ENTREVISTA

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-¿Cómo valorás la experiencia de Bake off?

-Fue una experiencia súper enriquecedora para mí, no solo personal, sino profesionalmente. Soy licenciada en comunicación y me encanta el medio televisivo. Además, adoro la pastelería por lo que fue una conjunción de las dos cosas.

-¿Cómo llegaste al programa?

-Mi hermana supo del casting y me lo comentó. Apenas abrieron las inscripciones, me anoté y a los días me llamaron. Soy una persona a la que le gusta intentar. No me quedo con las ganas de nada.

-¿Desde cuándo te gusta la pastelería?

-Desde muy chica. Mi abuela nos enseñaba a mi hermana y a mí a cocinar. Veíamos programas de cocina en la TV e intentábamos hacer las recetas. Por eso la primera torta que hice en Bake off se la dediqué a mi abuela. Los sabores y la decoración fueron pensando en elementos que me hacen acordar a ella.

-Una vez confirmada en el programa, ¿cuál fue tu reacción?

-Hubo muchas etapas de casting. La primera fue a través de un video en el que había que contar cosas sobre uno. Luego pidieron fotos de nuestras preparaciones y en etapas siguientes ya hubo contactos por videollamada y finalmente, de forma presencial. Yo no tenía mucha fe en quedar pero cuando me llamaron no lo podía creer. Feliz.

-¿Cómo definirías la relación con tus compañeros?

-Nos llevamos bien, más allá de que con algunos te llevas mejor que con otros, como ocurre en todos los grupos. Pero somos buenos compañeros. En los programas se ve que cuando alguien tiene un problema, los demás buscan ayudarlo. Todos sabemos lo que es estar ahí. Si no lo vivís, no te das cuenta lo que es estar ahí: se da una mezcla de nervios, ansiedad y alegría muy intensa. En mi caso, soy muy perfeccionista y pasaba muchos nervios para presentar bien las cosas. Fue una experiencia muy linda y quedé muy agradecida a Canal 4 por la oportunidad.

-Pero estabas para seguir...

-Sí. Nunca pensé que me iba a ir en el tercer programa. Sé que el nivel de mis compañeros es muy bueno. Hay algunos con mucha experiencia, lo que no es mi caso. Yo soy súper amateur. No hice ningún curso de pastelería. Lo que sé lo aprendí en mi casa, cocinando. Hay otros que tienen más experiencia e incluso han trabajado en pastelería.

-¿No se supone que son todos amateurs?

-No sé. La realidad es que hay diferentes niveles. También vi muchas injusticias del jurado. Muchas veces no tenían el mismo criterio. Por ejemplo, habían dicho que no iban a aceptar preparaciones crudas y terminaron haciéndolo en algún caso. A mí me faltó una decoración una vez porque no me dio el tiempo de hacerla y valoraron como mejores otras tortas que estaban crudas por sobre la mía que le faltaba la decoración. Me pareció injusto.

-Ese día por la falta de decoración terminaste eliminada.

-Sí, me criticaron eso y también el suflé que habíamos hecho. Me dijeron que la gelatina estaba mal integrada. Y no es verdad. La había integrado bien. También me dijeron que la decoración del suflé había sido de “principiante” y “antigua”. Lo primero puede ser porque yo no estudié pastelería. De hecho, se supone que quienes estamos ahí somos amateurs. Y antigua no me pareció para nada. Le puse caramelo al suflé como forma de reivindicarme de lo que me había pasado con la torta, pero no dijeron nada. De otros compañeros sí evaluaron positivamente estas cosas: cuando vi el programa en el segmento del debate entre jurados le dieron para adelante a una compañera que había tenido un error parecido al mío. “Como no le había quedado bien el caramelo en la torta anterior, ahora lo intentó de nuevo y lo hizo mejor. Tenemos que valorar eso”, dijeron. Pero en mi caso no. A mi caramelo no lo valoraron. Por ese tipo de cosas me fui un poco triste.

