Tiene el mismo tono simpático y desestructurado de cualquier otro programa de streaming, pero Hacemos lo que podemos fue el primer espacio en el que se denunció a Gustavo Penadés por delitos sexuales contra menores, el que catapultó a Gustavo Salle a la diputación y en el que el exjefe de seguridad presidencial Alejandro Astesiano dio su versión de los hechos que lo llevaron a prisión. Su conductor Richard Galeano redobla la apuesta: estrenó su propio estudio televisivo, incorporó a Humberto De Vargas como figura y sumó nuevos programas a la grilla de su canal Undertake Media.
-Este año inauguraste tu propio estudio del canal de streaming Undertake Media, ¿cómo fue ese proceso?
-El proyecto ya estaba pensado desde noviembre del año pasado. Mi idea era mudarnos a un lugar más grande, donde se pudiera trabajar mejor con sala de producción, distintas oficinas y demás. Creo que era la única forma de crecer. Después de tanto laburo de a poco se fue logrando. El estudio está hecho desde cero. No había nada, era un espacio totalmente abierto donde se le hicieron paredes, acústica y todavía quedan cosas por hacer.
-Imagino que implicó una inversión importante, ¿te endeudaste?
-Sí. Así como me endeudé el año pasado cuando compramos unos equipos nuevos y después quedé al día, ahora me endeudé para armar este estudio confiando en que las cosas van a salir bien. Fue una inversión importante porque es algo que cuesta mucho. Todo forma parte del crecimiento.
-¿Los ingresos que tiene el canal son por la publicidad y los espacios contratados?
-La facturación de Undertake Media es por los espacios contratados, la monetización de You Tube y la publicidad.
-¿Es el canal de streaming más visto?
-Sí. Nosotros estamos en aproximadamente 32 mil visitas diarias entre el streaming y la segmentación. Acumulamos un millón de reproducciones por mes y en vivo tenemos en promedio unas 700 personas, y llegamos a tener 3400.
-La gran novedad del canal este año es la incorporación de Humberto De Vargas, ¿cómo se dio?
-Se dio porque el año pasado me vino Diego Porcile para armar un canal nuevo junto a Humberto y él. Eso se demoró mucho y yo me terminé alejando. Al final no salió y cuando se diluyó le pregunté a Humberto si quería hacer su programa en Undertake. Así empezamos a armar Último Momento, que es su espacio de actualidad en nuestro canal. Él me dijo qué era lo que precisaba, yo se lo empecé a producir y en una semana ya estaba todo pronto para que pudiera salir en vivo. Va de lunes a viernes a las 19 horas.
-¿Cómo es para vos que una figura del alcance de De Vargas forme parte de la grilla de tu canal?
-Siempre me gusto Humberto. Poder producirlo es un regalo de la vida.
-El canal sufrió la salida de Gustavo Salle, quien hasta el año pasado era uno de los pilares, ¿te esperabas este desenlace?
-No, él me había dado su palabra de que este año iba a estar. Incluso el jueves antes de que estrenemos me dijo que era un hecho que iba a volver a participar del programa, aunque habíamos arreglado que fuera con una frecuencia menor. Hicimos un nuevo acuerdo económico que nos servía a los dos y después me dijo “te contesto de tarde, pero es casi seguro que sí”. Pasó ese día y no me contestó, el siguiente y tampoco, el otro tampoco y lo terminé llamando yo un día antes de empezar. Ahí es cuando me enteré que no iba a venir. Si yo no lo llamaba me hubiera enterado al aire. No sé qué pasó en esos días. Yo había armado toda la programación pensando que él iba a estar una vez a la semana. Me hubiera gustado enterarme antes. Igualmente no deja de ser una decisión totalmente respetable.
-¿Cómo era el arreglo económico con él?
-Él pagó por estar. Pagaba para tener sus columnas en el programa. Que se diera de baja me impactó como un esponsor más.
-¿Cómo quedó tu relación con él a nivel personal?
-Bien. Me invitó a conocer el despacho y fui. Nos dimos un abrazo, hablamos cordialmente y me manifestó sus ganas de volver, aunque explicó que en este momento de su vida por estrategia creía que lo mejor era no hacerlo.
