Estreno

Crítica: En "Renfield", Nicolas Cage es Drácula pero el protagonista es su sufrido ayudante

Nicholas Hout es el asistente del vampiro que intenta librarse de la maldición de ser su sirviente; lo cuenta con un tono de comedia de terror repleta de sangre

Nicolas Cage en Renfield.jpg
Nicolas Cage como Drácula en "Renfield"

Por Fernán Cisnero

Debería bastar como impulso o advertencia, avisar que Renfield: Asistente de vampiro es una comedia de terror con Nicolas Cage como Drácula. No necesita más mérito que ese y aunque el humor siempre es muy subjetivo, hay un par de chistes que suman.

Siempre, está claro, si lo que lo que le divierte incluya una sucesión de desmembramientos, evisceraciones y hectolitros de sangre, que de todo eso acá hay en abundancia y en tono de broma.

Otros habrán desarrollado intolerancia a Cage, uno de los mejores actores de su generación y que ha hecho de la exageración su propio método de interpretación. Hacer Drácula le permite todos los excesos: se ha convertido en un personaje pintoresco y su presencia en el papel del conde con debilidad por la sangre es una buena parte de la gracia de la película. Y probablemente el principal argumento de venta para hacer avanzar un proyecto así, tan rutinario.

Como queda claro desde el título, Drácula es un personaje secundario porque la historia principal pasa por Renfield, su legendario asistente. Tiene el peor trabajo del mundo con un plan de retiro inexistente y esa es la excusa cómica y dramática que hace avanzar la trama.

Está interpretado por Nicholas Hoult —quien empezó como niño en Un buen chico y fue el guerrero calvo y bueno de Mad Max: Furia en el camino— como un muchacho tímido y demasiado servicial con el patrón. Está tan mal que es parte de un grupo de ayuda a las víctimas de relaciones tóxicas; se cuentan historias tristes pero nadie tiene idea de por lo que está pasando el pobre Renfield. Lo van a descubrir. Mientras lo ayudan -aunque su vestuario empeore sustancialmente en la busqueda de su propia identidad- se cruza con Rebecca una oficial de policía (Awkwafina, siempre simpática), la única honesta en un cuerpo policial corrompido a nivel de historieta.

Sus compañeros de la fuerza trabajan en connivencia con los Lobo, la familia de mafiosos que domina el inframundo. Están liderados por Bellafrancesca Lobo (Shohreh Aghdashloo) y su hijo Tedward (Benjamin Schwartz), quien funciona como el torpe villano principal. Son caricaturescos, como casi todo acá.

Impulsado por la ingesta de insectos que le aporta una fuerza sobrenatural, Renfield intentará dar una mano a Rebecca, enfrentar a los malvados y, principalmente a su jefe, quien no parece dejarlo ceder ante tentaciones humanas. Y no le acepta la renuncia.

Dirige Chris McKay (con antecedentes como La guerra del mañana o Batman: Lego) sobre un guion de Ryan Ridley (Reg & Stimpy) y Robert Kirkman, el creador de The Walking Dead, quien acá aportó la historia y fue uno de sus promotores.

No son garantía de nada pero tampoco se precisa mucho.

Renfield es un secundario importante de la novela de Bran Stoker que se publicó en 1897 y le aportó el género de vampiros a la cultura popular. Allí es un internado en un frenopático londinense que come moscas y arañas como suplemento nutritivo y está, dice, al servicio de un señor del mal.

Renfield también estaba (interpretado por Dwight Frye) en la versión clásica de Hollywood, la que Tod Browning dirigió en 1931 con Bela Lugosi. Ese antecedente es citado en el prólogo de Renfield con aquella película intervenida con Cage y Hoult; esa es una buena idea y sin duda la más original de la oferta.

Tom Waits, ya que estamos, lo hizo en el Drácula de Bram Stoker que dirigió a comienzos de la década de 1990, Francis Coppola; aquella con Gary Oldman.

Cage ya había estado involucrado en comedias de vampiros en, justamente, El beso de un vampiro de 1988, donde ya mostraba algo de ese exceso personal que sería legendario y al que recurre ya al borde de la autoparodia.

Renfield se ríe un poco del género y sus convenciones y va hacia la amabilidad positivista del Hollywood más tradicional. La música de Marco Beltrami ayuda a la composición de lugar.

Las peleas, que son muchas y masivas, tienden una modesta espectacularidad de montaje como para acentuar lo gráfico de la violencia y agarrar el camino más fácil. Los chistes están bien puntuados y los talentos en su lugar, por lo que, con pretensión baja, Renfield: Asistente de Drácula cumple.

No es lo que está opinando la crítica en general pero, vamos, a quién le importa lo que tenga para decir un crítico.

Renfield: Asistente de vampiro [ ***]
Estados Unidos, 2023. Título original: Renfield. Director: Chris McKay. Guion: Ryan Ridley y Robert Kirkman. Fotografía: Mitchell Amundsen. Editores: Zene Baker, Ryan Folsey, Giancarlo Ganziano. Música: Marco Beltrami. Con: Nicolas Cage, Nicholas Hoult, Awkwafina, Shohreh Aghdashloo, Ben Schwartz, Adrian Martinez, Brandon Scott Jones. Duración: 93 minutos. Estreno: 13 de abril, cines.

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