Por Nicolás Lauber
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Luego de 18 años conduciendo un programa de turismo en Canal 11 de Maldonado, Eduardo Batista llegó a Canal 4 con En la ruta (domingos a las 18.00) y donde este especialista en el turismo local se siente a gusto. En esta entrevista con Sábado Show, Batista habla de su carrera, las diferencias con En foco y recomienda algunos destinos para hacer turismo en Uruguay.

—Sos el conductor de En la ruta de Canal 4 donde se muestran establecimientos y zonas turísticas de nuestro país. ¿Alguna vez pensaste que podías agotar todos los lugares para visitar?
—Cuando empecé mis colegas me dijeron: si vas a hacer cosas del Uruguay, en un par de años te quedás sin lugares para mostrar. Y fijate que 18 años después sigo teniendo una lista de cosas por hacer que me quedan pendientes. Eso demuestra que hay algunos lugares que son muy fuertes. Por ejemplo Tacuarembó, Rivera, Artigas, incluso Salto que se asocian con las termas y sin embargo desde el punto de vista de naturaleza, paisajes e historia, tiene mucho. Eso es lo lindo, que hay mucho por hacer y recorrer. También conocer historias que van surgiendo, de familias, vecinos o emprendimientos.

—¿Cómo llegás a hacer un programa de turismo?
—Durante 22 años fui uno de los corresponsales del este de Telenoche. Ahí se generó un vínculo con los compañeros, con conocimiento de las dinámicas, y lo que tenemos en el interior es que los periodistas y comunicadores, literalmente nuestro trabajo te prepara para absolutamente todo. Yo soy camarógrafo, esa es mi verdadera vocación y así empecé hace 25 años a trabajar en los medios de comunicación. Después me surgió la inquietud de poder pasarme para el otro lado, estudié periodismo y agarré un micrófono. El vínculo con los compañeros de Telenoche fue lo que hizo que, ellos como hinchas de mi trabajo y conocedores de lo que hago, el amor y el sacrificio que significa hacer el programa, me abrieron las puertas para que, cuando el canal tuvo una posibilidad, encontrar un día y un horario.

Foto: Gentileza

—Canal 4 ya tiene un conocido programa de turismo, En foco. ¿Cómo definís el estilo de Turismo Carretera?
—Fuimos encontrando una forma muy personal o un estilo bastante definido de cómo contar las historias que es diferente a lo que hace Sebastián y otros colegas. No es ni mejor ni peor, es distinto porque hay público para todos. Quizás hay un público en Montevideo al que le gusta la televisión más dinámica, los videos más cortitos, las notas más rápidas o una edición más colorida, y hay un público al que le gusta un poco más sencillo, pausado, más tranqui. Un domingo a las seis de la tarde fue el combo perfecto, sobre todo en invierno, para que la gente y las familias que ya están en sus casas pensando el inicio de la semana, se engancharan antes del inicio de Telenoche con un programa que les muestre el Uruguay y sus historias de una manera amena y coloquial. Tratamos que nuestros programas sean didácticos, y si mostramos algo que tiene mucha historia y cultura sea un programa interesante pero sin que se transforme en un programa demasiado técnico si abordamos, por ejemplo, un tema científico.

—¿Cómo se eligen los destinos que presentás en el programa?
—Tengo la posibilidad de haber sido parte de una red de lugares que fueron surgiendo, que los vimos nacer, porque a la hora de comunicar siempre tuvimos la libertad de mostrar lo que quisiéramos independientemente de que fueran actividades comerciales o empresariales porque nunca le cobramos al destino que visitamos o al establecimiento que vamos a mostrar. Eso me permitió que hace 15 años, cuando mucha gente empezaba a abrir un sendero en una quebrada en el norte, o ponía a alquilar su casa para recibir turistas de otros lugares, nosotros fuimos siendo parte de ese crecimiento. Entonces, a medida que fueron surgiendo lugares nuevos, posibilidades y actividades nuevas, la gente inmediatamente nos iba teniendo en cuenta y nos publicaba. Nos retroalimentamos. Fue la mezcla perfecta para que todo el tiempo estamos mostrando establecimientos turísticos, actividades, algunas de ellas muy interesantes desde el punto de vista de la naturaleza.

Foto: Gentileza

—Usualmente los uruguayos asocian las vacaciones con el verano. ¿Ha cambiado eso?
—Sigue pasando. Cuando el uruguayo piensa en vacaciones, salvo la gente que tiene como destino establecido ir a las termas o a la costa, piensa en irse del país. Eso es vacacionar para un uruguayo. Incluso la clase media porque, por suerte, viajar dejó de ser algo exclusivo para los de alto poder adquisitivo. Todos podemos viajar porque en una agencia de viaje te venden un pasaje en muchas cuotas. Claro que después llegó la pandemia que imposibilitó viajar al exterior, y miles de uruguayos se dieron cuenta, de la noche a la mañana, que sin salir del país tenían muchas actividades de entretenimiento, naturaleza, aire libre para poder hacer. Hoy los uruguayos saben que, más allá de esos 10 días que quieran irse a vacacionar a donde sea, pueden agarrar un fin de semana e irse unos días para hacerse una escapada, a dos o tres horas de distancia, y disfrutar de lugares paradisíacos. Nosotros no tenemos ni montañas, volcanes ni cataratas, pero lo que tenemos a muy menor escala está en estado virgen que no los encontrás en otra parte del mundo.

—Ya que has visitado todos los departamentos de nuestro país. ¿Se puede recomendar algún destino que no sea de los habituales?
—No quiero ser injusto porque cada lugar del Uruguay tiene su encanto, y para elegir alguno, caprichosamente, digo Esteros de Farrapos, un lugar increíble desde el punto de vista de la naturaleza y que ha cobrado notoriedad porque un extranjero compró algunas islas y las donó al Estado uruguayo a través de una fundación. Son las islas del Río Uruguay al costado de las localidades Nuevo Berlín y San Javier. Navegando por el río te encontrás con los Esteros de Farrapos que son lugares imponentes. La gente de San Javier le dice, graciosamente, el Caribe Sanjavierino porque son islas paradisíacas, arenas blancas y aguas turquesas y tibias rodeado de naturaleza. No se puede pedir nada más. Otra zona que me gusta es el Valle del Lunarejo, entre Rivera y Tacuarembó, que es impresionante porque es una quebrada que genera cañones con paredones de 50 metros de altura y caídas de agua de más de 15 metros. Son lugares muy valorados por los extranjeros que muchas veces no llegan a Montevideo, Punta del Este u otros destinos turísticos más conocidos, porque están buscando ese tipo de naturaleza.