"Bella Swan siempre va a estar muy cerca de mí"

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Durante el último año, Kristen Stewart protagonizó dos exitosas película, se hizo público el romance que mantenía más o menos en secreto, se vio envuelta en un escándalo sexual, rompió con su novio y después regresó con él.

Ahora, para cerrar con broche de oro, está en una nueva película también exitosa, la tercera en doce meses y dos días, y se despide del papel que la lanzó al estrellato.

Lo más notable es que Stewart parece haber salido más o menos intacta de todo esto. Vestida con vaqueros negros y un suéter azul brillante, con sus largos y negros mechones cayéndole por la espalda, luce despreocupada al llegar en compañía de Robert Pattinson (y también estrella de la saga Crepúsculo), su novio con el que terminó y volvió, para dar entrevistas sobre la segunda parte de La saga Crepúsculo: Amanecer.

Los dos se toman de la mano por un momento antes de separarse para reunirse con la prensa en suites diferentes de un hotel de Beverly Hills. Ella se inclina para susurrarle algo. Él sonríe y sacude su célebre melena de pelo rebelde, disfrutando del chiste privado.

Después Stewart se dirige a la suite designada y se acomoda para hablar de la película, para aludir indirectamente al escándalo que estalló cuando llegó a los tabloides la aventura que tenía en secreto con Rupert Sanders, hombre casado que la dirigió en Blancanieves y el cazador (2012), y para hablar de este año tan notable.

"Creo que he crecido un poco", asegura la actriz, de 22 años de edad. "Ahora sé lo que es importante para mí".

Con el estreno de la última entrega de La saga Crepúsculo: Amanecer, Stewart iniciará, quiéralo o no, su vida y carrera posterior a su personaje de Bella Swan. Eso parece intimidante, después de seis años y cinco películas, pero ella tiene otra opinión.

"No dejan de preguntarme qué siento al alejarme de Crepúsculo. Yo no veo por qué tenga que alejarme de nada," afirma. "Uno se aferra a las cosas que le son queridas. Yo siempre llevaré conmigo a Bella Swan. Por Bella siento lo mismo que sienten muchos fans``.

Stewart y Pattinson no pasaron sus últimos días como Bella y Edward combatiendo a los villanos. De hecho, fueron extraordinariamente pacíficos.

"El último día que interpreté a Edward Cullen de hecho fue adorable", señaló Pattinson en entrevista por separado. "Kristen y yo nadamos en las espléndidas aguas de St. Thomas. Yo fui Edward por última vez cuando el sol estaba saliendo, lo cual fue una manera bonita y tranquila de acabar con eso``.

"Fue hermoso", coincide Stewart. "También fue divertido, pues por mucho tiempo filmamos en la nieve y en condiciones muy malas. Terminarla en la playa fue algo que nos hizo sonreír``.

COMBATE. Hay mucha acción en la conclusión de Amanecer. Ahora casados, Bella y Edward luchan por proteger a su hija, Renesmee (Mackenzie Foy) de los malvados Volturi, los vampiros que no aprueban que una madre mortal y un padre vampiro hayan concebido a una hija.

Bella lucha al lado de Edward y sus diversos aliados como mujer vampiro, claro, ya que en la primera parte de Amanecer Edward la convirtió para evitar que muriera en el parto. Stewart se deleitó con la fuerza, la velocidad y las demás habilidades vampíricas recién obtenidas por su personaje.

"Acostumbrarme a ella fue como con un auto", dice la actriz. "La llevé a los extremos, pues quería ver qué tan rápido podía ir".

"Mi parte favorita fue una escena en la que corro por el bosque y derribo a un gato montés", agrega. "¡Simplemente me encantó!``

No quiere decir que no haya habido cierto grado de peligro. "El primer día que fui mujer vampiro me rompí un pulgar," revela. "Estaba haciendo una intensa escena de acción y fui demasiado lejos. Fue frustrante pero también divertido. Bella había estado marginada mucho tiempo así que creo que la obligué demasiado``.

Interpretar a un vampiro en Crepúsculo significa también un cambio de color de ojos, cosa que de hecho Stewart ansiaba mucho.

"Durante muchas películas de Crepúsculo no dejaba de pensar que esos lentes de contacto rojos se me iban a ver muy bien", afirma.

