"La biblia y el calefón": el programa de culto de Jorge Guinzburg y la enfermedad que ocultó y le causó la muerte

El programa de entrevistas tuvo varios ciclos y se vio interrumpido con el sorpresivo fallecimiento de su conductor y creador en marzo de 2008. Un repaso por lo mejor de su historia variopinta.

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Jorge Guinzburg en uno de los programas históricos de "La biblia y el calefón".
Foto: Archivo.

Redacción El País.
Dentro de la rica tradición televisiva del Río de la Plata de programas de entrevistas y variedades, La Biblia y el Calefón ocupa un lugar especial. Estrenado en 1997, el ciclo conducido por Jorge Guinzburg tuvo varias etapas: de 1997 a 2002 en América y luego Telefé y la corta temporada de 2008, en Canal 13, que fue interrumpida en el mes de marzo debido al fallecimiento del conductor a la edad de 59 años. En Uruguay se vio mayormente por Canal 10.

Guinzburg supo renovar el formato al combinar humor, ingenio y un estilo de conversación ágil que lo distinguió de la oferta televisiva de la época. Inspirado en un verso del tango Cambalache, el título del programa reflejaba el espíritu de sus charlas: la convivencia de lo trascendente y lo trivial en un mismo espacio.

Quizás la edición más recordada se emitió en 1999 cuando Guinzburg recibió en el estudio a Diego Maradona, Joaquín Sabina, Charly García y Graciela Alfano. Durante más de una hora de diálogo, brotaron las anécdotas, bromas y confesiones de cuatro grandes del deporte, la música y la cultura en un clima irrepetible. Guinzburg se tentó tantas veces que debió mandar tandas. Hasta hoy los fanáticos reviven este programa como uno de los capítulos inolvidables de la historia de la televisión regional. La cortina oficial del programa fue el tema que Sabina compuso especialmente con el nombre La biblia y el calefón y que forma parte del disco 19 días y 500 noches.

La premisa del formato era simple pero efectiva: reunir en un living a un grupo de invitados diversos y someterlos a preguntas profundas sobre la vida y la muerte o triviales sobre costumbres diarias o gustos personales. Lo picante siempre estaba en la mesa, con la habitual habilidad de Guinzburg, solo con una mirada o un gesto, para el doble sentido.

Horacio Fontova y Jorge Guinzburg. Foto: Archivo

El conductor Jorge Guinzburg fue pieza clave del éxito. Su estilo incisivo, irónico y siempre elegante le permitía extraer confesiones inesperadas de los invitados sin perder nunca la complicidad ni el tono amable. La Biblia y el Calefón también fue pionero en mostrar a las figuras públicas en un ámbito menos solemne.

Tras la muerte de Guinzburg en 2008, el ciclo tuvo un intento de continuación con Sebastián Wainraich en la conducción en las temporadas 2012-2013.

En la memoria televisiva, La Biblia y el Calefón es recordado como un espacio que conjugó entretenimiento, humor e inteligencia, ofreciendo un retrato distinto de las personalidades que pasaron por su living. Fue un programa que, sin caer en lo banal ni en lo solemne, logró equilibrar ambos extremos y que consolidó a Guinzburg como uno de los grandes maestros de la televisión argentina.

La enfermedad de Jorge Guinzburg que nunca reveló

Jorge Guinzburg falleció el 12 de marzo de 2008 luego de haber sido internado en la clínica Mater Dei de Buenos Aires por la fractura de una vértebra, además de complicaciones de su enfermedad pulmonar. Tenía 59 años de edad y aunque pocos conocían de su estado de salud, el conductor tenía cáncer de pulmón.

Desde hacía mucho tiempo sufría esta enfermedad pero pocos los sabían debido a que Guinzburg era muy reservado con su estado de salud y nunca lo reveló públicamente. A fines de 2007, en una entrevista con el periodista Samuel “Chiche” Gelblung, este le preguntó sobre su enfermedad y Jorge solo contestó que tenía una infección pulmonar, pero nunca quiso decir que padecía de cáncer.

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