Tiene varias décadas como relator deportivo y es una de las voces que más se asocian al fútbol inglés. Bambino Pons visitará Montevideo el próximo 13 de setiembre con el espectáculo Charlas de fútbol que se realizará en el teatro Movie. Allí, con tono de humor y acompañado de su hijo, contará anécdotas de su carrera, relatará algunos goles de Peñarol, Nacional y la Selección uruguaya y narrará el origen de algunas de las canciones y apodos que lo hicieron conocido en el ambiente deportivo. En esta entrevista con Sábado Show Bambino Pons habla del show, su vínculo con Uruguay y fútbol.
“Intentaremos hacer una especie de stand up porque no soy cómico, ni actor, ni artista”, dice Bambino Pons al otro lado del teléfono. El relator deportivo llega el 13 de setiembre al teatro Movie con un espectáculo que ya hizo en Colombia, Chile y Perú. “Vi que funcionó, decidí llevarlo a Uruguay”, comenta.
—¿Cuándo comenzó con esta nueva faceta en su carrera?
—En abril empecé a hacer este show en Santiago de Chile, en Providencia con un periodista que ofició de moderador como ahora va a ser mi hijo Pablo Pons que es un relator profesional y me va a moderar. En derredor funciona todo en base al fútbol de la Premier que es lo que el público que me sigue, consume. Es una charla, porque un monólogo puede ser un plomazo. Hay bastante interacción con fotos y videos con respecto a los jugadores del fútbol inglés y con los apodos.
—Ese es su sello, como el cantar los goles usando canciones de rock.
—Sí, tengo la característica de poner apodos desde que era chiquito y en el fútbol inglés hay como 30 con apodo: Choclo, Escarbadiente, Cara de música, Cara de sueño, Jabalí, Salchicha. La gente pregunta el porqué y va a la cara de cada futbolista para conocer el porqué del apodo. Después voy a contar el origen de frases como: “Para qué te traje”, y explicar porqué empecé a cantar los goles con canciones, por qué el Rock and Roll o el Pop, o las canciones de Bizarrap con Quevedo y Shakira.
—No lo imaginaba escuchando a Bizarrap.
—No, yo no conocía esas canciones porque no estoy en el trap ni en el hip hop a quienes escucho de costado. Era un ignoto y desconocedor de ese género musical. Me rindió un montón porque hubo un montón de listas, seguidores nuevos y con Bizarrap hablamos en privado y me dijo que le había gustado. El show es en función de todo eso. También, el no dejar de lado los goles de Suárez o de Cavani que es amigo personal desde cuando lo relaté en el Manchester. Y también goles de Peñarol y Nacional que son los más grandes de vuestro país, y en el fondo también es el mío.
—Con Uruguay tiene un vínculo desde hace muchos años.
—Sí, desde chiquitito veraneo en Uruguay, durante 10 años lo hice en Lomas de Solimar. Mi abuela está enterrada en el Cementerio de La Teja, tengo una conexión con Uruguay desde que tenía dos años, hoy tengo 68 y todavía voy dos o tres veces por año. Adoro Montevideo, me gusta Punta Carretas, Pocitos, Carrasco, Ciudad Vieja, pasar por Lomas de Solimar
—Y también intentó jugar al fútbol acá.
—Sí, en Peñarol en 1973. Yo tenía 18 años y me iba a Las Acacias a practicar. Yo vivía en el barrio Aguada y me tomaba el ómnibus del Club Sudamérica, el 156 y tenía una hora y pico para ir a entrenar. Tito Goncálvez que fue un 5 histórico me dijo: “usted tiene tres problemas, corre como una hormiga, salta como un canguro y no hace goles, vuélvase a Buenos Aires”. Me dio un baño de realidad.
—¿Y qué hizo?
—Me volví frustrado en el Aliscafos. No es que no tuve suerte, era un vago, y Goncalvez me hizo ver la realidad. Hubiera sido un jugador de menor valía, para una segunda división, un número 10 medio cadencioso, pero cuando conocí a Bilardo que es mi segundo padre, empecé a entender que el esfuerzo vale más que el talento. Las dos cosas son importantes, pero si tenés el esfuerzo con algo de talento escondido, seguramente vas a ser un tipo que puede rendir.
—¿Así que el futbolista frustrado se convirtió en relator?
