Germán Medina: el talento que no tiene, el chiste viral de su hijo y la propina que lo dejó sin un centavo

Redacción El País
Es parte de La culpa es de Colón de Canal 12 y mañana vuelve a llevar su unipersonal Intenso al Teatro Movie, con entradas agotadas.

Sumó una función para el 27 de marzo, y por su vuelta al teatro, van cinco datos y anécdotas que quizás no sabías de Germán Medina.

Hay días que marcan un antes y un después en la vida de las personas, y para Germán Medina, uno de ellos fue el 1° de junio de 2013, cuando decidió renunciar a su trabajo para entregarse por completo al stand up. Antes de la comedia, su camino era incierto: había estudiado carreras tan disímiles como Comunicación, Agronomía, Magisterio y Comercio Exterior, pero ninguna lo convencía demasiado. Durante tres años mantuvo en secreto su pasión por el humor, hasta que finalmente tomó la decisión de dejar su puesto en el área comercial de IBM para dedicarse de lleno a la comedia. Eso sí: no le avisó a nadie, temiendo que intentaran disuadirlo.

Foto: Juan Manuel Ramos / El País

A lo largo de una carrera de más de una década, Germán Medina ha hecho de todo. Se ha destacado en sus participaciones en radio, televisión y Carnaval, pero, según contó en el programa Vamo Arriba de Canal 4, hay un talento que le gustaría tener.

Hablando sobre su espectáculo Intenso, que lleva mañana al Teatro Movie, Medina explicó que el show combina humor, algo de percusión y un componente musical. En ese contexto, la conductora Giannina Silva le preguntó: “¿Vos cantás?”. Él, con su característico humor, respondió: “Esa es una buena pregunta. Yo abro la boca y emito notas musicales, pero de ahí a cantar... no. Mirame a mí, yo no canto, pero lo intento”.

También comentó que trabajó en ese aspecto con su amigo Pablo Riquero, quien le compuso una canción para el espectáculo. “Trató de hacerme afinar y la trabajamos. Me encanta asumir desafíos, aunque soy consciente de mis limitaciones”, señaló. Y agregó: “Me fascina. Amaría cantar. Me parece una forma artística maravillosa”.

En una entrevista con Paula Echevarría en el magazine El Living de Canal 5, Medina contó que comenzó a hacer humor como una forma de protegerse de las burlas sobre su peso.

“Mi infancia y adolescencia siempre estuvieron marcadas por la autopercepción de unos cuantos kilos de más, unos 30 o 40. Por eso siento que hago humor, por ese gordito de alma. Porque gano y pierdo kilos, pero lo más importante es cómo uno se ve”, comentó.

Medina profundizó en el tema: “Empecé a hacer humor como mecanismo de defensa, como una coraza. De adolescente, creía que mi valor estaba en el cuerpo y, por lo tanto, no valía mucho. El humor se convirtió en esa coraza para ser el gordito simpático y gracioso del grupo, para encontrar un lugar de pertenencia”, recordó. Lo que comenzó como una estrategia de adaptación terminó convirtiéndose en su hábitat natural y en el camino hacia su mayor explosión popular.

En 2023, Medina ganó el Carnaval con Asaltantes y se consolidó como la figura más destacada de murgas. Sin embargo, uno de los momentos más recordados de esa temporada lo protagonizó su hijo Mateo, fruto de su relación con Lucía Rodríguez. Durante una transmisión en vivo de VTV, al finalizar la actuación de la Liguilla, Nelson Burgos entrevistaba a Maximiliano Pérez, director artístico del conjunto, cuando Mateo se acercó al micrófono y, con picardía, reclamó: “¡Mi padre le da más bola a la gente que a mí!”. El comentario, un chiste interno, dejó en evidencia el carisma y los dotes artísticos del niño, quien parece tener el talento en la sangre y perfilarse para seguir los pasos de sus padres.

Foto: Juan Manuel Ramos / El País

El año pasado, Medina fue invitado al ciclo Algo que decir de Canal 12, donde compartió con Viviana Saccone, Eugenia Tobal y Claudia Fernández. Y recordó la primera vez que visitó el Caribe, alojándose en un all inclusive. “Me contaban que me ponían una cintita y podía comer y beber todo lo que quisiera; me parecía fantástico”, comentó, y añadió que solo había llevado 106 dólares en el bolsillo. Estaba tan contento con la atención que, al ver que todos dejaban propina, decidió hacer lo mismo. “Metí la mano en el bolsillo, y cuando terminé de sacar, vi que no era el billete de 1 dólar, ¡eran 100 dólares, todo lo que tenía!”, relató. No intentó recuperar el billete: “No, soy terraja, pero no tanto”.