los 90, regresó junto a Alien en los 2000 y comenzó a explorar nuevas ideas en 2022. Ahora son Elle Fanning y Dimitrius Koloamatangi los que están al frente del elenco en una historia muy distinta a a las anteriores.

El responsable del resurgimiento de este icónico villano es Dan Trachtenberg, quien venía de la publicidad y llamó la atención con 10 Cloverfield Lane. Ese éxito lo llevó a proyectos como Black Mirror, y a dirigir el piloto de The Boys y El símbolo perdido. También episodios de la última temporada de Stranger Things que llega este mes a Netflix.

En 2022 dirigió la quinta entrega de Depredador: Prey (está en Disney+) que le dio dos nominaciones al Emmy, y desde entonces se puso al frente de la franquicia.

Este año se estrenó la animada Predator: Asesino de asesinos (Disney+) y con Tierras salvajes, no solo sigue explorando el universo de estas criaturas, también los pone como los héroes de la historia.

El trasfondo de esta criatura, al no haber sido pensada como una franquicia, se fue construyendo con las sucesivas películas. Ahora se sabe que pertenecen a la cultura Yautja, que hay diferentes tribus, y que cada tantos años aparecen en nuestro planeta.

Esta nueva película se centra en Dek, un joven Depredador exiliado de su clan que emprende su primera misión como cazador al planeta más peligroso de la galaxia para demostrar su valor.

Foto: Difusión.

“Siempre he pensado que lo genial del Depredador es que cuando veías su capa, veías que tenía una cultura y un código de honor que contaban una historia de fondo”, explicó el director a la agencia efe.

“Creo que normalmente la gente diría que cuando tienes un villano genial como el Depredador, parte de lo que disfrutas es el misterio y la mística que lo rodea”, explicó, y aclaró que su intención fue mostrar un nuevo rostro del personaje.

“No quería una historia de orígenes, quería que la película fuera una exposición exhaustiva de la cultura Depredadora, y simplemente abrir un poco la puerta para comprender lo suficiente de la cultura Yautja y así entender los sentimientos del protagonista antes de lanzarlo a una prueba de fuego”, agregó el director.

Dek no está solo en ese mundo de peligros, ya que en el camino se encontrará con Thia, una androide de la corporación Weyland‑Yutani del universo Alien. La sintética, con cara de Elle Fanning, acompañará cargada en la espalda del protagonista, para cumplir con su misión.

Foto: 20th Century Studios

Para la actriz que también interpreta a la androide Tessa y que se mueve entre títulos comerciales y cine independiente, esta película fue la oportunidad de hacer algo distinto. “Creo que lo logramos, un Depredador como protagonista con una sintética como mochila, creo que sí”, comentó Fanning entre risas.

Por su parte Koloamatangi, cuyo rostro permanece oculto tras la máscara y maquillaje de su personaje, también enfrentó el reto de construir una actuación basada principalmente en una interpretación física, transmitiendo emociones y presencia mediante su movimiento y gestos corporales.

“Se trató de encontrar la verdad en cada escena y transmitirla con la máxima intensidad. Teníamos que capturar cada expresión, animarla y lograr que Dek fuera lo más Yautja posible, conservando ese lado animal y primitivo que tanto disfrutan los fans, pero al mismo tiempo darle corazón y permitirle moverse y vivir como un ser humano”, dijo el actor.

Aunque a diferencia de las anteriores, ahora se abordan temas como el honor, la traición, el sentido de comunidad, la lealtad y la amistad.

“Se trata de la conexión, porque no puedes hacer nada sin la ayuda de otros. El lema de los depredadores siempre ha sido ‘cazamos solos’ y Dek de algún modo desaprende lo que su familia le enseñó. Así que creo que en un mundo donde la tecnología puede desconectarnos, necesitamos la conexión humana y eso lo aprendes a través de una criatura y un robot”, comentó Fanning.