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Gaspar Valverde sobre su salida de "Polémica en el bar": "Un amigo me soltó la mano"

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Gaspar Valverde. Foto: Estefanía Leal

NOTA DE TAPA

El conductor habla por primera vez del distanciamiento con Álvaro Navia, lo que determinó su salida de Polémica en el bar y de La peluquería de Don Mateo. “Ya está. Hay que mirar para adelante”, dice.

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—¿Cómo se inició el vínculo con Álvaro Navia que derivó en la presentación juntos a Canal 10 del formato Polémica en el bar?

—Con Álvarito tenía una relación muy linda de haber hecho muchos eventos en Enjoy, donde pegamos tremenda onda. La amistad fue creciendo y un día me dijo que tenía este formato para presentar. A mí me gustó. Quería hacer cosas nuevas. Yo siempre fui de inventar cosas como Yo y tres más o Bienes gananciales en su momento. En este caso, además, me parecía que estaba bueno el rol de empresario para estar espalda con espalda los dos. Cuando él me lo propuso, fui al canal y se iniciaron las negociaciones. Picó la idea. Viajé a Buenos Aires, vimos el formato y luego también viajó Álvaro para seguir las conversaciones que se cerraron finalmente con Gustavo Sofovich y el canal. Así fue que pudimos traer Polémica que al muy poco tiempo se convirtió en un éxito.

—¿Iba de suyo que ambos serían parte del programa?

—Sí. En nuestra negociación con Álvaro frente al canal, el arreglo era que teníamos un sueldo cada uno y si el programa funcionaba bien, podíamos comercializar un cliente para cada uno, un PNT como se dice en la TV. El programa empezó a funcionar muy bien pero vino la pandemia y Álvaro tuvo la desgracia de quedar en la cuarentena argentina. Estando allá, era difícil que vendiera. Entonces yo vendía mi PNT y me pareció de orden mandarle la mitad de ese dinero. Si habíamos estado juntos desde el comienzo, me parecía lo correcto que si conseguía 10 pesos, enviarle 5. No era lo que habíamos arreglado pero Álvaro tampoco tenía la culpa de la cuarentena y yo sentí que era lo correcto.


—¿Y así fue durante el primer tramo de la pandemia?

—En los meses en que pude vender, sí. Era muy difícil vender en cuarentena porque las empresas estaban retraídas y tuve muchas reuniones, muchas veces sin resultados, como suele pasar en momentos complicados. Con Álvaro teníamos además un proyecto de nombre para la sociedad que era "Dos orillas" como para ir dándole forma a una productora de contenidos. Hablamos de otros formatos, de teatro, de traer espectáculos... Estábamos muy entusiasmados los dos. Teníamos un vínculo que era casi diario. Hablábamos dos o tres veces por semana para ver cómo venían nuestros sueños y proyectos.

Álvaro Navia y Gaspar Valverde
Otros tiempos: Cuando Álvaro Navia y Gaspar Valverde trabajaban juntos preparando Polémica en el Bar y La Peluquería de Don Mateo.
—A mediados de año, además, Navia decidió radicarse en Uruguay.

-—Sí, me alegré mucho con la noticia por lo humano de tenerlo cerca pero también porque sería más fácil para la sociedad. Con los dos juntos acá, se iba a hacer más sencillo vender, proponer proyectos y recibir formatos. Hablábamos mucho de eso.

—¿Lo ayudaste con la mudanza?

—Lo contacté con el colegio y me moví para conseguir una casa. También le pasé teléfonos de gerentes de radios, de empresas, de directores de revista... En fin, hice las gestiones que me pidió, como haría cualquier amigo.

—¿De la gestación de La peluquería de Don Mateo también fuiste parte?

—Sí, totalmente. Álvaro estaba todavía en Buenos Aires cuando se confirmó que íbamos a adaptar el formato. Estábamos muy contentos y en permanente contacto. Armamos el primer grupo de trabajo. Mi rol era el de productor general e iba a hacer personajes. Me puse en contacto con Florencia Infante para convocarla y también con Eduardo Rey por la escenografía. Empezamos a darle forma. Todo venía muy bien.

—Sobre tu rol en Polémica circuló la versión de que había cierta disconformidad por tu poca participación, ¿es así?

—Yo reconozco que en Polémica no estaba cómodo. El programa que yo vi en Buenos Aires era de variedades. Hablaban de política, de fútbol, de farándula o interés general, pero casi siempre metían mechas de humor y entretenimiento que son mi palo. Aquí, Polémica se convirtió en un programa sobre todo de debate político y sobre las novedades del Covid-19. Mis compañeros no tenían ni tienen problema en navegar por esas aguas, pero a mí se me hacía difícil. Yo he trabajado siempre en formatos de entretenimiento y humor. Me costó mucho encastrar ahí.

—Por momentos parecía que querías participar pero no te sentías seguro.

—No logré adaptarme al vuelco que dio el programa. Es verdad.

—¿Cuál fue el punto de quiebre en la relación con Navia?

