La embajadora de Estados Unidos en Uruguay, Julissa Reynoso, asistió a la gala del Oscar invitada por su amigo Chris Terrio, ganador en la categoría de Mejor guión adaptado por Argo. En diálogo con El País contó los entretelones.
Reynoso conoció al prestigioso guionista hace más de quince años en la Universidad de Harvard en Massachussetts. Ella cursaba ciencias políticas y él literatura. "Siempre estuvimos en contacto porque yo soy como su hermana, andamos juntos y nos acompañamos mutuamente en algunas de nuestras actividades", explicó a El País, todavía sin dormir porque después de la gala era de orden asistir a varias fiestas, entre ellas, una privada que ofreció George Clooney, productor de Argo.
La embajadora vivió con mucha emoción estar entre tantas figuras "que uno solo conoce a través de la televisión y el cine", pero especialmente destacó el momento en que celebró la victoria de Terrio. "¡Teníamos muchos nervios!, estábamos ansiosos por lo que podía suceder. La pasamos muy bien. Fue un impacto enorme cuando lo nombraron como el ganador, tanto que no podíamos ni hablar. Incluso después de recibir el premio él todavía estaba en shock".
Para Reynoso la participación de la Primera Dama, Michelle Obama, fue un hecho positivo porque "demuestra el interés que tiene el gobierno por el arte y por el cine en particular".
"Había muchas películas nominadas que tenían que ver con la política hacia el exterior y el gobierno. En mi opinión considero que Argo fue elegida por su gran calidad, por el arte, el guión, la dirección y no por temas políticos. Creo que la Academia puso su foco en la función de hacer cine al momento de votar", opinó al ser consultada sobre los reportes que calificaron a la gala de "democrática y demócrata" a la vez porque venció la historia de un rescate frente a otra sobre un asesinato (La noche más oscura) y dejó atrás a Lincoln, el retrato de uno de los mejores presidentes de norteamérica.
Sin embargo Reynoso dice no haberse dado cuenta de este enfoque partidario desde adentro. "Obviamente el presidente es demócrata y ella (Michelle) participó como Primera Dama, pero ahí no se habló de política sino de cine".
Argo relata la misión que llevó a cabo la CIA para sacar de Irán a un grupo de diplomáticos estadounidenses en 1979 haciéndolos pasar por un equipo de producción de una película de ciencia ficción de Hollywood. El guionista se inspiró en el artículo del agente de la CIA que lideró la operación y en un reportaje de la revista Wired.
Ahora la agencia estudiantil iraní Isna insiste en que el filme "distorsiona la historia" y "representa un signo de politización y propaganda", al tiempo que critica duramente a Hollywood por haberla ensalzado con el galardón.
"No me sorprende", comenta Reynoso sobre esta reacción. "Estamos hablando de un gobierno con serios problemas de apertura democrática. Argo no es una propaganda, captura un tiempo, fue centro de críticas de varias personas. Pero es un reflejo de la madurez que existe en el país donde uno puede ver la historia de manera crítica, contarla y aprender de ella". Por eso devoró la cinta varias veces y la califica como "una película muy rápida, con un perfecto balance entre el arte y lo verídico" que "narra un conflicto en el que sus protagonistas buscaron una salida usando formas creativas, ahí no se intercambió una bala, no hubo violencia, sino una habilidad creativa muy profunda. Creo que ese es el mensaje más importante que debe llevarse el espectador".
En la gala realizada en el Teatro Dolby de Los Ángeles, tuvo la oportunidad de codearse con grandes figuras, pero la más interesante para ella fue el escritor de Lincoln, Tony Kushner. "Es uno de los guionistas más importantes de los Estados Unidos, una persona muy linda, muy profunda, un visionario y con él hubo una conexión especial", agregó.
La embajadora llevó dos atuendos de diseñadores uruguayos. A la fiesta previa de Warner Brothers asistió con una falda de Ana Livni y por la alfombra roja se paseó con un conjunto de camisa de rasimir de seda natural con falda de gasa de seda estampada con una fotografía de un edificio de Montevideo, detalles metálicos y una cartera de malla metálica con broche de ónix como accesorio, realizado por Marcelo Roggia. El mismo que vistió a Max Capote y Campo para los premios Grammy, a Bajofondo, a Santé Les Amis, a Franny Glass para su gira por Estados Unidos y que vestirá al cineasta Federico Álvarez en abril para el lanzamiento de su película en Hollywood.
Reynoso, que contó también con el asesoramiento del productor local Sergio Miranda, dice que su look "fue un éxito" y que "muchas personas" le preguntaron sobre el origen de sus prendas en la exclusiva celebración que cada año organiza Vanity Fair, "un escándalo de fiesta".
Dentro del Teatro Dolby la televisación se vivió con mucha disciplina. "Manejan los tiempos de forma muy rígida. Debés estar en tu asiento a determinada hora y durante los anuncios tenés los segundos contados para tomar agua o ir al baño. No podés jugar con eso".
Dedicado a quienes utilizan la creatividad
En la gala, Julissa Reynoso estaba ubicada junto a su premiado amigo Chris Terrio y la productora Nina Wolarsky. Terrio nació en Nueva York en 1976, estudió literatura inglesa en Harvard y realizó estudios de posgrado en Cambridge antes de obtener una licenciatura superior en Bellas Artes en Producción de Cine en la Universidad del Sur de California, donde filmó varios cortometrajes.
Cuando acudió al escenario a recibir su estatuilla, además de agradecer a todo el equipo de producción y al protagonista Ben Affleck, recordó a Tony Méndez, quien fue el verdadero agente que sacó a los ciudadanos estadounidenses de Irán en 1979 tras una crisis diplomática. "Quiero dedicar esto a la gente que utiliza su creatividad para resolver problemas", expresó.
Entre el cóctel de emociones, la embajadora destacó como sublime la actuación de Barbra Streisand, quien volvió a actuar en los Oscar por primera vez desde 1977. "¡Para mí es la ídola, no puedo creer que estuve tan cerca de ella!".