—Sí, llegué a Buenos Aires el 1° de setiembre que es mi cumpleaños, fui a mi casa en el barrio de Boedo y le dije a mi mamá: “he fracasado. Voy a dedicarme a ser periodista deportivo”. Me anoté en un curso que vi en un aviso y ahí arranqué. Ya van 44 años. Desde el 2000 estoy con el fútbol inglés, que me dio una posibilidad que en mi vida imaginaba a mi edad, más cerca de la jubilación pero no del retiro, los chicos me piden esas cosas. Hay un 20 por ciento que dirá: “este es un viejo”, “se tiñe el pelo”, “que no cante más”, “es horrible”, “es malo con la garganta”.
—Cambiando de tema. Son campeones del mundo así que no le voy a preguntar por Argentina, pero sí cómo ve la selección uruguaya que tiene nuevo entrenador?
—A Bielsa lo conocí en 1992. Con Fernando Niembro condujimos un programa en Canal 9 por la campaña de la Copa Libertadores de aquel momento donde Newell's, con Bielsa donde jugaba Pochettino, Gamboa, Martino que es el técnico de Messi. Jugaron la final contra el San Pablo de Tele Santana que era un entrenador muy exitoso y tenía jugadores como Raí, Cafú, deportistas de gran nivel, y ese San Pablo le ganó la final por un penal. Y con Bielsa convivíamos en cada viaje a Montevideo, a Colombia, a Perú, donde jugara Newell’s, y era un tipo realmente muy accesible, con una cultura general extraordinaria y un conocimiento de fútbol brillante. Teníamos una conexión muy buena. El siempre fue distante, no trataba de “vos” a nadie, era “Usted Bambino”, “a usted Fernando qué le parece”, y el tipo preguntaba. Nosotros le decíamos: “usted es el que sabe, nosotros somos periodistas, somos el 10 por ciento de lo que es un entrenador”, pero nos llenaba de elogios esa conversación que era previo a cada partido. En el hotel, en la sobremesa y hasta la madrugada nos quedábamos hablando. El tipo es un libro abierto y escuchaba y te preguntaba como si fuera un neófito. Por eso, para mí lo mejor que le pudo pasar a Uruguay después del Maestro Tabárez que para mí fue un entrenador exitosísimo además un tipo encantador y con quien tengo una entrañable relación, a Uruguay le dio tres idas a los mundiales y le dio alegrías y un cuarto lugar en el mundial de Sudáfrica con un Forlán tremendo, un Suárez y Cavani formidables. Después vino Alonso que hizo una gran eliminatoria aunque en el Mundial no pudo recuperar todo lo que había hecho en esa parte final en la Copa del mundo de Qatar. Me parece que Bielsa es el entrenador ideal para conformar primero una gran cantidad de jugadores uruguayos que veo por el mundo. Rochet me parece el mejor arquero de sudamérica. Tiene una base de jugadores importante y Bielsa lo que va a hacer con Uruguay es incorporar jóvenes que a lo mejor no estaban en la consideración de otros entrenadores y de esa manera va a juntar experiencia con juventud y va a hacer un equipo dinámico, que presione, que va a intentar tener la pelota.
—¿Nos ve con chances?
—Si bien ustedes son tres millones desde hace 50 años, lo que parece mentira, siempre sacan jugadores de abajo de las baldosas, y Bielsa lo que va a hacer es exprimir a esos jugadores que siempre tuvieron ese don y capacidad. Además, Uruguay tiene un agregado que experimenté en carne propia cuando me probé en Peñarol: la hombría. No digo que el argentino no la tenga, pero Uruguay siempre se caracterizó: te mataban a patadas. Y sacaban ese plus que creo que pocos equipos del mundo tienen, ni Italia, Alemania o Argentina. Bielsa va a sacar todo eso a flote, por eso me parece que es el técnico ideal, al menos en la teoría. Después tendrá que refrendar en la práctica.
—¿Cuál le parece que va a ser la foto final de estas eliminatorias?
—No soy adivino, sino estaría ganando la lotería. Tengo la sensación, porque los años que estoy en televisión no me habilitan más que el panadero o el pizzero, o el del banco, solamente uno va viendo más a fondo el planteo de los equipos. Para mí Argentina, Brasil y Uruguay en el orden que quiera, están siempre, porque tienen más que el resto. Después en otro lote podría estar Paraguay, Colombia tiene que levantar, Ecuador hizo una gran campaña, son rápidos y se la creen, y me parece que por ahí está la historia. Creo que Perú todavía está un poco más atrás, igual que Bolivia. Venezuela tiene un entrenador bueno y capaz que por ahí con algunos pibes pueda hacer algo, pero no creo que le de la nafta para llegar a esos cinco lugares.