—Cuando Álvaro llegó a Uruguay, yo estaba en cuarentena. Él tuvo algunas reuniones con el canal. Un día me llamó por teléfono y me dijo: "No estás más en La peluquería y de Polémica te quieren sacar. Así que fijate, andá a hablar, hacé algo". Yo quedé atónito. Porque soy mucho de los códigos y del espalda con espalda. Si somos amigos y venimos trabajando juntos en esto, no entendí cómo en ese momento se olvidó de todo eso y me soltó la mano. Todo aquello que estábamos programando para hacer juntos se cortó. Él decidió tomar otro camino. Pero yo no tengo rencor, ni odio. Cada uno es como es.

—Se dijo que tenías faltas a Polémica, como el día del cumpleaños de tu hija mayor, Luana, en setiembre.

—Es verdad. Falté ese día pero hay que ver el contexto. Hacía dos semanas había fallecido la mamá de Karina, cuya fecha de cumpleaños era el día anterior al de Luana. El ambiente estaba muy triste y habíamos invitado a unas poquitas amigas, las más íntimas de Luana, para una reunión en casa. Karina no podía sostener sola la situación y por eso pedí para quedarme. Antes había consultado si no faltaba nadie más o si se había caído algún invitado. Pero me dio tranquilidad saber que la mesa estaba llena. En su momento, además, me dijeron que estaba todo bien con que no fuera, aunque se ve que luego eso molestó.

Álvaro Navia
Álvaro Navia y Gaspar Valverde en Polémica

—El último programa en el que participaste fue el 22 de enero. ¿La charla con Navia fue por esos días?

—Sí. La conversación fue sincera. Lo que no entendí fue la falta de lealtad. Yo lo quería mucho a él. Ahora el sentimiento es más que nada de tristeza. Me soltó la mano un amigo de verdad, con quien teníamos sueños y proyectos. Me sentí muy solo después de esa charla.

—¿Hubieras actuado de otra forma en su situación?

—Si a mí me hubiera llegado el planteo de que Álvaro no estaba funcionando en el programa, lo hubiese respaldado. "Está bien, Álvaro no funciona, pero él tiene su parte de esto". Si me hubieran dicho: "Álvaro no puede estar en La peluquería, hubiera dicho: "Perfecto, pero se tiene que quedar como productor porque estamos juntos en esto". No lo hizo. No pasó. Ya está. La tristeza estuvo al principio y caí en un pozo de bajón unos días. Ahora hay que mirar para adelante.

—¿No tuviste esa chance de quedar solo como productor?

—No. Me sacaron de todo. Eso me sigue pesando, sobre todo emocionalmente porque yo nunca estuve metido en dimes y diretes. Hace 25 años que trabajo en los medios y soy un tipo tranquilo. Nunca tuve problemas con nadie. Siempre fui de agarrar el carro desde el lugar que me toque y tirar para adelante. Pero bueno, siempre que llovió paró. Hay que mirar para adelante. Le deseo lo mejor a todo el mundo y que sigan trabajando. Veremos cuál será mi futuro y el de mi familia.

—¿Es cierto que en un momento te sugirieron hacer personajes y optaste por no hacerlo en Polémica?

—No lo hice. Me parecía que era de orden no meterme en la parte de Álvaro, que era mi socio y mi amigo. Si él hacía uno o dos personajes por zoom, no me parecía bien hacer lo mismo en piso quitándole tiempo, además. Por eso no lo hice. Mi respuesta fue que en Polémica ese terreno era de él. En La peluquería sí estaba claro que iba a hacer los personajes.

—¿Como quedó el vínculo con Canal 10?

—Con Canal 10 nos unen 11 años de trabajo divino. Pasamos momentos alucinantes. Estuvimos en muchos programas y conocimos gente muy querida, sobre la que no tengo nada que decir. Tengo la mejor con Canal 10. Me dijeron que por el momento no hay proyectos para mí pero ninguna de las partes cierra las puertas. Los quiero mucho a todos y ellos lo saben. Ojalá podamos volver a hacer cosas juntos pronto.

—Coincidió que en la misma semana se conoció dela desvinculación de Karina Vignola de Consentidas.

—Sí, fue una coincidencia complicada para la familia. Económicamente nos afecta mucho, más allá de que yo sigo con mi trabajo en El Espectador. Pero bueno. Nosotros siempre fuimos de meter para adelante. No se puede decir, como leí una versión, que había falta de compromiso de mi parte con Polémica o con La peluquería. Todo lo contrario. Siempre remé por esos proyectos como en todo lo que hice en los medios. He sacado a flote proyectos como ir a los mundiales a hacer programas solo. Dormía en los trenes o en hostels. No me importaba. Yo siempre he ido para adelante.

—¿Con Navia volvieron a hablar después de esa charla telefónica?

-Nos juntamos porque yo le pedí encontrarnos después de lo que habíamos hablado. Me confirmó lo mismo que me había dicho por teléfono. Y ya está. Nunca más lo vi, ni nunca más hablé. La verdad es que quedé como en shock. Es como dos socios que ponen un carro de hamburguesas y de repente uno atiende mal al público. Lo lógico sería que lleguen a un acuerdo y mandar al de los malos modos a la caja o a otro rol. No fue el caso. Aquí se terminó todo. Me sorprendió muchísimo. Porque fue un año y medio de constante transparencia y amistad. Y de un día para otro, se bajó el telón.

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