-¿Vos tenés ganas de que vuelva?
-En este momento no es la prioridad. La tuvo hasta que me dijo que no venía más. Ahora mi prioridad es la gente que forma parte del canal hoy. Además, tenerlo a Salle me significó mucha perdida de dinero por avisadores que se bajaron por su discurso y su manera de expresarse. Nunca me dejé condicionar por un avisador y siempre preferí tenerlo a él, pero ahora que no quiso estar ya no me interesa.
-¿Salle salió diputado gracias a vos?
-Salió diputado gracias a la exposición que le dio el programa. Él venía con temas preparados, pero yo lo sorprendía con otras cosas y se generaba un ida y vuelta que a la gente le gustaba mucho. El público mandaba en las redes sociales “mostrale esto al doctor para que opine”. Se había generado ese juego entre él y yo que lo ayudó a llegar a un público al que jamás le hubiera podido llegar de otra forma. Dejó de ser solo el loquito del megáfono. Creo que tomó una mala decisión al irse del programa.
-Vos también salías beneficiado de ese ida y vuelta porque los contenidos de Salle significaban miles de reproducciones para tu canal.
-Claro, fue recíproco. Por eso no lo veo como una traición.

-Tras la salida de Salle incorporaste a una polémica figura como el exjefe de seguridad presidencial Alejandro Astesiano.
-Es una persona que pagó su deuda con la sociedad. Está libre, ¿por qué no sumarlo? Hacemos lo que podemos es un programa de entretenimientos y él cumple esa función. Además nos gusta hacer programa disruptivo. Por eso el año pasado estaba Salle y este año él. Lo suyo también es un espacio alquilado. Así como el año pasado Salle pagaba para estar, ahora lo hace Astesiano.
-Él hace denuncias y comentarios fuertes en contra de figuras importantes, ¿en algún punto si le estás vendiendo el espacio para que lo haga no sos cómplice?
-Él es grande y se tiene que hacer cargo de lo que dice y lo que hace. Yo sé cuándo lo tengo que frenar, hasta dónde puedo ir y en qué momento cambiarle de tema. Pero si él tiene una denuncia para hacer sobre alguien, que sea esta persona la que se encargue de desmentirlo y eventualmente demandarlo para exponerlo. Y yo le vendo el espacio porque él tiene el interés de cambiar su imagen, entonces si quiere usarme para eso que al menos sea redituable económicamente para mí.
-Tener a Astesiano en el programa te valió un nuevo enfrentamiento con Ignacio Álvarez, que te definió como “la peor de las ratas”.
-También me dijo que era un “conductor vil” y que el programa tenía poca credibilidad. Hace un tiempo yo lo critiqué por publicar el rating sin citarnos e hicimos un informe para demostrar que algunos testimonios en sus investigaciones eran falsos. Además él quiso instalar que Romina Celeste denunció a Penadés en su programa cuando en realidad fue en el nuestro. Desde entonces se dio un enfrentamiento que él fue tomándolo como algo personal. A mí no me molesta, me hace reír mucho.
-Pero no te cae bien.
-Él es un gran periodista y un tipo que genera lo que nadie genera. Te puede gustar o no, pero hay que reconocer que sabe hacerse notar y sabe cómo hacer para que todos hablen de él. Por ahí no ejerce el periodismo con la imparcialidad que me gustaría como televidente, pero no deja de ser un gran comunicador. Eso sí, no puede tildarnos a nosotros de terrajas con todas las terrajadas que hace él. Él sí es un terraja y tiene momentos bizarros maravillosos.
-
Alejandro Astesiano protagonizará una comedia teatral: así será su polémico personaje
Chicanas, deudas y una amenaza en feroz cruce entre Nacho Álvarez y Alejandro Astesiano
Sorpresivo pase: figura de Canal 10 deja la empresa para sumarse al noticiero de Canal 5
Volvió el ciclo más polémico del streaming y reveló la incógnita: qué pasará con la participación de Gustavo Salle