-Más allá de lo que se ve, ¿cómo era el contacto con el jurado?

-Teníamos poco contacto fuera del aire. A Jean Paul lo veíamos bastante seguido porque estaba con nosotros en el almuerzo. A Sofía y Steffi, en cambio, casi no los veíamos.

-O sea que no se puede hablar de simpatías o antipatías...

-No sé. Nunca me tiraron mala onda pero al parecer no me querían, sobre todo las mujeres del jurado. Esa es la realidad. Viste que las mujeres pueden ser complicadas. Ellas nunca valoraron lo que yo hacía. De hecho, en la primera torta que hice, aquella en homenaje a abuela, Jean Paul la super elogió y ellas solo asintieron. No sé... No creo que sea nada personal. Capaz que una cuestión de piel.

-¿Cómo te cayó la eliminación?

-Ese día ya tenía el presentimiento de que me iba, por la devolución que me habían dado. Me puse mal porque lo vi injusto. Vi a compañeros que hicieron cosas peores y sin embargo, me fui yo. Ahora que pasó el tiempo valoró también la experiencia y el que me hayan elegido. Obviamente me hubiera gustado quedarme más y creo que tenía argumentos para quedarme.

-¿Te consta que hay compañeros con formación?

-Sí, hay compañeros que venden tortas, otros que hicieron cursos cortos de pastelería. No es parejo el nivel. Todo el mundo lo sabe. En mi caso, solo tenía la experiencia de hacer cosas en mi casa. Por ejemplo, la mayoría de los postres del desafío técnico no los había hecho. En el momento me iba ingeniando, lo que es difícil porque la pastelería tiene mucha técnica. Si errás en un paso, te puede salir cualquier cosa.

-¿Es algo que se comenta entre los compañeros la diferencia de nivel?

-Se ha hablado... A algunos compañeros les hemos dicho que nos sentimos en inferioridad de condiciones frente a ellos, pero no es algo que podamos resolver. Las producción los eligió así y no podemos hacer nada.

-¿Seguís mirando el programa?

-Sí, lo miro. Además, antes y después del programa hacemos vivos en redes con lo compañeros para comentar lo que pasó. Está buena la dinámica porque así mantenemos el contacto en el grupo.

-¿Habrá un repechaje?

-Todavía no se sabe. Estaría bueno. Me gustaría reingresar para demostrar y convencer al jurado.

-Estudiaste comunicación y sos modelo.

-Sí. Me formé en comunicación y estudié modelaje: he estado en varios desfiles y trabajé con muchos fotógrafos. Mi vida es una conjunción de esas dos profesiones. Como comunicadora, trabajé como comunity manager y en la producción de un programa periodístico en Radio Oriental. Me encantaría poder entrar en la televisión; es un medio que me atrae mucho.

-¿Cómo hacés para controlarte con lo dulce en la dieta?

-Me gusta cocinar y comer, pero sobre todo lo salado. En cuanto a lo dulce, disfruto de cocinarlo pero no tanto de comerlo porque me empalago enseguida.

-¿Qué hacen con las preparaciones de Bake off cuando terminan las jornadas de grabación?

-La mayoría se lo come la producción pero si sobra, nos dan a nosotros. Una vez me criticaron los muffins que había hecho diciendo que estaban crudos por dentro. Cuando terminó el rodaje fui a pedirlos porque quería comprobar si estaban crudos y me dijeron que se los habían comido todos en la producción. Supongo que no estarían tan crudos. Esa fue otra de las inconsistencias del jurado.

-En este tipo de programa algunas veces influye la “historia de vida”. ¿Crees que haber tenido una “vida normal” pudo haber pesado para la eliminación?

-Puede ser. Soy consciente de que en este tipo de programas pesa mucho ese costado. A diferencia de otros compañeros, que tienen historias de vida fuertes, en mi caso yo he tendido una infancia feliz y normal.