Fede Cyrulnik habla de su estilo de humor, los signos y por qué no aconseja hacer stand up: "Es muy cringe"

El conocido comediante argentino se presenta este jueves en El Galpón con su unipersonal "Evolushow", y hablo con Sábado Show de su carrera, su camino en el humor y de qué signo es Argentina.

Compartir esta noticia
Fede Cyrulnik.
Fede Cyrulnik.
Foto: Difusión.

Es uno de los comediantes argentinos que más visitas hace a Uruguay, donde ya se siente locatario. “Me encanta Montevideo”, dice Fede Cyrulnik y agrega que de tantas veces ya sabe dónde quedarse y dónde ir a comer. “Venir a Montevideo ya es una rutina”, agrega el también actor e influencer que se presenta este jueves en El Galpón con su espectáculo Evolushow. Como siempre habrá momentos para la astrología, el stand up y la improvisación.

Sobre su carrera, el camino del standapero, y qué signo del Zodíaco define a los argentinos, Fede Cyrulnik habló con Sábado Show.

—Volvés con Evolushow, ¿hace cuánto lo estás haciendo?
Evolushow es un show que viene evolucionado del anterior. Hay muchos chistes nuevos y mucha improvisación. Es un show donde los que vinieron en estos últimos años van a encontrar muchísimas cosas nuevas, pero como el mismo show que dio como un salto, se puso mucho más improvisado, manteniendo la estructura principal. Lo de jugar con los signos, hablar con la gente y contar un poco mi vida de Virgo.

—Cuando estudiante stand up, lo hiciste con un pionero como Fernando Sanijao, y después fuiste a Nueva York a seguir estudiando. ¿Cuánto estuviste y qué se aprende allá?
—En 2013 estuve un tiempo viviendo en México, me fui a probar suerte, y ya venía haciendo stand-up, teatro e impro que empecé en el 2001. Más o menos en esa fecha empecé con el stand-up, así que ya venía haciendo cosas, pero todavía era medio nuevo. Y en el 2013 decidí irme a México. Quería ver cómo seguir incursionando en la parte más educativa del stand up y me dije, estoy cerca de Estados Unidos, me voy a Nueva York a estudiar. Me fui al American Comedy Institute, que está en Nueva York e hice un seminario bastante intensivo de 10 días, donde, aprendí que lo que había aprendido estaba bien. Eso estuvo bueno porque no es que me encontré con una escuela distinta, sino que lo que había aprendido con Fernando Sanjiao era OK y que todo lo demás iba a tener que ver con escribir y probar. Ese el gran ejercicio que tiene el comediante, escribir y probar. Escribir chistes y probarlos y así hasta encontrar todos los chistes buenos que puedas.

—Es una disciplina donde todo el tiempo estás ajustando el texto hasta conseguir el mejor remate.
—Sí, porque hay otras ramas artísticas donde lo realizado puede quedar bien o mal, pero en el stand up no es que esté mal, es que todavía le falta. Hay que probarlo, y ahí le vas dando la vuelta, cambiando cosas y entendés qué palabra sí, de qué forma, con qué tono, qué pausa. Es todo un arte de edición, y de buscar. Hay que tener paciencia, por eso tarda tanto un comediante en escribir un show nuevo. Porque no es que uno se puede sentar a escribir una obra, porque tiene que ser funcionar, tiene que andar y podés estar mucho tiempo buscando. Porque vos pensás que un chiste puede durar un minuto, o tres, y eso te puede llevar semanas. No te sentás y salen solos. Vas profundizando y mejorando y probando.

Fede Cyrulnik.
Fede Cyrulnik.
Foto: Difusión.

—¿Sos de ir a probar el material nuevo a boliches o bares, o los dejás para el espectáculo?
—Suelo tener bares donde voy a probar seguido. También me doy la chance de probarlos dentro del show, entre contextos que se puedan apoyar. Soy muy flexible y me gusta que la gente viva una experiencia muy personal conmigo, que me conozca, que vea lo que pienso, lo que me pasa por la cabeza, cómo juego, cómo improviso, cómo resuelvo. No soy tan duro con el show. Lo que sí, soy más exigente con el tipo de comedia, con la calidad de las risas. No voy a dejar que el show decaiga porque quiero probar media hora. Sí aprovecho un chistecito, dos o tres minutos nuevos, y me animo a probar dos chistes. Porque siento que refresca mi material. Como que a veces te sabés tanto el camino que cuando metes algo nuevo, te refresca. A mí me pasa. Me siento como más nuevo, más vertiginoso.

—¿Alguna anécdota de estos años en escenarios?
—Hace como 10 años había como un boom del stand up, y la gente se llamaba standaperos para eventos. Me acuerdo de haber ido a la fiesta de 15 de pibitas que no me conocían. Me miraban y me decían “pibe, de que estás hablando”. Pero el haber pasado por tanta vergüenza ajena, ayuda. Porque no sabés la cantidad de lugares donde estuve y la gente me miraba y no se reía. Y después me tenía que pagar por haberles hablado en silencio durante 20 minutos. De verdad es un trabajo que hasta que llegas a trabajar bien, es extremadamente vergonzoso. Da mucha vergüenza ajena. Es muy cringe el camino para ser comediante, para que te vaya bien. Me acuerdo de haber actuado para 80 tipos de 90 años en un evento y en ese momento, mis chistes eran de Facebook, de querer levantar minas por Facebook y era gente de 90 años. Por eso, el camino es terrible. Hasta encontrar un público que te conozca, que más o menos sepa lo que hacés, y que te quiera ver, es durísimo. Por eso, cuando la gente me dice que quiere ser estandapero, digo “no”. No lo recomiendo para nada.

—Lo hacés parecer fácil.
—Lo que pasa es que cuando ves al tipo que trabaja, que viaja por el mundo, tiene teatros llenos para 500, 600 personas, se ríen, se paran a aplaudir, ¿quién no quiere eso? Pero para llegar hasta ahí, te juro, hay que pasar por mucha mierda. Es un asco el camino. Por eso hay tantos que se quedan, porque no todos pueden pasar por eso.

—¿Y cómo hiciste?
—Pasa que soy muy perseverante, eso lo aprendí desde chico. Me gustan los deportes de resistencia, tipo maratón, triatlón. Yo entreno Ironman, y reconozco que soy una persona que puede soportar dolor durante mucho tiempo para una actividad de alto rendimiento. Y yo estuve como 12 años hasta empezar a ganar plata en el stand up. Fueron épocas muy bizarras y caminos escabrosos, pero llegamos a un buen puerto.

Fede Cyrulnik.
Fede Cyrulnik.
Foto: Difusión.

—Ya que en el show hablás de los signos. ¿De qué signo es Argentina?
—Creo que somos muy geminianos. No sabemos por dónde encarar, nos contradecimos, pero decimos que no nos contradecimos, y mientras tanto todo va cambiando. El argentino va cambiando, como Géminis. A veces uno cree que entiende la política argentina y después te vas dando cuenta de que lo que creías que sabías, no lo sabes. Porque cuando pensás que sabes, va a cambiar de vuelta. Así que hay que tratar de ser buen compatriota y buena gente. Igual siempre vamos a salir bien parados. Lo bueno es que el argentino, tarde o temprano, sale adelante.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar