En un año, la empresa ReCumple produjo más de 50.000 unidades de productos de decoración para eventos usando 1,2 toneladas de descartes como telas, cartón y plástico reutilizados.
El emprendimiento lo fundó Ana Cardozo, contadora y dueña de salones de fiestas, en 2019 luego de ver cuánta decoración quedaba descartada y sin reutilizar tras los eventos. Investigó el mercado y descubrió que no había opciones sustentables y con precios que compitieran con las decoraciones tradicionales. Pensó cómo cambiar los hábitos de consumo y creó una web donde circulara la decoración en desuso, una especie de second hand. Pero la pandemia hizo difícil continuar el proyecto. Se reconvirtió y comenzó a vender decoraciones nuevas hechas con materiales reutilizados.
Triple impacto
Cardozo quiso generar un proyecto de triple impacto (medioambiental, social y económico), y reunió a mujeres que necesitaban trabajo, para que lo hicieran desde sus casas. De cuatro trabajadoras pasaron a ser más de 20.
La tarea en ReCumple se divide por áreas, de lo comercial a lo creativo, hay una diseñadora textil y una creativa, un equipo de ploteo y de estampado y las que trabajan en el taller, además de quienes lo hacen desde sus hogares. La cadena productiva comienza cuando llega un pedido a la web, las mujeres levantan los materiales del taller, producen y en una semana entregan. Trabajan como monotributistas y reciben un pago por la producción, por quincena.
Los pedidos se entregan en un plazo de entre 24 y 48 horas en algunos casos. «Somos como el fast delivery de las sorpresitas», definió Cardozo.
Corporativo
El 70% de los productos de ReCumple se hacen con descartes. Los textiles, como las bolsas de tela para regalos o sorpresitas, son de los más solicitados y le han dado al emprendimiento un crecimiento exponencial.
La demanda más fuerte en textiles viene desde el sector corporativo. ReCumple pasó a estar en el foco de las empresas y los regalos empresariales pasaron a ser gran parte de la producción, lo que ha permitido reinvertir. En algunos casos han utilizado los descartes de las compañías para darle vida a nuevos productos, como por ejemplo bolsas a partir de viejos uniformes, como fue el caso de Divino, el colegio Saint Brendan’s, Darnel Group o el shopping Tres Cruces. Otras, como Tienda Inglesa, son parte de la clientela de ReCumple.
Cardozo valoró que su emprendimiento sea sostenible económicamente, lo que consideró «lo más difícil en Uruguay». Hoy le venden a multinacionales, al Estado, a instituciones educativas y también funcionan como proveedores de pequeños emprendedores que necesitan bolsas de tela para empaques.
Además, ReCumple busca la innovación. En el último año desarrolló más de 60 productos nuevos. La última novedad es la tela plástica que realizan con globos metalizados usados y con la que hacen cartucheras o bolsos, un proyecto a impulsar con fuerza durante 2025.
Por semana, en un local de fiestas se descartan cerca de 200 globos, que generan un fuerte impacto medioambiental. Este proyecto apunta a mitigarlo.
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