Su trabajo como mujer vampiro le valió una importante aprobación: la de Stephenie Meyer, la exitosa autora de los libros de Crepúsculo. "Su actuación fue notable desde el primer momento en que se puso los lentes de contacto", aseguró Meyer, entrevistada por separado. "Yo estaba nerviosa, preguntándome si Bella sería diferente como mujer vampiro. La cosa es que tenía que sentirse como algo nuevo. Me impresioné mucho con Kristen. Yo estaba de pie junto al monitor, bailando de alegría``.

"Tuve mucha suerte de haber interpretado a Bella como humana por tanto tiempo", comenta a su vez Stewart. "El mejor aspecto del vampiro siempre es crear una versión perfeccionada de lo que era como ser humano. Así pude interpretar a una mujer vampiro muy redonda, pues ya había dado pasitos a lo largo del camino".

"Si quitáramos por completo el hecho de que ella se convierte en mujer vampiro", continúa, "esta nueva película muestra una versión más realizada de lo que Bella siempre fue. Su lado normal, con todos sus miedos e inseguridades, es lo que conmueve tanto en el personaje``.

Las chicas adolescentes se identifican especialmente con Bella, cuya saga es la clásica historia de la muchacha que se enamora del chico que con toda seguridad le arruinará la vida (o, en este caso, que le quitará la vida y la convertirá en vampiro).

"Ella representa esa etapa de la vida en la que somos ardientes y estamos llenos de algo que no podemos identificar", explica Stewart. "Es una muchacha que tiene demasiada fe en sí misma para no ignorar sus sentimientos. Ella descubre por qué los tiene."

"La gente piensa que Bella está loca y que pierde la cabeza por enamorarse de un vampiro", agrega. "Pero sus decisiones están bien fundamentadas en sus sentimientos. Ahora, en la última película, todo adquiere sentido".

PLENITUD. "Bella es feliz", concluye Stewart. "Tiene un esposo y una hija que la aman. Ella está exactamente donde necesita estar en ese momento de su vida. Ahora puede decir: `Te lo dije. Había una buena razón para aferrarnos a este amor`".

Stewart también apreció la oportunidad, en la última película, de presentar a Bella como madre. La experiencia le llegó profundamente.

"Creo que ser madre es algo con lo que se nace", asegura Stewart. "Algunas mujeres tienen instintos maternos naturales muy fuertes. Ese fue uno de los aspectos que más me gustaron de la historia desde el principio. No me cansaba de ver la maternidad de Bella en el libreto. Me muero de ganas por ser madre", agrega riendo, "pero puedo esperar. Creo que podría decirse que estoy emocionada y abrumada al mismo tiempo``.

Aunque Crepúsculo ya quedó atrás, Stewart conserva algunos recuerdos de Bella.

"Me quedé con los anillos de Bella", asegura la actriz. "Para mí son muy importantes. Su madre le dio un anillo lunar al principio, así que tengo ese. Tengo el anillo de compromiso. También a ese me aferré``.

A final de cuentas, añade la actriz que ya se ha liberado del personaje, el hecho indiscutible de Crepúsculo es que, para bien o para mal, ya se acabó.

"Estoy muy contenta de que ya se contó la historia", dice. "Tuvimos cinco años para hacerlo. Ya la sacamos. Ya no nos pesa".

La saga de "Crepúsculo" ha quedado ha quedado atrás, Kristen Stewart ya no es una niña, y debe calcular con cuidado su futuro.

Por el momento, lo más próximo en su carrera parece ser una secuela de Blancanieves y el cazador, en la que según rumores hollywoodenses volvería a compartir cartel con Chris Hemsworth y Charlize Theron. También se la verá en la comedia sobre un romance entre ladrones Focus, en la que actuará al lado de Ben Affleck.

Stewart tenía 18 años solamente cuando interpretó a Bella por primera vez, pero ya era una actriz experimentada. Debutó en la pantalla grande a los 11 años con The Safety of Objects (2001), y luego estuvo en el telefilm The Thirteenth Year (1999) y en The Flintstones in Viva Rock Vegas (2000). Cuando se estrenó Crepúsculo ya tenía 18 títulos en su filmografía, incluso un papel secundario junto a Jodie Foster en La habitación del pánico (2002).

Nada de eso, empero, la preparó para la experiencia de Crepúsculo.

"No sé si alguna vez tuve idea de lo enorme que iba a ser esto", admite Stewart. "Creo que el día que mi vida cambió fue en Comic-Con, cuando vi a mis fans por primera vez. Me sacudió esa ola de energía humana. Me hizo pensar que no era un film normal. Fue alucinante".

"No es que me queje", aclara, "pues esa reacción de los fans es lo más sensacional que tiene este trabajo".