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Emir Abdul: "A pesar de que tenía todo en contra, desde chico sabía que sería bailarín"

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Emir Abdul. Foto: Estefanía Leal

ENTREVISTA

El bailarín uruguayo cuenta con más de cinco millones de seguidores. Fue confirmado como el primer jurado-investigador de ¿Quién es la máscara?, la mega producción de Teledoce.

-¿Cuál fue tu primera reacción ser convocado?

-Súper bien porque hace tiempo que quería hacer tele. Que sea en mi país y en Teledoce, uno de mis canales favoritos, es lo máximo. Desde niño soñaba estar en los programas que veía, como Cacho Bochinche o Showmatch. Cuando me llamaron para este formato, fue una grata sorpresa. Yo soy muy energético y cuando quiero algo, trato de llamarlo y al llegar, lo disfruto. Estoy muy emocionado, espero aprender mucho del programa y de mis colegas que tienen mucha experiencia. Voy a estar con Fata Delgado que es un crack, Patricia Wolf y Sofía Rodríguez. Son increíbles mis compañeros.

-¿Lo habías visto el formato?

-Sí, en México lo vi y lo he seguido. Es un formato súper divertido.

-¿Cómo imaginás tu rol como jurado - investigador?

-Voy a ser el de siempre, extrovertido, divertido. Me voy a olvidar que tengo una cámara enfrente. Soy ariano perseverante y me gusta estar en los lugares que me hacen feliz y la energía me lleva hacerlo. Voy a ser el mismo de siempre.

-¿Y cómo sos?

-Una persona que ama lo que hace. Desde chico decidí que iba a ser bailarín, a pesar de que tenía todo el mundo en contra. Siempre inculco a mis alumnos que se puede lograr lo que uno quiere sin importar los obstáculos. Desde mi lugar trato de motivar a las personas a que puedan hacer lo que les gusta sin importante el qué.

-Tu rol implicará hablar de los shows y descubrir quién está detrás de la máscara en las presentaciones...

-Sí, me tiene entusiasmado eso y va a implicar que investigue más sobre los artistas uruguayos.

Emir Abdul. Foto: Estefanía Leal
Emir Abdul. Foto: Estefanía Leal

-¿Fueron difíciles los comienzos? ¿Tenías oposición dentro de tu familia?

-Sí, familia, colegas. Sufrí mucho pero mantuve siempre las metas. Me acuerdo que se me reían en la cara y me decían: “No vas a llegar a nada”. Y yo respondía: ¿Por qué sienten lo que siento yo cuando hago lo que me gusta? Algún día lo van a entender”. Así seguí y acá estoy, viviendo mi sueño.

-¿Te formaste en Uruguay en danza?

-Sí, principalmente, aunque también me formé en otros países pero acá estudié mucho teatro y otras disciplinas. Al mismo tiempo que tomaba clases, a los 15, empecé a hacer videos en You Tube dando yo clases. Juntaba dinero en esos años para seguir tomando clases en Buenos Aires. En ese tiempo había seminarios enormes en Argentina, que se llamaban “maratones de ritmo” y se podían tomar diferentes estilos. También viajaba a Río (Brasil). Siempre elegí formarme afuera porque en Uruguay me criticaban mucho y me daba cierta inseguridad.

-¿Cómo recordás la experiencia de Showmatch, donde fuiste coach?

-No fue como lo esperaba. Como dije antes, siempre elijo los lugares que me hagan feliz y en ese momento empezaron a surgir propuestas de Estados Unidos con artistas internacionales y realmente estaba muy saturado. El coach no sólo hace las coreografías para una persona que no sabe bailar, sino que se encarga de cámaras, vestuarios, música... No me estaba sintiendo cómodo y lo hablé con Karina (La princesita) y decidí dejarlo. En cada experiencia me quedo con lo positivo.

-¿Cómo es tu presente?

-Vivo en Buenos Aires, que es mi base. Ahora comienzo una gira muy linda: voy a estar en España, Perú, Bolivia, Puerto Rico, México, Estados Unidos y Paraguay... Estoy muy emocionado porque ya prácticamente están todas las clases agotadas. Luego vuelvo a Uruguay para el rodaje de La máscara, que me tendrá un mes y medio aquí, cerca de mi mamá y el resto de la familia.

-¿Costó la adaptación a vivir en otro país?

-Por momentos me sentí muy solo porque dejé todo acá. Hasta hoy tengo días en que me doy la cabeza contra la pared. Pero siempre digo que mi miedo no es creérmela, sino ser mediocre. Me gusta escuchar a la gente y aprender todos los días.

-¿Cómo son esas clases?

-Son clases multitudinarias donde trato de enseñar cosas diferentes y hacer correcciones puntuales. Intento que las personas que van no se sientan un número. A menudo las clases duran el doble de lo previsto. Yo puedo estar dolorido o sin dormir pero me subo a un escenario a dar una clase y es como si no me hubiera pasado nada.

-¿Con qué frecuencia venís a Uruguay?

-Muy seguido: una o dos veces por mes. Amo mi país. Es más, se pelean mucho mis seguidores uruguayos cuando los argentinos dicen que yo soy argentino.

-Trabajaste en coreografías con J. Balvin, Dady Yankee, Karol G, entre otros. ¿Cómo surgieron esas oportunidades?

-Había viajado con Sofía Reyes (cantante mexicana) a hacer contenido con ella y me acuerdo que J. Balvin ni siquiera me comentaba los videos. Yo le decía a Sofía: “Algún día va a ser mi amigo y voy a trabajar con él”. No mucho después estábamos trabajando y junto a otros hicimos el desafío coreográfico para In da Getto. Lloré muchísimo cuando el tema se hizo viral, con el desafío que creamos. Lo mismo me pasó cuando me convocaron para los Grammy. Estuve haciendo contenido con los artistas y fue un sueño para mí.

-Tenés 5,6 millones de seguidores en Instagram ¿con qué frecuencia subís contenido en tus redes sociales?

-Todos los días, mucho trabajo. Mis seguidores de Instagram crecen a un ritmo de 30.000 por día porque subo todos los días contenido nuevo. Todas las semanas grabo contenido: para Tik-Tok, Instagram, Facebook, You Tube. Lo que hago, al igual que en las clases, es tratar de sorprender a mis seguidores todos los días.

-¿En qué crees que sos más uruguayo?

-En los valores. Siento que en otros países los valores se perdieron un poco. Los uruguayos somos bastante sensibles y la falsedad, si bien existe, es combatida. En otros países es lo más normal que haya personas falsas: que hablan mal de vos en un ámbito y luego hacen que no pasa nada. Eso no me va.

-¿A futuro cuáles son tus objetivos?

-Antes yo tenía metas que me iba planteado. Ahora cambió mi visión y vivo el día a día al máximo. Disfruto de cada momento a pleno. Todo llega cuando tiene que llegar.

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